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11 de enero de 2024

¿Qué pasó en el año 1709?

• Se produce la Gran Helada de Europa Occidental de 1709. Se trata del período más frío en 500 años. Duró tres meses y sus efectos se sintieron durante todo el año. En Francia, se congelan la costa atlántica y el río Sena. Se arruinan las cosechas y cerca de 24.000 parisinos mueren como consecudencia.

• Es publicado el Tratado sobre los principios del conocimiento humano,primera obra conocida de George Berkeley. Berkeley nació en Irlanda en 1685. Fue filósofo y obispo, destacado representante del empirismo y conocido por su filosofía idealista. El Tratado es su obra más influyente, ya que desarrolla su idealismo subjetivo, argumentando que la realidad consiste en percepciones y que los objetos existen solo en la mente. Rechazó la existencia de sustancias materiales independientes de la percepción.

Berkeley también abordó cuestiones teológicas, argumentando que la realidad depende de la observación constante de Dios. En Diálogos entre Hilas y Filónous, presenta su filosofía en forma de diálogo. Su crítica al materialismo y su énfasis en la mente y la percepción influyeron en filósofos posteriores. Fue nombrado obispo en 1734 y murió en Inglaterra en 1753.

• Continúa la Gran guerra del norte (1700-1721, Rusia, Dinamarca, Noruega, Polonia y Lituania contra Suecia). En la Batalla de Poltava (actual Ucrania, imagen), unos 25.000 soldados suecos (que habían llegado hasta la región luego de múltiples problemas y deserciones) intentan avanzar en la conquista de Rusia (intentando aprovechar que contaban con el apoyo de algunos habitantes de Ucrania), pero más de 40.000 soldados rusos los derrotan. La destrucción de gran parte de su ejército inicia un fuerte declive de Suecia, que rápidamente dejará de ser una potencia política y militar europea.

• Continúa la Guerra de sucesión española (1701-1714, el Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra, Países Bajos, Austria, Prusia y Portugal contra Francia y España). El ejército de Inglaterra captura Mons (actual Bélgica), que hasta entonces era controlada por España.

• Continúa también la Guerra de la Reina Ana (1702-1713, Francia, Inglaterra y los pueblos originarios luchando entre sí por el territorio norteamericano). 164 invasores franceses capturan Saint John's, la capital de la colonia británica de Terranova (actual Canadá).

• En Polonia, Daniel Farenheit desarrolla el termómetro de agua, paso previo a la creación del termómetro de mercurio (1714).

• En Portugal, vuela por primera vez un globo aerostático.

• En Francia, Jean Marius inventa un paraguas muy parecido a los actuales.

• Algunos libros publicados:

- Tratado sobre los principios del conocimiento humano (George Berkeley, Irlanda). Tratado en el que Berkeley desarrolla su teoría filosófica, conocida como idealismo subjetivo u ontológico, que sostiene que la realidad consiste únicamente en ideas y que todo lo que percibimos, incluidos los objetos materiales, existe solo en la mente. En otras palabras, Berkeley argumenta que no hay ninguna realidad objetiva independiente de la percepción.

- The New Atalantis (Delarivier Manley, Inglaterra). Novela satírica que utiliza la alegoría y la sátira para comentar sobre la política y la sociedad de la época. Se presenta como una continuación de la obra Atlantis, de Francis Bacon, pero en lugar de centrarse en cuestiones utópicas, aborda eventos políticos y sociales contemporáneos. La escritora utiliza personajes alegóricos y situaciones imaginarias para satirizar a políticos y figuras de la sociedad de su tiempo.

20 de julio de 2023

¿Qué pasó en el año 1671?

• El Imperio Otomano le declara la guerra a Polonia en busca de dominar una parte de la actual Ucrania. La guerra se extenderá hasta 1676.

• El pirata inglés Henry Morgan captura la ciudad de Panamá, que estaba bajo explotación de España.

• El Imperio de Inglaterra comienza a utilizar un barco con algunas partes de hierro en lugar de madera, pero se hunde poco tiempo después. No volverá a intentarse durante al menos 40 años.

• A través de una masacre, el Imperio de Portugal conquista parte del reino del Congo y lo anexiona a sus dominios en Angola.

• Johannes Vermeer (nacido en los Países Bajos) pinta La encajera, óleo sobre lienzo de 24 x 20 centímetros que muestra, como era usual durante la segunda mitad del siglo XVII, a una persona anónima realizando un trabajo corriente de un modo cercano a la realidad y no le agrega grandilocuencia.

La encajera, pintura de Vermeer

• Algunos libros publicados:

- Método de las fluxiones (Isaac Newton, Inglaterra). Escrita en 1671, pero publicada recién en 1736, es una de las obras fundamentales de Newton, enfocada en temas matemáticos: el cálculo infinitesimal, el cálculo diferencial y el cálculo integral. Los avances logrados por Newton permitieron enormes mejoras en campos como la física, la ingeniería y la economía.

- Los amores de los grandes hombres (Marie-Catherine de Villedieu, Francia). Novela romántica basada en personajes históricos, separada en diferentes relatos protagonizados por distintos personajes, en el que se exploran diferentes temas vinculados a los vínculos humanos.

- El paraíso recobrado (John Milton, Inglaterra). Poema épico que es continuación de otra obra del autor: El paraíso perdido. En esta obra se narran diferentes episodios de la vida de Jesucristo desde el punto de vista cristiano.

7 de julio de 2023

¿Qué pasó en el año 1667?

• Finaliza la guerra entre Rusia y Polonia, iniciada en 1654, con 56.000 personas asesinadas y "triunfo" de Rusia, que obliga a Polonia a cederle el este de Ucrania (incluyendo la ciudad de Kiev). Así, Polonia deja de ser potencia en Europa.

• Finaliza la guerra entre Inglaterra y los Países Bajos, iniciada en 1665, con 13.000 personas asesinadas y "triunfo" de los Países Bajos, que le arrebatan Surinam (¡en América!) a Inglaterra.

• Comienza otra guerra entre Francia y España: la Guerra de Devolución, que finalizará en 1668. La excusa era que España no había pagado una dote a Francia, pero el motivo era que Francia quería extender sus fronteras para que los Países Bajos que todavía dominaba España no estuvieran tan cerca de París.

• En Francia, Jean-Baptiste Denys realiza la primera transfusión de sangre a un ser humano de la que se tenga registro. Procede de una oveja. El niño de 15 años sobrevive pero muere días después. Denys será acusado de asesinato y declarado inocente.

• También en Francia se dicta una ley mediante la cual los edificios no pueden medir más de 16 metros. El objetivo es que no bloqueen la entrada de luz a calles estrechas.

• Se producen terribles terremotos en Caucasia (actual Azerbaiyán, provoca cerca de 80.000 muertes) y Ragusa (actual Croacia, mueren unas 5.000 personas).

• En los Países Bajos, Johannes Vermeer pinta uno de sus cuadros más conocidos: La joven de la perla. La protagonista del retrato es una persona de quien nunca se supo su nombre o si realmente existió. 

La joven de la perla, pintura de Vermeer

• Algunos libros publicados:

- El paraíso perdido (John Milton, Inglaterra) [poema narrativo]. Poema épico que narra el pecado original de la Biblia, pero ampliado y elaborado por Milton, que al momento de su publicación tenía 58 años, estaba ciego y casi no tenía dinero.

- Andrómaca (Jean Racine, Francia). Tragedia teatral basada en el mito griego de Andrómaca, que luego de la Guerra de Troya se convierte en esclava de los aqueos.

- China Monumental (Atanasio Kircher, Sacro Imperio Romano Germánico). Recopilación de gran parte de los conocimientos que Europa acumulaba sobre China y su cultura.

6 de junio de 2023

¿Qué pasó en el año 1654?

• Comienza la Guerra de los Trece Años, en la que Rusia y el reino de Polonia-Lituania se disputarán el dominio de Ucrania. Finalizará en 1667, cuando se repartirán el territorio, siendo beneficioso el tratado para Rusia, que se había impuesto en el enfrentamiento bélico.

• En Chile, en el marco de la infernal Guerra de Arauco, los pueblos originarios huilliches derrotan a los genocidas españoles en la Batalla del Río Bueno, impidiendo que extiendan su exterminio hacia el sur de América.

• La ciudad brasileña de Recife, que los Países Bajos habían invadido en 1630, es reconquista por el Imperio genocida de Portugal.

• Inglaterra le declara la guerra a España por el dominio del comercio con el continente americano, que comenzará formalmente en 1655 y es conocida como Guerra Anglo-Española. Terminará en 1660 con "triunfo" de Inglaterra, que le quitará a España la posesión y explotación de Jamaica y de regiones con puerto en Francia. La decadencia española y la acumulación de poder inglesa continúan.

• El francés Cyrano de Bergerac publica El pedante burlado, obra de teatro en la que se burla de la soberbia intelectual.

• El neerlandés Rembrandt pinta el cuadro Mujer bañándose en un río, retratando un momento casual de la vida cotidiana, algo no tan habitual en el siglo XVII.

Mujer bañándose en un río (pintura de Rembrandt)

31 de mayo de 2023

¿Qué pasó en el año 1651?

• Se intensifica en Europa el enfrentamiento de dos corrientes filosóficas: el racionalismo (que se pregunta acerca de la fiabilidad de los sentidos y el proceso de experimentación como fuente del conocimiento) y el empirismo (que cifra en la experiencia el origen del conocimiento y concibe la mente humana como un papel en blanco sobre el cual se inscribe la información que brindan los sentidos). El racionalismo predomina en Europa, excepto en Inglaterra, donde se impone la filosofía empírica, que tendrá a John Locke como principal referente.

• Una marea ciclónica en el actual territorio de Alemania genera la muerte de 15.000 personas.

• En la ciudad de Roma, Gian Lorenzo Bernini termina la escultura Fuente de los cuatro ríos, que se utiliza para sostener la copia romana de un obelisco egipcio. Fue encargada por el papar Inocencio X.

• En la terrible Batalla de Berestechko, el ejército del Imperio de Polonia-Lituania derrota al de los cosacos ucranianos y mantiene al territorio de Ucrania bajo su opresión.

• Algunos libros publicados:

- Leviatán (Thomas Hobbes, Inglaterra). Hobbes propone la teoría del contrato social como forma de organización de una sociedad, junto a un Estado muy poderoso que pueda reprimir rápidamente cualquier conflicto social, porque considera que los seres humanos, por naturaleza, somos egoístas, competitivos y violentos.

- El criticón (Baltasar Gracián, España). Primera de tres partes de una novela en la que, a través de sus personajes, Gracián presenta una visión crítica y satírica de la sociedad en la que vive.

- El alcalde de Zalamea (Pedro Calderón de la Barca, España). Obra de teatro protagonizada por Pedro Crespo, alcalde del pueblo de Zalamea, incluida como parte del "siglo de oro" del teatro español. Reflexiona acerca del honor, la justicia y el conflicto social.

Fuente de los cuatro ríos, en la actual Italia

8 de febrero de 2022

Polonia (1618-1699)


• Resumen de lo publicado

Polonia es un país de Europa. Los eslavos habitaron la región desde el siglo V y el primer estado polaco surgió en el siglo X, cuando polacas y polacos entregaban riquezas al Sacro Imperio Romano Germánico para vivir en paz. En el año 983 Polonia declaró al cristianismo como religión oficial a cambio de que el imperio le permitiera ocupar mayores tierras. A fines del siglo XII, las invasiones de daneses y rusos, más las luchas internas entre el rey y la clase alta, ayudaron a que campesinos alemanes ingresaran por el oeste y el sur y se apoderaran de parte del territorio. En el siglo XIV, a través del casamiento de la reina polaca con el duque de Lituania, Polonia y Lituania fueron unificados, construyéndose así uno de los reinos más poderosos del siglo XV, al punto que se anexaron tierras que pertenecían a Bohemia y Hungría a través de otras uniones matrimoniales. El avance lituano-polaco terminó en 1526, cuando el Imperio Otomano derrotó a su ejército en la batalla de Mohacs y le arrebató territorios en Bohemia y Hungría. El periodo 1526-1569 es conocido como la Edad de Oro de Polonia, ya que la ausencia de batallas permanentes (se firmó un tratado de paz con los otomanos en 1533) permitió estabilidad y una vida menos terrible para campesinas y campesinos. Un gran sistema agrícola permitió que la urbanización capitalista no fuera tan agresiva y que se mantuviera el estilo de vida rural. Además, los poderes del rey estaban limitados por la nobleza, que estaba conformada por el 7% de la población (un número alto en comparación con otros reinos). En 1569 fue modificado el sistema de gobierno, creándose una monarquía aristocrática llamada República de las Dos Naciones (Polonia y Lituania). O sea que el cargo de rey no se recibía por herencia, sino a través de una elección entre las familias más poderosas. Las Dos Naciones evitaron participar en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que afectó fuertemente a reinos vecinos, pero sí intentaron invadir tierras ajenas, como Moscú, durante la Guerra polaco-rusa (1605-1618), donde fueron derrotadas.

• ¿Cómo sigue la historia?

A buena parte de la segunda mitad del siglo XVII se la conoce como "El diluvio", porque fue un periodo en el que Polonia combatió simultáneamente con casi todos sus vecinos. Veamos el listado de enfrentamientos:

• Rebelión Cosaca (1648-1654). Algunos pueblos que habían sido sometidos por Polonia y Lituania (como ucranianos y bielorrusos) se rebelan y piden ayuda a Rusia para liberarse, a cambio de convertirse en "ducados autónomos" de los rusos. 

• Guerra Ruso-Polaca (1654-1667). Se desata la guerra, que termina en derrota de Polonia y Lituania: Rusia se queda con el territorio de Ucrania y se convierte en la nueva potencia regional. Fin del período de mayor poder polaco.

• Segunda Guerra Nórdica (1655-1660). Suecia, Prusia y Transilvania se alían y atacan a Polonia, que también es derrotada. Prusia consigue su independencia y Suecia le arrebata territorios. 

• Guerra polaco-turca contra los otomanos (1672-1676). Se rompe el tratado de paz con los turcos otomanos y vuelven los conflictos, sin que nadie triunfe.

• Batalla de Viena (1683). El Imperio Otomano está a punto de conquistar el Sacro Imperio Romano Germánico, pero el ejército poloco (conocido como los "húsares alados polacos", como el de la imagen) intervienen y se convierten en salvadores del catolicismo.

• Resistencia contra el Imperio Otomano (1683-1699). Durante 16 años, el ejército de Polonia y Lituania resiste los avances de los otomanos, que en 1699, desgastados, deciden terminar sus intentos de invasión a Europa. Fin de la larguísima guerra entre cristianos y otomanos.

2 de septiembre de 2020

El monstruo del mar (película de 1953)

El monstruo del mar es una película dirigida por el ucraniano Eugene Lourié. Fue estrenada en 1953 y la protagonizan Paul Hubschmid. Su nombre original es The Beast from 20,000 Fathoms y dura 80 minutos.

Cuando la vi, allá por el año 2006, escribí esto:

"Un experimento en el Polo Norte revive a un dinosaurio que estaba congelado allí. Lo muy malo: los efectos especiales. Lo bueno: la historia es atrapante. Recomendable".

25 de abril de 2020

Perdón, número equivocado (película de 1948)

Perdón, número equivocado es una película producida en Estados Unidos dirigida por el ucraniano Anatole Litvak. Fue estrenada en 1948 y la protagonizan Burt Lancaster, Barbara Stanwyck y Ed Begley. Su título original es Sorry, Wrong Number y dura unos 90 minutos.

Cuando la vi, allá por el año 2005, escribí esto:

"Suspenso. Una mujer escucha por teléfono que planean un asesinato. Asesinato que tomará giros realmente inesperados. Bastante pesada y difícil de seguir con atención".

Bueno, eso. Anoté poco, pero no pienso volver a verla para escribir otra cosa.

5 de octubre de 2017

Imperio Otomano (1500-1595)

Mapa del año 1575
Resumen de lo publicado. El Imperio Otomano se desarrolló entre 1299 y 1922. Su centro de poder estaba en la actual Turquía. Eran una rama del pueblo turco, unificada por Osmán I. Se convirtieron al islamismo y, a partir de 1308, comenzaron a luchar contra el Imperio Bizantino.  El Imperio Otomano llegó a abarcar Oriente Medio, el norte de África y el sudeste de Europa. En 1453, el Imperio Otomano invadió la importante ciudad de Constantinopla, conquistándola y poniendo fin al Imperio Bizantino. Los turcos asesinaron sin misericordia a la población, y el mundo occidental se encontró con un poderoso imperio instalado en el extremo sudeste de Europa.

¿Cómo sigue la historia? Durante el gobierno de Bezayid II (1481-1512) hubo menos enfrentamientos. Ya eliminada la amenaza del Imperio Bizantino, se dedicó a evitar rebeliones internas. Aceptó el ingreso de los judíos expulsados de España y de otros países de Europa. Pero, igual, una revuelta interna le obligó a ceder el trono a su hijo Selim I (1512-20). De creencias sunnitas, fue al este a luchar contra los chiítas de Irán. Sunnitas y chiítas son dos ramas del Islamismo con ideas diferentes. Derrotó al pueblo de los mamelucos y conquistó Siria, Egipto, Arabia y Argelia.

Solimán II, el magnífico (1520-1566), es el más conocido de los sultanes otomanos. Logró la extensión máxima del imperio, que duraría hasta 1683. Los otomanos dominaban los actuales Croacia, Bosnia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Macedonia, Albania, Grecia, Turquía, Siria, Irak, Israel, Jordania, parte de Egipto, Libia y Ucrania, y alguno más que se me escapa.

También creó y modificó leyes, le dio importancia a las artes y embelleció Estambul. Tras su muerte, comenzó la decadencia del Imperio Otomano.

Selim II (1566-1574) sufrió una importante derrota en la batalla de Lepanto (Grecia, 1571) contra una coalición formada por España, los Estados Pontificios, Venecia y Génova.

Murad III (1574-1595) y sus descendientes estuvieron más preocupados por los asuntos familiares y sexuales que por los del Estado, y le dejaron las principales decisiones a quien ocupara el cargo de Gran visir.

19 de febrero de 2017

Familia Sawicki en Misiones (foto de 1938)

La familia Sawicki viajó desde Ucrania hacia Misiones, Argentina, en busca de mejores condiciones de vida. En la foto, tomada en 1938, están Alejandra (tía de los cinco niños que aparecen), Ignacio, Basilio y María (padres de los niños), Víctor, Juan, Gregorio y Basilicia (con la cara fuera de foco), que recibió su nombre en honor a su hermana Basilicia, asesinada un año antes por defender los derechos de su familia.

18 de febrero de 2017

La masacre de Oberá (1936)

Por Martín Estévez

Acabo de descubrir quién fue el asesino de mi tía-abuela. No lo saben sus hermanos (uno era mi abuelo) y tampoco sus sobrinas (una es mi mamá), pero yo acabo de enterarme. Les juro que no es un chiste, ni un truco, ni una metáfora. Me acaba de pasar. Y lo único que se me ocurrió es denunciarlo acá, para que se enteren todos.

Cuento la historia tal como sucedió. Hace un rato, estaba en internet buscando información sobre el año 1936. Lo hago porque me gusta salvar historias que empiezan a ser olvidadas, y contarlas en facebook o en mis blogs. Parecía un día normal.

Encontré en wikipedia la mención de una manifestación de trabajadores en Oberá, Misiones, que terminó con 4 muertos por represión. Enseguida recordé una historia que me había contado mi abuelo Víctor antes de morir: la de su hermana Basilicia, asesinada en esa provincia durante una protesta de campesinos.

Me entusiasmé con la idea de que tuvieran relación, así que corrí a esa especie de autobiografía que escribí sobre Víctor, y comprobé que la muerte de su hermana había sido precisamente en 1936. 

Sentí un escalofrío en el cuerpo.

Decidí, aunque no tenía forma de comprobarlo, imaginar que ella había sido una de las manifestantes. Me pareció bien completar así esa parte de su historia (y de mi historia) porque, en definitiva, para mí significaba lo mismo si ella, una joven ucraniana y luchadora, había muerto en esa manifestación o en otra que había sido el mismo año, en la misma ciudad, y donde había mostrado la misma valentía.

El cuchillazo llegó cuando encontré este texto:

"Las investigaciones posteriores demostraron la culpabilidad de las fuerzas policiales. Basilicia Sawicki, una niña de 14 años, se cuenta entre las víctimas".

Ahora sí, no había dudas. Ella estaba ahí. Enseguida descubrí que hay muchos textos que hablan de "La masacre de Oberá", ocurrida el 15 de marzo de 1936, cuando inmigrantes ucranianos, rusos y polacos se manifestaron para pedir que les pagaran un poco más por lo que cosechaban en el campo. 

El apellido de Basilicia aparece como Sawicki, pero también como Savinski, problema típico al traducir los apellidos (mi mamá es Sawicki, su hermana es Saviski). Consta que no sólo murió Basilicia, sino también su tío Juan Melnik, que no participó de la protesta, pero recibió un balazo en las cercanías.

En mi familia nunca habían hablado sobre esto, y yo supe de repente que, sobre la manifestación en la que mataron a mi tía-abuela, existe un documental llamado Quieta Non Movere; el libro La masacre de Oberá; un mural en una plaza de Misiones; y que se hizo un acto en homenaje cuando se cumplieron 80 años, en 2016. 

Descubrí también el nombre de su asesino: el comisario Leandro Berón, que no sólo disparó contra los manifestantes sino que permitió que las mujeres detenidas fueran violadas y los hombres, torturados.

Cada palabra que encontré engrandece la lucha de esos trabajadores, que sufrían hambre y decidieron unirse, por ellos y por su pueblo. Jamás hubiera pensado que Basilicia tenía apenas 14 años, y que había decidido ir en representación de su familia, porque era la mayor de los cinco hermanos. Se me llenaron los ojos de algo que no eran lágrimas, sino orgullo.

No quiero alargar este texto, porque no hace falta. Y la verdad es que no encuentro palabras, todavía, para describir lo que significa esta historia para mí. Tal vez lo entienda con los años.

Sólo comparto dos frases más que encontré, y que me siguen conmoviendo:

"Para varias familias hay un antes y un después de ese triste 15 de marzo del año 1936. Principalmente para la familia de Basilicia Sawicki, la niña de 14 años fallecida ese día".  (texto completo)

"En Misiones, ni los manuales escolares, ni los discursos oficiales, recuerdan la matanza. La provincia 'eligió olvidar'"(texto completo)

Después de la masacre, la provincia se llamó a silencio, por conveniencia, por dolor o por miedo. "Babu nunca habla sobre su hermana", me decía mi abuela sobre Víctor, y yo no entendía por qué. Hasta hoy.

Esa familia que vivió un antes y un después en 1936 era la de mi abuelo, es la mía. Miro sus caras en una foto de 1937 y me parece entender, en sus ojos apagados, el dolor.

Los obligaron a guardar silencio para que la lucha de sus compañeros, de sus vecinos, de sus amigos quedara en el olvido, pero Víctor no estuvo de acuerdo y, por suerte, una tarde me lo contó:

"Basilicia reclamaba por la gente, para que nos trataran mejor. Un vez fueron a reclamarle al comisario y mataron a varios. Una era Basilicia".

Gracias a eso, hoy reconstruí esa historia, vi un documental que me contó por qué asesinaron a la hermana de mi abuelo y me emocioné, 81 años más tarde, con una lucha que el Estado y sus cómplices quisieron ocultar.


Si cada vez que respiro recuerdo a Luciano Arruga, a Mariano Ferreyra, a Darío Santillán, a Maxiliano Kosteki, a Jorge Julio López y a tantas personas asesinadas por luchar por los demás, ahora me acompañará también el nombre de Basilicia Sawicki, con la doble honra de que luchó por mi abuelo, y de que mi abuelo trajo su historia hasta mí.

No creo que lo que somos se lleve en la sangre, pero sí estoy seguro de que el amor que ofrecemos en cada lucha se transmite de persona en persona. Al amor que nos dio Basilicia, cuando tenía apenas 14 años, quisieron borrarlo. Pero, gracias a Víctor, y gracias a esta tarde, nunca, pero nunca, va a quedar en el olvido.

En cada 15 de marzo, y en cada día, y en cada minuto, hermosa Basilicia, prometo abrazar tu recuerdo.

7 de abril de 2016

Víctor Sawicki (1925-2010)

En 2005, cuando mi abuelo Víctor estaba por cumplir 80 años, decidí ayudarlo a contar su historia, para imprimirla y regalársela a quienes lo visitaran el día de su cumpleaños. Fueron unas tardes hermosas, anotando y anotando. Quedó esto.

“Hola, soy Víctor Sawicki, y les quiero contar mi historia... Nací el 18 de diciembre de 1925 en una aldea llamada Cviñuji, en Polonia. Esas tierras, hoy, pertenecen a Ucrania. Había ahí unas cien casas, alejadas unas de otras. En ese lugar me tuvieron mi papá Basilio y mi mamá María, y ahí viví hasta los 4 años.

Éramos nueve hermanos, yo era el tercero entre los más grandes. En 1929, mis papás decidieron viajar a América. ¿Aviones? Ja. Fueron 14 días en barco, 14 días seguidos en el mar. Eso que ahora llaman “hacer la América”, eso hicieron mis papás. Quisieron una vida mejor para ellos y sus hijos.

Llegamos al puerto de Buenos Aires. Esa fue la primera vez que pisé una ciudad, y enseguida nos fuimos al lugar donde, si Dios quería, viviríamos: Misiones. Y ahí, en mi Misiones querida, viví desde 1929 a 1945.

Teníamos un campo propio, donde mi papá trabajaba y todos lo ayudábamos en lo que podíamos. Yo, a los 7 u 8 años, ya trabajaba todo el día en el campo. Y también empecé a ir al colegio. Para llegar, tenía que caminar unas treinta cuadras... Me gustaba la escuela, pero sólo llegue hasta tercer grado: una vez que aprendías a leer y a escribir, para el campo no hacía falta más...

Pese a los años, es imposible olvidarla: nadie puede olvidarse de la escuela. Éramos unos 40 chicos, todos extranjeros, todos con problemas con el idioma. Al menos nosotros hablábamos en ruso. Pobres los dos chicos alemanes que no podían comunicarse con nadie... Al que se portaba mal, lo hacían arrodillar en maíz, o en arroz. No era tan sencillo como parece: teníamos pantalones cortos, los granos te marcaban todas las rodillas. Por suerte, nunca lo sufrí. Es que me portaba bien...

¿Cómo era vivir en un país del que desconocía el idioma? Y, uno se arregla... Era así nuestra vida, no existía elección. Ibas al almacén y no podías pedir algo: lo tenías que señalar, mostrar con el dedo qué era lo que querías comprar. Y eso cuando había plata para comprar algo, cuando andaba bien la cosecha...

Si bien mi papá era el que hacía el trabajo más duro, yo me esforzaba mucho. Sacaba yuyos, cosechaba yerba, todo con las manos. En los pocos ratitos que teníamos libres, con los otros chicos jugábamos con una pelota de trapo, a las escondidas, a la mancha... ¿Si corría mucho? Sí, yo era rápido, le ganaba a algunos.

Cuando digo que llegué hasta tercer grado parece que fueron tres años, pero no. En realidad fueron cuatro: primero inferior, primero superior, segundo y tercero. En ese momento, la primaria terminaba en sexto grado. Como empecé el colegio a los 8 años, terminé como a los 13. De todos modos, no hagan cuentas, puedo equivocarme: la memoria falla...

Aprendí a hablar castellano, más o menos bien, a los 10 años. Es que en casa, y en casi todos lados, hablábamos en ucraniano. La vida cotidiana era tan distinta... Mi papá, si nos portábamos mal, nos daba con el cinto. Sí, sí, recibí yo también, pero sólo una o dos veces. Mamá era la que pegaba más: con la mano, con un trapo, con una toalla... Y yo me peleaba mucho con mi hermano.

Cuando dejé la escuela, empecé a trabajar todo el día en el campo. En verano, doce horas, de sol a sol. Todos los días. En invierno, ocho horas, que era todo lo que se podía. Comíamos mandioca, polenta, chancho... Vivíamos todos juntos, los diez en una casa. Había lugar para una cocina y dos piezas. Tuvimos que poner una cama en la cocina, porque no entrábamos. Dormíamos de a cuatro en una cama... ¿Colchones? Las camas eran pasto y paja arriba de la madera. Nada más que eso. Viví así hasta los 19 años. A medida que crecíamos, se hacía más difícil entrar.

Basilio, mi papá
Mi papá, Basilio, nació en 1897. Peleó en la Primera Guerra Mundial, donde murió tanta gente... Estuvo en la Guerra dos años, en 1917 y 1918. Siempre hablaba de eso: de cómo disparaban de lejos, cómo se escuchaban los disparos de escopeta por todos lados: puuum, puuum por todos lados. Ellos estaban en la reserva: eran los más jóvenes y los usaban para cavar los pozos que se usaban como trincheras.

Mis hermanos y un recuerdo triste
Como dije, éramos nueve: Basilisia, Ignacio, Yo, Juan (vivió poco tiempo), Juan, Gregorio, Basilisia, Ana y Vladimir. Mi hermana mayor, Basilisia, murió en 1936. Ella reclamaba por la gente, para que nos trataran mejor, para vivir mejor. Una vez fueron cincuenta personas a reclamarle al comisario y los mataron, mataron a varios. Entre esas 50 personas, estaban Basilisia y uno de mis tíos.

La independencia
En mayo de 1945, a los 19 años, me fui de Misiones. Junto con dos amigos, viajé hacia Buenos Aires. Me alejé de mi familia y fui a vivir con uno de mis hermanos, que se había ido antes.

Todo fue muy distinto. En Misiones nunca había visto un avión o un tren. Allá pasaba un avión por semana y todos, hasta los grandes, salíamos a mirarlo hasta que desapareciera, como si fuese algo de otro mundo.

En esa primera época en Buenos Aires, viví en Pompeya. Conseguí trabajo rápido, en una fabrica de bizcochos. Mi labor era llevar los bizcochos desde el horno hasta las cajas. Mi turno era de 4 de la mañana a 12 del mediodía. Tenía que levantarme a las dos y media... Iba en colectivo, pero entraban sólo once pasajeros sentados. Había uno más grande, dónde entraban 21 y ocho más parados. Y más, no te llevaban, tenías que esperar el siguiente. El boleto valía diez centavos, pero hasta las once de la mañana valía solamente cinco, por eso mucha gente aprovechaba y salía a pasear.

Yo tenía mis salidas también, pero en Misiones. Los sábados iba a los bailes que se hacían en los clubes desde las 10 de la noche hasta las 3 de la mañana. En Buenos Aires, en cambio, no salía. Es que en Misiones éramos todos paisanos, y en Buenos Aires no.

Después de un mes de trabajo en la fábrica de bizcochos, me pasé a una carpintería grande. Ahí trabajábamos como ochenta personas, todos en un galpón. Nos pagaban por hora. El sindicato no permitía trabajar más de ocho horas, pero nosotros necesitábamos la plata, y trabajábamos diez, once horas... Hasta los 28 años (1953) ese fue mi trabajo.

Después de tantos años, ya empecé a salir más, a tener amigos. A partir de los 23 comencé a ir a los bailes que había en Retiro, en el Parque Japonés, íbamos a comer a una pizzería... Eso sí: mis amigos eran todos extranjeros. Me acuerdo, ¡cómo no me voy a acordar de ellos!: Juan, Nicolás, Esteban, Pedro, Basilio, Simón, Gregorio, Eugenio... El amigo más bueno que tuve es Gregorio. Con él visitábamos chicas. No eran novias: nosotros íbamos, la chica nos servía mate, nosotros tomábamos... Jugábamos a ver quién tomaba más, ja, ja... Eso fue hasta 1950. Entonces conocí a mi mujer.


Cuando Víctor conoció a Fanny
Nos conocimos en las reuniones, en los bailes de comunidades que se hacían en las casas. Nuestros papás no nos permitían tener amigos que no fuesen extranjeros como nosotros. Nos vimos varias veces, y en 1951 empezamos a salir.

Antes, en 1949, me había ido a vivir solo, a Valentín Alsina. Siempre me cocinaba lo mismo: sopa de espinazo (con fideos, arroz) y un churrasco.

En esa época, nos mandábamos algunas cartas con mis padres. De todos esos años, yo pude ir dos veces a Misiones. Y una vez vino mi papá a Buenos Aires: fue cuando se casó su primer hijo, lo que representaba un gran orgullo para él. Pero llegó el final de la Segunda Guerra Mundial, algunos cambios en la Unión Soviética, y decidieron volver a Rusia, convencidos de que podrían vivir mejor, mucho mejor. Mi papá, mi mamá y cinco de mis hermanos regresaron a nuestra patria.

El 31 de enero de 1952 me casé y, dos días después, mi mujer vino a vivir conmigo a Valentín Alsina. Y, en 1955, Elvira llegó al mundo.

Elvira, mi primera hija
No la agarraba en los brazos, no sabía como tenerla, tenía miedo de lastimarla... Cuando se sentaba, ahí sí la tenía conmigo. Pero acá en Argentina no pudimos dejarla mucho tiempo, porque en 1956 decidimos volver a Europa.

El viaje lo hicimos en un barco carguero. Fueron 24 días en el mar. Al llegar, nos instalamos con mis padres en Gorojov, en una aldea llamada Mariánovka. En ese lugar seguí con mi oficio de carpintero: hacía puertas, ventanas... Trabajé ahí entre 1956 y 1968. Era una fábrica de azúcar, y dentro de ella estaba la carpintería.


La vida en Rusia no fue fácil. Recuerdo que, cuando llegué, viajé a un pueblo para comprar zapatos y volví con las manos vacías: ¡no había, no había zapatos! No había pan tampoco, sólo daban uno por familia, que valía diez centavos. Y no había mucha carne, pero igual si había no podíamos comprarla: con lo que ganabas por un día de trabajo no podías comprar ni un kilo de carne. Definitivamente, queríamos volver a la Argentina.

Además de mi trabajo en la carpintería, edificaba en la casa los domingos. No me gustaba trabajar en invierno: las maderas estaban congeladas. Había que agarrar la pala, sacar la nieve, buscar las maderas... Y, después, caminar un kilómetro y medio para ir a comer. Me cansaba. La verdad es que me cansaba mucho.

En 1966, 1967 mejoró un poco la cosa. Ya había pan, al menos. Nosotros comíamos siempre sopa, sopa con papas. Recuerdo que había un vecino que tenía una cámara de fotos. Hay una foto de Elvi, muy chiquita... Deben haber unas tres o cuatro fotos de esa época.

El gobierno soviético te obligaba a comprar el diario. Salían un diario y una revista por semana, y tenías que comprarlos sí o sí. También había revistas de chistes, pero no se conseguían.

Tatiana completa la dinastía
Cuando nació Tati, en 1960, fue como cuando nació Elvira, la misma sensación de alegría. Yo trabajaba mucho, y por eso no tenía mucho tiempo para estar con ellas. Y quería volver a Argentina. Uno siempre quiere volver a casa...

En 1967, por fin, se produjo el retorno. Esta vez, nos olvidamos de los barcos: viajamos en avión, un KLM holandés. Primero tuvimos que llegar de Moscú a Amsterdam, fueron más o menos dos horas. Y luego sí, diez horas de avión hasta Buenos Aires. Al año siguiente se vinieron todos nuestros familiares y volvimos a estar juntos.

Nos fuimos a vivir los cuatro (mi mujer, mis hijas y yo) a Villa Caraza. Alquilábamos una pieza, que ni cocina tenía. Tuvimos que luchar mucho, hasta que por fin pudimos comprar un terreno, ahí en Caraza.

¿Cómo conseguí trabajo al volver? Bastante más fácil que como se consigue ahora. Compré el diario y había que ir cerca de la antigua cancha de San Lorenzo. ‘Necesito maquinista y carpintero’, decía el aviso. Fui, y el patrón me dijo: “Vení a la una de la tarde que empezamos”. Así de rápido.

Ahí hacía muebles, era una fábrica de sillas, y trabajaba ocho horas por día. Estuve un año y cuatro meses. Mientras, los domingos, edificaba con mi señora. Lo primero que hicimos fue el comedor, la cocina, el baño. Pero hacía falta dinero para poder seguir construyendo nuestra casa. Por eso, le dije a mi patrón que necesitaba trabajar horas extra. Él me dijo que no se podía. Entonces, tuve que cambiar de trabajo.

Para 1969 ya tenía un trabajo nuevo. Esta vez, era una fábrica de muebles en Lanús. Ahí me regalaron un placard, un mueble grande y una mesa. Las tres cosas, 36 años después, siguen en casa...

Mi jefe no era muy bueno, era más o menos, pero me dejaba trabajar horas extra. Yo estaba unas once horas por día. Claro que él nunca daba aumento. Sin embargo, me mantuve ahí hasta 1985. Mi mejor compañero era Pedro, el tío Pedro. No es para menos: él me había recomendado. Pero había buena gente: Sergio, Alejo, Gregorio, Pedro, Nicola, Nikita...

Gracias a esas once horas diarias que trabajé, durante los fines de semana pudimos hacer una pieza, que terminamos en 1971. Le vendimos la casa al tío Pedro y vinimos a vivir a Lomas de Zamora, para que las chicas empiecen el colegio acá. La nueva casa era una habitación grande donde estaba la cocina, el baño y la pieza, todo a medio hacer. Pero no importaba: ya estábamos acá, y estábamos decididos a quedarnos.


El día que Víctor fue de Racing
El fútbol me gustó desde que llegué a la Argentina la primera vez. En 1955 ya había elegido equipo: me hice de Boca, por su arquero, Mussimessi. Él cantaba “yo soy nacido en Corrientes, tierra del chamamé, viva Boca, viva Boca, el cuadrito de mi amor”.

En 1967, cuando volvimos a la Argentina, me compré mi primera radio para escuchar la final del mundo: Racing contra Celtic. Yo hinchaba por Racing, por supuesto, y al final salió campeón del mundo.

En 1977 o 1978 –no recuerdo– fui por primera vez a una cancha. Jugaban Argentina y Unión Soviética, en River. También fui a la cancha de Boca a ver Argentina-Inglaterra; fui a ver a Boca con un equipo de los que ahora está en la B, no me acuerdo cuál; vi Banfield-Racing...

¿Por qué me hice de Los Andes? Porque pasaba todos los días por la cancha, con el colectivo, cuando iba a trabajar. Empezamos a ir a la cancha, caminando, con Alberto, Eduardo, Nano... Íbamos seguido...

Entre 1966 y 1970, el presidente fue Onganía, pero a mí no me interesaba eso. Ni siquiera compraba el diario. Con el Clarín pasaba algo: o lo comprabas todos los días, o no había, porque se agotaba. Y había otros: Democracia, La Nación, La Prensa, Crítica... Lo que me acuerdo es una publicidad de la radio: “Nada se compara con mosaicos Saponara. Para elegir mejor”. Y los partidos de los viernes. Los viernes escuchaba fútbol. Siempre transmitía Bernardino Veiga.

Víctor y el peronismo
Conocí a Juan Domingo Perón el día de la inauguración del Hospital Evita. Yo vivía a ocho cuadras, así que agarré la bicicleta y fui para allá. Había un cordón muy grande para que la gente no pasara. La vez que estuve cerquita fue cuando se inauguraron Pavón y Mitre, porque no había custodia.

En esa época, Frías se llamaba “Las Tropas”, era una calle de tierra por la que llevaban a las vacas al frigorífico. Para 1971, Oliden ya estaba asfaltada. Y de los vecinos que quedan hoy, ya vivían acá Tito y Dora.

La vida cotidiana
En 1977, la casa ya estaba prácticamente terminada. Nuestro vecino, Lucchesi, trabajaba en Segba y nos prestaba luz, porque nosotros no teníamos, y le pagábamos algo, lo que podíamos. Estuvimos así durante tres años.

Yo dormía de 21:30 a 4:45 y me iba al trabajo en un colectivo que pasaba cada veinte minutos, en el que viajábamos todos apretados.

La comida preferida, en casa, era la carne picada con fideos. Fanny, mi mujer, siempre hacía las compras. A mis hijas les compraba cada semana una revista del conjunto de Leonardo Simmons, del Club del Clan. Recuerdo que, cuando no tenía plata, el diariero me daba las revistas y me decía: “No importa, algún día me las vas a pagar”.

Me robaron una vez, en la Estación Lanús. El colectivo andaba siempre, nada de parar a la noche. Las fiestas, tanto Navidad como Año Nuevo, las pasábamos siempre en nuestra casa, que crecía: en 1978 se empezó a construir la parte de arriba.

La tercera generación
La década del ochenta empezó con novedades. El cumpleaños de Fanny en 1981, cuando cumplió cincuenta años, por ejemplo, fue una fiesta donde hubo mucha gente. Y especialmente el crecimiento de mi primer nieto, Diego (había nacido en 1977). Yo jugaba siempre con él a la pelota. Teníamos una cancha, yo hacía de arquero y él pateaba y pateaba. Y de noche cantábamos juntos Lunita Tucumana. Se portaba muy bien.

Mi segundo nieto es Matías. Él era más tranquilo, hacía todo despacio, no le gustaba tanto patear la pelota. Era diferente a Diego, pero también jugaba mucho conmigo. Cuando creció un poquito jugábamos al fútbol los tres: ellos dos pateaban y yo atajaba. A él lo fui a ver tres veces cuando jugaba a la pelota en Los Andes. Donde lo veía siempre era donde ahora está el supermercado Norte, ahí había unas canchas de fútbol. Lo dirigía Da Gracca; y Matías jugaba bien.

Vanesa nació en 1982 y ya tenía tres nietos, pero ella era la primera mujer. Cuando nació, no estaba tan guapa como ahora, y recién empezó a hablar a los 2 años. Jugábamos los cuatro, íbamos siempre al fondo, y Vanesa jugaba con nosotros aunque era una nena. Ahora que creció, me gusta cuando me viene a molestar y a hacerme reír. En realidad, mis nietos nunca me molestan. Me gusta cuando me vienen a saludar porque lo hacen con mucho respeto.

Enseguida llegó Gaby, que al principio vivió en mi casa. Y en 1984 nació mi último nieto, Martín. Cada dos semanas se juntaban las familias y hacíamos una fiestita.

“Sin nietos no estaría contento”
La verdad es que yo no quería tener más de seis nietos, porque no les iba a poder prestar tanta atención. Al final fueron cinco, y me alegro de que haya sido así. Estoy muy conforme con todos, con mis hijas y mis nietos. Se portan todos bien y no hablan malas palabras entre la familia. Yo me alegraba con ellos, lo único que no me gustaba era tenerlos a upa, porque tenía miedo de que se me cayeran. Pero sin nietos... ¿con quién iba a divertirme? No estaría contento...


Se van para arriba
Yo seguí trabajando en el mismo lugar porque necesitaba la plata: en casa siempre estábamos construyendo algo. Y para eso trabajé: para no decir: ‘Chicos, a ver si me ayudan’. Incluso, ayudé a construir la casa de arriba. Todas las paredes de afuera las hicimos con Alberto, el marido de Elvi. El padre de él puso la luz y los cables; yo hacía las paredes; y otro hombre llenó la loza.

Un hijo adoptivo
Alberto, hasta que empezó a construir su casa, nunca había agarrado una cuchara de construcción. No le importó: él mismo hizo el revoque. ¡Cómo ponía ladrillos, eh! Uno atrás del otro.

Alberto es un hombre que nunca le hizo mal a nadie. Es capaz de perder su plata por no hacerle mal a otro. Él no dice ‘no’ cuando le piden algo. Puede sufrir para ayudar, pero nunca va a decir que no.

Ida y vuelta
Cuando Tati se casó, las cosas cambiaron. Sólo quedábamos con Elvi y su familia. Comíamos junto con ellos. A Gaby y a Martín, mi señora siempre los iba a cuidar. A veces yo también iba, después del trabajo. Nos gustaba estar con ellos, pedíamos que se quedaran una semana en casa. Me acuerdo de que, cuando cruzábamos el puente del ferrocarril, Martín me pedía upa porque tenía miedo. Cuando Tati volvió a casa la recibimos con los brazos abiertos, claro.

El niñero
Muchas veces iba a buscar a mis nietos al colegio. La Escuela 29 que quedaba a diez cuadras. Entre 1983 y 1994, más o menos, siempre había alguno en la escuela primaria. Como yo no los llevaba, pedía y los iba a buscar. Lo más difícil era cuando llovía. La calle 24 de Mayo se inundaba, y ni el colectivo se animaba a pasar. Entonces, esperábamos como una hora hasta que bajara el agua y recién entonces volvíamos a casa. Además fui a algunas fiestas que se hicieron en la escuela, me acuerdo que alguna vez entré.

Raúl Alfonsín
En 1983, cuando Alfonsín asumió la presidencia, parecía que iba bien durante cuatro o cinco meses, hasta que cambió los australes. Antes, la plata argentina era más cara que el dólar. Y de pronto, en cuatro meses, un dólar pasó a valer 30 mil australes. Había mucha inflación. Por ahí iba a trabajar a la mañana y el boleto de colectivo valía tres pesos. Cuando volvía a la tarde ya valía cinco...

En ese momento, nosotros pagábamos las cuotas para comprar el terreno de la casa, todavía. Lo raro era que, como la cuota era fija (29 mil pesos, después 29 mil australes), en un momento salía más caro el viaje en colectivo que el valor de la cuota.

El terreno nos salía en total $6.000.000, a pagar en doce años. En la época de la inflación, todavía debíamos $1.000.000, y lo pagamos todo junto para no gastar más en viaje. Alberto se encargó de pagar la escritura.

Carlos Menem
Parecía un buen hombre, pero después empezaron los paros y a él ni le importaba, no hacía nada. “¿Quieren paro? Hagan, yo no arreglo nada...”. Después hizo todo cada vez peor. Gastaba mucha plata, y en realidad se la quedaba toda él. Puso a María Julia Alsogaray a limpiar el Riachuelo: sacaron dos lanchas hundidas, anotaron que costó millones y no hizo nada más. Los que estaban con él anotaban gastos falsos, no hacían nada y toda la plata iba al bolsillo...

Corralito y después... 
Cuando asumió Fernando De la Rúa, dijo que les iba a aumentar a los jubilados, estuvo dos años y no lo hizo. Néstor Kirchner sí aumentó, enseguida, y luego lo volvió a hacer. Ahora no sé como pueden andar las cosas, hay que esperar. Pero este Gobierno puede hacer las cosas mejor que los anteriores.

Éramos pocos y parió mi nieto
El nacimiento de Micaela, mi primera bisnieta, fue distinto al de mis nietos. Aunque por ahí no puedo jugar tanto con ella, estoy muy contento de haber llegado a tener una bisnieta. Me puso muy feliz haber estado en el bautismo.

Ochenta añitos
Lo que me gusta es que llegué a esta edad con buen humor y con salud. Nunca estuve internado, nunca me tuvieron que hacer una operación. Espero que siga así, nada más.

¿Las cosas que más me gustan? Mmm... Me gusta cuando comemos en el quincho porque, cuando se juntan todos, dicen una broma y otra y otra y se divierten todos. También me gusta meterme a la pileta. E ir al mercado a la mañanita: eso sí que me gusta...