• El Ulises de Joyce (1925) [publicado en Proa Nº 6 y en Inquisiciones]
Suntuoso primer acercamiento al Ulises de Joyce, cuando Borges ni siquiera lo había terminado de leer.
• Omar Jaiyám y Fitzgerald (1925) [publicado en Proa Nº 6 y en Inquisiciones]
Jaiyam es un antiguo escritor árabe y Fitzgerald es quien lo tradujo al inglés. Borges habla con entusiasmo sobre ellos, pero nada más.
• Sir Thomas Browne (1925) [publicado en Proa Nº 7 y en Inquisiciones]
Largo elogio al escritor Thomas Browne, siempre con las cositas lindas de Borges, pero se puede saltear.
• Prólogo (1925) [prólogo del libro Inquisiciones]
Tranqui. Habla un poco de qué es un prólogo.
• Ascasubi (1925) [publicado en Inquisiciones]
Buen análisis, positivo y negativo, de Ascasubi. Incluye interesantes poemas del autor.
• Queja de todo criollo (1925) [publicado en Inquisiciones]
Reflexiona sobre las diferencias entre la Argentina “oficial” y la Argentina “esencial”: nos gustan los líderes callados, como Rosas e Yrigoyen, dice. Les pega a Leopoldo Lugones y a Ricardo Rojas, y termina fuerte: respondiendo a ¿cómo hay que morirse?
• Ejecución de tres palabras (1925) [publicado en Inquisiciones]
Jaja, este está bien. Borges ataca con mucha gracia el uso de tres palabras ("inefable", "misterio" y "azul") en la poesía. Al final aparece (aunque un poco en broma) el primer libro que propone: “Hospicio de palabras desahuciadas”, una especie de diccionario de palabras que se mal usan en los poemas.
• Advertencias (1925) [publicado en Inquisiciones]
Epílogo del libro Inquisiciones. Explica los textos del libro con mucha claridad.
• La aventura y el orden (1925) [publicado en Nosotros Nº 190 y en El tamaño de mi esperanza]
Según Borges, pese a lo que parece en primera instacia, existe muy poca diferencia entre la aventura y el orden, tanto en la literatura como en la vida. La aventura se ordena, el orden puede denunciar. Lindo final (4 páginas).
• La balada de la cárcel de Reading (1925) [publicado en Nosotros Nº 191 y en El tamaño de mi esperanza]
Publicado originalmente con el título “Oscar Wilde y un poema”. Analiza más a Oscar Wilde en general que al texto que se supone iba a analizar (3 páginas).
• De la dirección de Proa (1925) [publicado en Nosotros Nº 191 y en Textos recobrados]
Respuesta a un texto publicado en Nosotros en el que se acusa a la revista Proa de fascista y partidaria de Leopoldo Lugones. “Voy a defenderme de los dos cargos de fascismo y de lugonería (...) Todos los patriotismos me parecen exóticos y no escalono jerarquías en su condenación común”. Jaja, cuánta clase.
• La última hoja del Ulises (1925) [publicado en Proa Nº 6 y en Textos recobrados]
Traducción de Borges de ese texto de James Joyce.
• Dualidad en una despedida (1925) [publicado en Proa Nº 8, en Luna de enfrente y en Textos recobrados]
¡Otro poema de desamor! ¡Qué corazón roto, Jorgito! En Luna de enfrente se llama “Una despedida”.
• Antelación de amor (1925) [publicado en Proa Nº 8, modificado en Luna de enfrente y en Textos recobrados]
Siguen los poemas de amor, esta vez romántico en el peor sentido. En Luna de enfrente se llama “Amorosa anticipación”.
• Carta (1925) [publicado en Proa Nº 9 y en Textos recobrados]
¿Por qué se llama Proa? Carta a escritores jóvenes.
• Breve rectificación (1925) [publicado en Proa Nº 9 y en Textos recobrados]
Respuesta a una acusación de “fascismo” contra la revista Proa.
• Reverencia del árbol en la otra banda (1925) [publicado en Proa Nº 10 y en El tamaño de mi esperanza]
Cómo las miradas sobre el árbol diferencian a la literatura argentina de la uruguaya. Interesante (3 páginas).
• Oliverio Girondo: Calcomanías (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 18 y en El tamaño de mi esperanza]
Elogia fuerte al libro de Girondo (3 páginas).
• El “Fausto” criollo (1925) [publicado en Proa Nº 11 y en El tamaño de mi esperanza]
Borges ama al Fausto de Estanislao Del Campo y lo dice. Y tira una universal: “Sigue pareciéndome que la dicha es más poetizable que el infortunio y que ser feliz no es cualidad menos plausible que la de ser genial” (5 páginas).
• El idioma infinito (1925) [publicado en Proa Nº 12 y en El tamaño de mi esperanza]
Contra les que creen que el idioma puede estar contenido por la RAE. Muy buen comienzo (5 páginas).
• Para el advenimiento de Ramón (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 19 y en Textos recobrados]
Elogio fuerte para el escritor Ramón Gómez de la Serna.
• Guillermo de Torre. Literaturas europeas de vanguardia (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 20 y en Textos recobrados]
Otro elogio fuerte, esta vez para el analítico libro de De Torre. ¡Qué originalmente elogiaba y qué sutilmente criticaba el Borges!
• Fernández Moreno: Aldea española (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 22 y en Textos recobrados]
Ahora elogios, menos impetuosos, para un libro de poemas.
• Proa (1925) [publicado en Proa Nº 13 y en Textos recobrados]
Nota de la redacción, sin firma. Un poco de poética historia de la revista Proa, “acusada de aristocrática”.
• El otro libro de Fernán Silva Valdés (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 24 y en El tamaño de mi esperanza]
Buen comienzo, con una historia de la literatura argentina incluida. Después, poco (3 páginas).
• Los otros y Fernán Silva Valdés (1925) [publicado en Revista de América Nº 5 y en Textos recobrados]
Brillante forma de comentar una antología. Brillante.
• Al tal vez lector (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 25, como primer prólogo del libro Luna de enfrente y en Textos recobrados]
¡Qué buenos prólogos, gordo! ¿Qué es la poesía? “Ensalce todo verseador los aspectos que se avengan bien con su yo, que no es otra cosa la poesía”. ¿Por qué el libro se llama Luna de enfrente? “Quiero justificar el título, por si acaso. Luna de enfrente. La luna es ya un emblema de poesía. El enfrente no la deprime, pero la urbaniza, la chista, la vuelve luna aporteñada, de todos. Así me gusta y así la suelo ver en la calle”.
• Prólogo (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Segundo prólogo (escrito en 1969) que reemplazó al original. Quiso ser moderno, pero ¿qué es ser moderno? Nada: todos somos modernos, todos vivimos hoy. “Olvidadizo de que ya lo era, también quise ser argentino”. ¡Cuenta que compró diccionarios de argentinismos para agregar en sus poemas! Habla de sus palabras de 1925: “El hecho es que las siento ajenas: no me conciernen sus errores ni sus eventuales virtudes”. ¡Excelente!
• Calle con almacén rosado (1925) [publicado en Luna de enfrente]
“No he mirado los ríos ni la mar ni la sierra, / pero intimó conmigo la luz de Buenos Aires / y yo forjo los versos de mi vida y mi muerte con esa luz de calle”.
• Al horizonte de un suburbio (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Poema para la pampa.
• El general Quiroga va en coche al muere (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Poema a la muerte de Facundo Quiroga. Está bien, eh.
• Manuscrito hallado en un libro de Joseph Conrad (1925) [publicado en Luna de enfrente]
12 largas líneas con rima sobre el día y la noche.
• Dakar (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Un atardecer en Senegal.
• La promisión en alta mar (1925) [publicado en Luna de enfrente]
La verdad es que no le encontré sentidos que me conformen.
• Dulcia linquimus arva (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Poema para sus abuelos, y “ya no sé de esas cosas”.
• Casi juicio final (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Borges se autojuzga. ¿Sale airoso o condenado?
• Mi vida entera (1925) [publicado en Luna de enfrente]
¿En qué nos diferenciamos de Dios y de las demás personas? Faaa.
• Último sol en Villa Luro (1925) [publicado en Luna de enfrente]
¡Cómo lo ponen los atardeceres! Este está bien.
• Para una calle del oeste (1925) [publicado en Luna de enfrente]
Y sí, poema para una calle. Este no me gustó.
• Versos de catorce (1925) [publicado en Luna de enfrente]
14 versos de 14 sílabas cada uno, para Buenos Aires. No me emocionó.
• Tarde cualquiera (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
¡Una tarde en Banfield! Poema rarísimo, eh, exageradamente terrenal.
• La vuelta a Buenos Aires (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
“Acaso todos me dejaron para que te quisiese solo a vos”. Eso justifica otro poema más para Buenos Aires.
• A la calle Serrano (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
Ya tiene nostalgia porque las callecitas se hacen ciudad y “barullo”.
• Patrias (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
“Quiero el tiempo hecho plaza, / no el día picaneado por los relojes yanquis / sino el día que miden despacito los mates”. Hermoso.
• Soleares (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
11 parrafitos de tres versos. No me gustó.
• Por los viales de Nimes (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
Nada, o lo leí pensando en otras cosas.
• El año cuarenta (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
¿Cómo era Argentina en 1840?
• En Villa Alvear (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
Eso: poema pa’ Villa Alvear. Paso.
• Versos para Fernán Silva Valdés (1925) [publicado en la 1ª edición de Luna de enfrente y en Textos recobrados]
Pintó un poema de amistad.
• La tierra cárdena (1925) [publicado en Proa Nº 13 y en El tamaño de mi esperanza]
Comentario apasionado sobre La tierra cárdena, de William Hudson. Le parece un libro que, pese a estar en inglés, es más criollo que el Martín Fierro (4 páginas).
• Saint Joan: A Chronicle Play (1925) [publicado en Sagitario Nº 4 y en El tamaño de mi esperanza]
Comenta el libro de George Bernard Shaw sobre Juana Inés de la Cruz y realza que el autor no rehace lo divino a su gusto, sino que lo respeta (2 páginas).
• Ejercicio de análisis (1925) [publicado en Proa Nº 14 y en El tamaño de mi esperanza]
Analiza 14 palabras del Quijote hasta los huesos. ¡Fuaaaaa! El texto arranca así: “Ni vos ni yo ni Jorge Federico Guillermo Hegel sabemos definir la poesía”. ¡Fuaaaa de nuevo! (6 páginas).
• Nydia Lamarque. Telarañas (1925) [publicado en Proa Nº 14 y en Textos recobrados]
“¿Acaso no nos basta, en una estrofa, la certidumbre de que es linda? Lo demás son cominerías. La sentenciosidad, la metáfora, la sencillez, la complicación, el metafisiqueo, el ritmo y hasta la rima son herramientas de belleza, pero lo importante es el recabarla, no la trampita que elegimos”.
• La aureola con almuerzo y otras erratas (1925) [publicado en Martín Fierro Nº 26 y en Textos recobrados]
¡Poema improvisado en un agasajo por la publicación de Luna de enfrente! Qué divertido.
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