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26 de septiembre de 2011

Nuestra especie

Yo no tengo mucha idea sobre la teoría de Darwin, pero ¿cómo puedo negar que esos ojos, los de este animal incomprendido por el mundo, también son míos? ¿Cómo demonios negar que somos un poco distintos, pero especialmente que somos mucho igual? Incomprendidos siempre: monitos hermosos, orangutanes gigantes y humanos racionales. No necesito teorías, Darwin. Me reconozco en sus ojos.

12 de marzo de 2011

La razón por la que estamos acá

"Y, finalmente, la razón por la cual estamos aquí es que un asteroide impactó contra la Tierra, exterminó a los dinosaurios, y perdonó la vida a algunos pequeños mamíferos".

Stephen Jay Gould (1941-2002), zoólogo y paleontólogo

12 de septiembre de 2010

La evolución del ser humano (segunda parte)

Homo Habilis. Así éramos hace 1,8 millón de años.
Sigamos con los post relacionados con la evolución de la especie. Habíamos quedado en las primeras especies con rasgos humanos (Sahelantropus, Australophitecus y Paranthropus, entre otros), ahora hablaremos sobre los Homo, una especie que llegó a convivir con los Paranthropus.

Los seres denominados Homo surgieron hace unos 2,5 millones de años. Los primeros homos fueron los Homo Habilis, que vivieron hasta hace 1,8 millón de años. Su nombre significa hombre habilidoso y tiene que ver con que ya construía elementos, o sea que tenía habilidad en las manos para transformar la naturaleza. Su cerebro, además, era más grande que el de las especies que habían existido hasta entonces.

El Homo fue evolucionando y, ante cada cambio trascendente, la ciencia les da nuevos nombres: Homo Rudolfensis, Homo Ergaster, Homo Georgicus y Homo Cepranensis fueron los siguientes, pero para no aburrir tanto, vamos a dedicarnos a los que mostraron cambios más importantes.

El Homo Erectus surgió hace 1,9 millón de años y vivió hasta hace 50 mil. Es también conocido como Hombre de Java. ¿Por qué es tan importante? Porque ya era totalmente bípedo y su capacidad craneana tenía el doble de tamaño que la de los Australophitecus.

Homo Erectus. Medía alrededor de 1,80 metro.

El Homo Antecessor convivió con el Homo Erectus. Surgió hace un millón de años y es considerada la primera especie homínida de Europa. Eran altos, fuertes y con una cara de rasgos bastante parecidos a los nuestros, aunque con el cerebro más chico.

Mucho más cerca en el tiempo aparece el Hombre de Neanderthal (Homo Neanderthaliensis). Habitó Europa y partes de Asia entre 230 mil y 29 mil años en el pasado. Tenía brazos y piernas cortos, mandíbula sin mentón y vivía en grupos organizados (los Gens), formados por alrededor de treinta miembros.

La siguiente especie importante son los Homo Sapiens, o sea nosotros. ¿Ven que de a poco vamos avanzando?

Homo Neanderthalensis. Vivió hasta hace 29 mil años.

11 de septiembre de 2010

La evolución de los seres humanos (primera parte)

Sahelantropus Tchadensis. Primer simio con rasgos humanos.
Antes de meterte en estaa enumeración de nombres raros, es recomendable que entiendas qué demonios la evolucíón de la especie, algo que tratamos de explicar en un post anterior.

Una vez que tengas claro eso, empecemos con la parte más técnica, más científica.

El primer paso en la evolución de los seres humanos lo conformaron los homínidos (monos que tenían características que luego fueron exclusivas del ser humano).

Los primeros homínidos conocidos fueron los llamados Sahelantropus Tchadensis, Orrorin Tugenensis, Ardipithecus Kadabba y Ardipithecus Ramidus. Vivieron entre 7 millones y 4 millones de años en el pasado. Sus cráneos eran como los de los monos, pero tenían la cara más corta y los dientes más chicos. Ésas fueron las primeras características humanas en los simios.

Luego se produjo la aparición de los Australopithecus (o Australopitecos). Surgieron en África hace 6 millones de años y se extinguieron hace 2 millones, conviviendo con otras especies de homínidos. Se los diferencia de los anteriores porque se desplazaban sobre dos piernas, lo que representó un importantísimo paso en la evolución.

Australophitecus Anamensis. Machos y hembras eran totalmente distintos.

Hace 2,6 millones de años vivieron los Paranthropus, caracterizados por una mandíbula y muelas bastante fuertes. Los Paranthropus se dividieron en tres especies: Aethiopicus, Boisei y Robustus. Dejaron de existir hace 1,1 millón de años. La evolución del ser humano continúa en otro post.

Paranthropus Boisei. Hace 1,2 millones de años, ellos eran nosotros.

6 de septiembre de 2010

¿Qué es la evolución de la especie?

¿Cuánto hace que existen personas? Si tomamos en cuenta el tiempo de existencia del Universo, o uno más corto, el de la Tierra, el ser humano surgió hace muy poco tiempo. Antes, existió una Tierra sin humanos.

Prepárense, porque este texto va a ser complejo. Hablaremos principalmente de especies y mutaciones. Entonces, necesitamos entender qué es cada cosa.

Una “especie” se separa de otra cuando la mayor parte de su conformación genética (la estructura de su cuerpo) es diferente. Para que se generen nuevas especies, debe existir una “mutación”.

Una mutación sucede cuando la conformación genética de un ser vivo no es la “esperada” o “lógica”. Por ejemplo, si de una relación sexual entre dos personas que tienen cinco dedos, nace una persona que tiene seis. Las mutaciones no son buenas ni malas: existieron, existen y existirán. De hecho, si no existieran, todos nosotros no seríamos más que seres unicelulares, invisibles y sin mayor capacidad que la de sobrevivir.

Las mutaciones pueden ser provocadas por el contexto (si una mujer embarazada se expone a rayos nocivos puede provocar mutaciones en su hijo) o, lo más usual, azarosas, porque sí: en algún momento de la conformación del nuevo ser vivo (persona, animal o vegetal) algún detalle modificó su crecimiento y le incorporó esa mutación, esa diferencia. Insistimos: nadie ha estado exento de las mutaciones. Nosotros somos producto de miles de mutaciones ocurridas durante millones de años, desde el primer ser vivo existente hasta los que nazcan en mayo de 2018.

Otro dato importante es que las mutaciones no siempre son hereditarias. Si la persona que nace con seis dedos tuviera relaciones sexuales con otra persona con seis dedos, podría ser que su hijo tuviera seis dedos… pero también podría ser que no. Como vemos, hay mucha influencia de la suerte, o de factores que todavía son imposibles de explicar para la ciencia.

Pensemos entonces que, por suerte, los primeros seres vivos fueron sufriendo mutaciones hasta volverse más complejos: en vez de una célula, apareció uno de dos células, después uno de tres, después uno de diez… Actualmente, el cuerpo humano está conformado por al menos 5.000 millones de células.

A medida que sucedieron esas mutaciones, surgieron distintas “especies”. Algunas podían vivir en el agua, otras eran inmensas, otras volaban, otras echaban raíces en la tierra… Dentro de las muchísimas especies que se fueron conformando, los seres humanos somos mutaciones de la especie de los monos.

Hasta hace poco tiempo, yo estaba muy equivocado sobre la “evolución”. Por ejemplo, pensaba que los monos, en un momento, necesitaron usar dos de sus patas para adaptarse mejor a algún lugar (agarrar bananas que estaban ubicadas en un árbol muy alto, o algo así), entonces generación a generación fueron aprendiendo a pararse en dos patas. Y que poco a poco, por estar parados, su cuerpo fue cambiando. Y que perdieron el pelo porque ya no lo necesitaban para protegerse del frío. Si vos también imaginás algo así, estás equivocado. Por suerte, mi amigo Andrey, que es biólogo, me explicó algo parecido a lo siguiente…

La conformación biológica de una especie sólo puede cambiar por una mutación, y no por “adaptarse al medio en el que vive”. Entonces, algún día, alguna vez, por mutación, algún mono nació con la capacidad de sostenerse sobre dos patas; y esa mutación se transfirió a sus crías. Y luego, alguna cría de sus crías sufrió una mutación que le permitió directamente caminar sobre dos patas, transformando las restantes en brazos. Y así, un larguísimo etcétera durante millones de años. Es complicado, pero con esfuerzo se puede entender.

Pongamos un ejemplo actual. A los seres humanos, para tener mayor posibilidad de supervivencia, nos convendría tener una piel resistente a los rayos ultravioletas del sol. Así, se evitarían muchos cánceres de piel, por ejemplo. La cuestión es que, aunque vivamos durante miles de años expuestos a esos rayos, no surgirá “naturalmente” una especie humana con piel resistente. La única forma de que eso se produzca es a través de una mutación. Que un día, por azar o algún factor externo, nazca una persona con piel resistente a los rayos. Y que, luego, sus hijos hereden esa mutación.

Entonces, se generarían dos “miniespecies”: seres humanos con resistencia a los rayos ultravioletas y seres humanos sin resistencia. ¿Les suena raro? Es más normal de lo que parece. Actualmente existen seres humanos con y sin muelas de juicio; con el lóbulo de la oreja pegado o despegado; con tolerancia e intolerencia a consumir glucosa, trigo o lactosa; seres humanos con o sin el Síndrome de Down; personas con más y con menos de un metro de estatura.

Lo horrible de este cúmulo de datos (conocido como Teoría de Darwin) es que, a lo largo de la historia, se ha aplicado bastante lo de la “supervivencia del más fuerte”. Esto es que, si un día nace una especie con piel resistente a los rayos ultravioletas, a la contaminación ambiental o a los accidentes cerebrovasculares, lo más probable es que, dentro de millones de años, esa “especie” sobreviva, mientras que la especie que no reciba la mutación, débil ante el sol, la contaminación y los infartos cerebrales, poco a poco se extinga.

Por suerte, es sólo “lo más probable”. Será nuestro trabajo, como seres humanos, conseguir que durante los próximos siglos no sobrevivan sólo “los más fuertes”, sino generar las condiciones necesarias para que todos podamos sobrevivir más allá de nuestra conformación genética.

La evolución del hombre continúa en otro post.

31 de agosto de 2010

Período Neógeno

Ardipithecus Ramidus. Antepasado de Brad Pitt, entre otros.
Al mismo tiempo que, en los estudios de geología, se desarrolló el Período Neógeno, para la antropología comenzó la Prehistoria, etapa que se inicia con la aparición del los primeros homínidos (seres que evolucionarían hasta transformarse en personas).

El Período Neógeno empezó hace 23.000.000 de años, y terminó hace 2.500.000. Se divide en dos épocas: Mioceno y Plioceno.

El Mioceno tuvo origen hace 23.000.000 de años y finalizó hace 5.300.000. El clima era frío y se multiplicaron los mamíferos ungulados, que son los que caminan sobre la punta de sus patas y tienen pezuñas, como el ciervo o el burro.

Disminuyó la superficie de los bosques y América del Sur se dividió de la Antártida. Aparecieron el rinoceronte, el gato y el camello en sus formas primitivas. O sea, eran parecidos a rinocerontes, gatos y camellos de ahora, pero no exactamente iguales.

Lo importante durante el Mioceno, y agárrense fuerte, es que por fin aparece algo parecido a una persona. Monos ya existían, pero empezaron a evolucionar de a poco. En el Mioceno vivieron especies a las que los científicos llamaron Sahelanthropus Tchadensis y Ardipithecus. Atentos a las imágenes porque esos, aunque suene increíble, son nuestros tataratataratatara abuelos.

La segunda época del Neógeno, lo dijimos, es el Plioceno, que se extendió desde 5.300.000 a 1.800.000 años en el pasado. El clima continuó siendo frío y seco. Creció el número de peces, muchos similares a los peces actuales. También se multiplicaron los perros y los osos. Surgieron los simios antropoides, una especie de monos sin cola. Y también el primer homínido, cuyo gran avance era que caminaba sobre dos patas en lugar de cuatro: el Australopithecus.

A partir de aquí, de la aparición de simios que evolucionan a lo que luego serán personas, cambiaremos el camino. Abandonaremos las etapas geológicas (eones, eras, períodos) y pasaremos a la Prehistoria, que no toma como punto fundamental la evolución de la corteza terrestre, sino la evolución de los seres que viven sobre ella.

Para no dejar colgado este asunto de la geología, diremos que luego del Neógeno comienza el Cuaternario (período en el que vivimos nosotros), que se inició hace 2.500.000 millones de años. Pero, para seguir avanzando, sean invitados a la Prehistoria.

Australopithecus Afarensis. No sé si me da miedo o ternura.