4 de noviembre de 2024

Textos escritos por Hernán Casciari (1999)

• Papeles rosados: el contorno (1999) [publicado en Los consejos de mi abuelo facho - 1]

Para llevarle la contra a su abuelo, el gordo decidió escribir todo lo que recuerda de su vida antes de los 6 años, con gracia y sensibilidad.

• Papeles rosados: el entorno (1999) [publicado en Los consejos de mi abuelo facho - 2]

Más y más recuerdos concretos, breves y enternecedores de nuestro gordo favorito. 

• 1ª sesión: 6 de agosto de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 1]

El Casciari solucionó un bloqueo de escritura fingiendo sesiones "literapéuticas" consigo mismo, en las que utilizaba dos formas de pensar que discutían entre sí. "Estoy haciendo este ejercicio para lograr cierta claridad en mi crisis creativa. No quiero hacer terapia psicológica tradicional", se explica a sí mismo para evitar hablar de los problemas personales que lo atravesaban a los 28 años.

• 2ª sesión: 13 de agosto de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 2]

"No encuentro pasión. Me siento frente a la hoja y cualquier cosa que escriba va a parecerme el cuento de un escritor argentino (...) A veces siento que lo tengo a Osvaldo Quiroga en la cabeza. «Mmm…, te estás repitiendo». «Mmm…, eso es un acto fallido». Quisiera que usted fuera un amigo, no un crítico literario", se pide a sí mismo. Me encantan estos textos.

• 3ª sesión: 20 de agosto de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 3]

"A veces me digo: «Tranquilo, Jorge, porque vos viniste a este mundo a escribir», y no cambia nada. Me lo digo y es como si pasara un carro. Pero eso mismo me lo dice mi amigo de Luján y suena tan cierto que me reconfirma". De a poco, el Jorge va encontrando una luz al final del bloqueo. "No quisiera ser alguien que escribe para sus pares, porque ahí sí que me convierto en un escritor argentino. La literatura minuciosa, técnica, es fascinante concebirla, pero después es devastador que no la entienda mi papá y mi mamá". Celebra que un viejo cuento suyo, Un detalle sin importancia, acababa de ser publicado en Página 12.

• 4ª sesión: 27 de agosto de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 4]

"¿Sabe por qué usted escribió «Diario de amor durante una catástrofe»? Porque tenía una hipótesis. Piense en la frase", le dice el psicólogo Casciari al paciente Casciari, mientras buscan un modo de que finalmente se lance a escribir. Y le dice otras interesanteses: "En la mitad de sus cuentos usted intenta demostrar que «el bien y el mal son una misma cosa» Para su otra mitad de cuentos tiene una hipótesis que repite hasta el hartazgo: «Una mujer advierte que yo daría todo por ella, e intenta confirmarlo hasta destruirme» (...) En su literatura, usted lo perdona todo, menos que una señorita no lo quiera a usted".

• 5ª sesión: 3 de septiembre de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 5]

"Lo que hasta hace un tiempo pasaba, y ahora ya no -se dice el Jorge-, es que por encima de los hombres y de las circunstancias siempre había un lugar para las ideas. Y esas ideas eran diversas, eran muy contrastantes incluso. Ahora parece haber una sola inteligencia aceptada por todos. Un nuevo progresismo de fast food, listo para llevar. Resulta muy fácil ser hoy un «bien pensante». Parece que solamente hay que estar en contra y a favor de algunas cosas muy obvias: en contra de las desigualdades sociales, en contra de la matanza de gente, a favor de los osos panda, a favor de Olmedo como el mejor cómico del país, a favor de la marihuana, a favor de los libros, en contra de la tele. Sacar patente de bien pensante no resulta un trámite en el que haya que tener demasiadas luces".

• 6ª sesión: 10 de septiembre de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 6]

"Las preguntas no atraviesan la piel, porque las preguntas son generadoras de hechos artísticos. Las respuestas, cuando no son las respuestas que se quieren oír, sí atraviesan la piel, las diferentes capas de protección… Y las demasiadas respuestas no deseadas pueden llegar hasta la última piel, si uno no es capaz de generar nuevas preguntas a tiempo, de recuperar el arte como escudo natural (...) Una gran respuesta, una respuesta que no deja dudas, que no deja grietas para la incertidumbre, es una irresponsabilidad por parte de quien nos la pone frente a nuestros ojos… Hay gente que nos conoce demasiado, gente que no puede tener la excusa de la distracción. Y esas personas no tienen el derecho de llegar a la última piel de otro si no es para acariciarla". Se ve que al gordito, hacía poco, le habían roto el corazón.

• 7ª sesión: 17 de septiembre de 1999 (1999) [publicado en Charlas con mi hemisferio derecho - 7]

"Quiero saberlo por el placer que me provocan las estructuras, y porque creo en las verdades que ocultan las etapas de crisis, mucho más que en las verdades que muestran las etapas de sosiego" ¿Y qué le produjo, entonces, el bloqueo literario a nuestro gordito? Responde él mismo, claro: "Ah, eso no voy a saberlo hasta que no escriba un nuevo cuento, una historia flamante".

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