28 de mayo de 2011

Diógenes (412 a.C. - 323 a.C.)

¡Vaya, genio! Pintura de Jean-Leon Gerome (1860).
Diógenes es mi filósofo favorito. Nació en la ciudad de Sínope (Grecia), no escribió nada y vivía adentro de un caño. Odiaba los honores y la riqueza. Sin embargo, todos creían que era un genio total. Yo también. Dejo un par de historias suyas.

*Cuando era joven, Diógenes tenía un esclavo llamado Manes, al que simplemente dejó libre para ver si Manes deseaba estar con él. Pero Manes huyó. "No es para tanto", dijo Diógenes cuando lo contó. "Si Manes puede vivir sin Diógenes, ¿por qué Diógenes no va a poder vivir sin Manes?".

*Diógenes no tenía más propiedades que una manta y un jarrito en el que tomaba agua, que siempre llevaba con él. Cuando vio a orillas de un río que un chico tomaba agua con sus propias manos, miró al jarrito con bronca y lo tiro a cualquier parte. Desde entonces, sólo le quedó la manta.

*El poderoso Alejandro Magno se lamentaba porque un tipo tan inteligente como Diógenes viviera como un vagabundo. Entonces movilizó a sus soldados y salió él mismo a la ciudad a buscarlo. Cuando llegó, Diógenes estaba durmiendo una siestita, acostado. Alejandro Magno pidió que lo despertaran y con su mejor voz de emperador le hizo una propuesta irrechazable: "Diógenes, pídeme lo que desees y te será concedido". Diógenes se hizo visera con la mano y le dijo medio dormido: "Bueno, entonces correte que me estás tapando el Sol".

El nacimiento del teatro (siglos VI y V a.C.)

Pánico escénico. Los teatros griegos eran imponentes.
El teatro nació en Grecia, en el siglo VI a.C., como un desprendimiento de los coros. Desprendimiento quiere decir, en este caso, que a las odas (canciones religiosas) se les fueron agregando otro tipo de expresiones, al punto que se terminó creando un arte distinto: el teatro.

En las fiestas cívico-religiosas que se celebraban en honor a los dioses, se recitaban poemas, a veces acompañados con danzas y canciones. En 534 a.C., el poeta Tespis hizo recitar por primera vez a un actor en diálogo con el coro, dando origen a lo que luego sería el teatro.

Las primeras obras eran tragedias (el personaje central sufría desgracias y dependía de los dioses). Los principales autores fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides: crearon unas trescientas, de las que quedan apenas 33. Los actores eran pocos y cada uno representaba a varios personajes. No era necesario que disimularan su identidad: lo importante era que el público se diera cuenta de que eran otro personaje.

A las obras, que tenían un fuerte contenido social, asistían más de 10.000 personas. El teatro era la única actividad pública en la que estaban incluidas las mujeres, que podían ver las obras pero no podían actuar. En cada fiesta, se hacía un concurso para elegir a la mejor obra de teatro.

Los concursos de comedias comenzaron en 486 a.C. Epicarmo de Megara (550-460 a.C.) y Aristófanes (444-385 a.C.) fueron los primeros grandes autores.

Principales dramaturgos griegos

Esquilo (525-456 a.C.): Introdujo un segundo actor y redujo a doce el número de componentes del coro. Escribió Los persas, Siete contra Tebas y Prometeo encadenado. No sólo hizo política a través de sus obras: participó de batallas para defender Atenas.

Sófocles (496-406 a.C.): Aristóteles lo consideró el mayor dramaturgo griego. Ganó 19 concursos de teatro. Escribió Edipo, rey y Antígona. Incluyó un tercer personaje y amplió el coro de doce a quince personas. En sus obras, el ser humano se enfrenta solo a las desgracias de la vida.

Eurípides (480-406 a.C.): Denostado en su época, con el tiempo ganó mucho prestigio. Escribió Las bacantes, Ifigenia en Áulide y Las troyanas. En sus obras, siempre aparecía un dios que aportaba la solución final.

27 de mayo de 2011

Solón (640 a.C. - 558 a.C.)

Solón no es un personaje muy conocido. Está a años luz de, digamos, un Nerón o un Einstein. Si lo nombran es, más que nada, para referirse a "las leyes de Solón", que fueron importantes en la Grecia clásica. Pero ¿quién demonios fue Solón?

Solón era un tipo de clase alta en Grecia que en el siglo VI a.C. ocupó el cargo de arconte. En esa época, Grecia estaba dividida en ciudades y cada ciudad estaba gobernada por las familias más poderosas: la aristocracia. Por suerte, los campesinos, que eran maltratados y terminaban muriendo por hambre o siendo esclavos, se agruparon para exigir cambios. La aristocracia, para calmarlos, creó el cargo de los arcontes, que eran personas respetadas (siempre de la clase alta, claro) que crearían leyes para que exista un poco más de justicia social.

No sé si porque era buen tipo o porque no le quedaba otra, pero Solón fue, de todos los arcontes, el que creó leyes más contundentes, esas famosas "leyes de Solón". En ellas, intentó terminar con la división aristocrática que existía en Atenas, la que terminó transformándose en una división económica (los que producían más con sus tierras, tenían más derechos).

Las leyes de Solón aumentaron el número de hombres que podían participar en las asambleas y prohibió la esclavitud por deudas. Sus decisiones dieron impulso al cambio que se estaba gestando en Atenas y que culminaría con la creación del primer sistema democrático de la Historia.

Más sobre Solón: Las lágrimas de Solón - Un palíndromo histórico

26 de mayo de 2011

La guerra del Peloponeso (460 a.C. - 404 a.C.)

La guerra del Peloponeso fue un extenso enfrentamiento entre Atenas y Esparta (dos ciudades de Grecia) sostenido entre el año 460 y el 404 a.C.

El contexto. En aquel momento, Grecia no existía como país. Lo que había eran polis (ciudades-estado) que compartían el idioma y la religión, por lo que se respetaban y se unían ante ataques externos. El último gran evento en la vida griega estaba en su etapa final: las guerras médicas (490-448 a.C.), en las que las ciudades griegas habían derrotado al poderoso imperio persa.

¿Por qué hubo guerra? No se sabe exactamente, pero tiene una deducción bastante lógica. Atenas y Esparta eran las dos polis griegas más importantes. El resto de las ciudades tenía que aliarse con alguna casi obligatoriamente. La tensión entre ellas había nacido muchas décadas antes, pero cuando la pequeña ciudad de Corcira, hasta entonces aliada a Esparta, se rebeló contra las exigencias espartanas, Atenas le brindó ayuda para liberarse; y eso, a Esparta, no le gustó nada.

¿Qué pasó durante la guerra? La llamada primera guerra del Peloponeso (460-446 a.C.) había sido previa al alzamiento de Corcira y se cerró con un tratado de paz que finalmente no se respetó. La verdadera guerra del Peloponeso comenzó entonces en 431 a.C. Esparta era fuerte en tierra; Atenas era superior en el mar. Lo que desequilibró la balanza fue una epidemia que mató a casi un tercio de la población de Atenas, incluido el legendario Pericles.

Firmaron otro tratado de paz en 421 a.C., pero otra vez no funcionó. Cuando comenzaron nuevamente los enfrentamientos, Esparta se alió con Persia y terminó sometiendo a una debilitada Atenas en 404 a.C.

¿Y después? Esparta se quedó con el dominio de todas las polis griegas, incluida Atenas, por lo que finalizaron los gobiernos democráticos y volvió a reinar la aristocracia, aunque no por mucho tiempo. Los atenienses comenzaron a mostrar su descontento y Esparta, para evitar el renacimiento del conflicto, aceptó que retorne allí el sistema democrático.

25 de mayo de 2011

El Partenón (siglo V a.C.)

El Partenón es un monumento creado por los griegos en honor a la diosa Atenea. Pericles ordenó su construcción, que se efectuó entre el 447 y el 432 a.C.

Por ahí para nosotros no parece gran cosa, pero a los arquitectos se les cae la baba cuando lo ven. Es la obra cumbre del arte dórico y es completamente de mármol blanco. Mide 70x31 y tiene diez metros de alto.

Leyendo un poco más, también me entero que el Partenón era apenas el marquito de la verdadera gran obra: había sido hecho sólo para poner allí una escultura hecha en oro y marfil de Atenea. Wow.

"Señor, acuérdese de los atenienses"

Se calentó re mal. Darío I odiaba a los atenienses hasta con los dedos de los pies.
En el siglo V a.C., Darío I era rey del invencible ejército persa, que arrasaba sin gran oposición los territorios griegos más débiles. Aunque no habían sido atacados directamente, los atenienses decidieron ayudar a sus ciudades hermanas y lograron detener el avance persa.

A partir de esa primera e insultante derrota para los persas, Darío I, desbordado por el odio, ordenó a uno de sus soldados que cada mañana, durante el resto de su vida, le repitiera una frase: "Señor, acuérdese de los atenienses". Tanta insistencia sería uno de los motivos que desatarían las guerras médicas.

Ante esto, en vez de terminar este texto con dignidad, no puedo evitar pensar una pavada: ¿qué me haría repetir yo todos los días? ¿Cuál es la piedra fundante de mi humanidad, ya que no tengo atenienses para odiar? Supongo que sería algo como: "No, no pierdas tiempo con eso. Éste podría ser el último día".

14 de mayo de 2011

Las guerras médicas (490 - 448 a.C.)

300 y pico. Aunque eran más de lo que dice la leyenda, los espartanos la descosieron en las Termópilas.
Antes que nada: las guerras médicas no tienen nada que ver con la medicina. Se llaman médicas porque los griegos denominaban medos a los enemigos, sin distinguir si realmente eran medos o persas. Ahora sí, contemos la historia.

En el siglo VI a.C. existía un importante imperio, el aqueménida, formado por medos y persas (en realidad, los persas eran los poderosos y a los medos no les quedó otra que aliarse). El imperio aqueménida llegaba a una región, destituía a sus gobernantes (en general, matándolos) y trataba de caerle bien a la población para que no hubiera conflictos: les respetaban su religión y su idioma, y les prometía la seguridad de ser custodiados por el imperio más poderoso del planeta.

Así sucedió en algunas regiones de Grecia, donde no hubo problemas hasta que los aqueménidas exigieron más y más impuestos. Cuando la población comenzó a sufrir hambre, intentó rebelarse. La primera rebelión fue en Mileto (493 a.C.): los aqueménidas arrasaron a la ciudad, mataron a algunos y echaron al resto.

Darío I, emperador persa, se cebó y decidió atacar Atenas (todavía libre), dando comienzo a las guerras médicas (490 a.C.). Los atenienses no sólo mantuvieron conflictos internos sobre el modo de afrontar el combate, sino que soportaron que Hipias, último tirano ateniense, luchara del lado de los persas.

La primera guerra médica tuvo tres batallas fundamentales. Los persas conquistaron las Cícladas occidentales y Eretria, y Atenas logró salvar a la ciudad de Maratón en heroica lucha. Esparta (la ciudad más poderosa de Grecia) había prometido ayuda, pero la ayuda nunca llegó. Los atenienses, que eran diez mil, enfrentaron a veinte mil persas. Gracias a un general llamado Milcíades, que planeó bien la estrategia, Atenas detuvo el sanguinario avance persa.

La paz se mantuvo hasta que Jerjes, sucesor de Darío I, decidió atacar Grecia en el año 480 a.C., dando inicio a la segunda guerra médica.

Entonces se produce la batalla de las Termópilas, que algunos de ustedes habrán conocido en la película 300, basada en un maravilloso comic de Frank Miller: un puñado de espartanos (en realidad eran más de trescientos), al mando de Leónidas, dejaron la vida para retrasar la invasión persa y permitir que Grecia preparara el gran enfrentamiento final.

Así, en 479 a.C., el imperio invadió las ciudades griegas, asesinando a todos a su paso. La defensa final funcionó: los espartanos que quedaban derrotaron a los persas en Platea y, gracias a la inteligencia del general Temístocles, los atenienses vencieron en Micala. Con mucha sangre en el medio, Grecia se salvó.

Sin embargo, los griegos no podían confiar en que los persas la cortaran de una vez, así que se organizaron para una futura defensa, formando la liga de Delos.

Los persas volvieron a atacar, claro. Esta vez, al mando de Artajerjes I y con otro aliado inesperado: Temístocles, lleno de odio tras haber sido injustamente desterrado de Atenas. La tercera guerra médica, por suerte, fue la menos terrible. Los griegos, ya preparados para todo, frenaron a los persas en el primer intento: en la batalla del río Eurimedonte (467 a.C.). Y, cansados de tener pesadillas con persas todas las noches, lograron firmar un tratado de paz con Artajerjes I en el año 448 a.C. Por fin, las guerras médicas habían terminado.

Esparta: un mal lugar para nacer

Esparta fue una de las principales polis (ciudades-estado) de la Grecia clásica. Y la más cruel. Bastante hijos de puta eran los espartanos. Podemos resumirlo en cuatro detalles.

*Si un niño o niña nacía con algún defecto o enfermedad, lo abandonaban en el monte: indirectamente, lo mataban. Si el defecto físico no era tan grave, lo usaban de esclavo.

*A los 7 años, los niños eran separados de su mamá y los metían en escuelas de guerra.

*Los más grandes tenían derecho a pegarles a los más chicos si consideraban que no eran obedientes. Pero no un coscorrón, eh: pegarles en serio, azotarlos, hacerlos sangrar.

*A los 18 años debían atravesar un rito de iniciación: la criptia. A los hombres los dejaban dos años en un campo desierto para que aprendieran a sobrevivir.

Ustedes, que se quejan porque a los 7 años su mamá los dejaba con una tía pesada toda la tarde, o porque a los 18 tuvieron que hacer el CBC en la UBA y no tenían dónde sentarse, considérense afortunados de no haber nacido ahí, donde todo era guerra, honor, patria y muerte muerte muerte. Considérense afortunados por no haber nacido en Esparta.

13 de mayo de 2011

Parménides (siglo VI a.C.)

Parménides de Elea fue un filósofo griego del que no se sabe exactamente cuándo nació ni cuándo murió. Si Heráclito era conocido como el filósofo del devenir, porque afirmaba que todo cambia y todo se modifica, Parménides era considerado el filósofo de la permanencia, porque decía que el ser, la esencia de las personas, es inmodificable.

Parménides se oponía a las ideas ambiguas del pasado y aseguraba que "pensar y ser son una y la misma cosa", idea que sentó las bases de la racionalidad occidental, que el propio Parménides desarrolló con tres principios fundamentales: el principio de identidad, el de contradicción y el principio de tercero exclusivo.

Ya sé que es complicado, así que lo explico de otra manera: Parménides cree que un perro es un perro. No que un perro es la idea que tenemos de un perro, ni que un perro es una creación de la naturaleza llamada perro, ni que un perro es en realidad el alma de un perro. Parménides cree que un perro es un perro, y punto. Esa idea, que parece obvia, es bastante discutida incluso hoy, cuando algunos se preguntan si una pareja homosexual es una pareja o es otra cosa. Aprendamos de Parménides: una pareja es una pareja, y punto. Cómo me gusta terminar un texto así.

Heráclito (535 – 484 a.C.)

Heráclito de Éfeso fue uno de los primeros filósofos griegos y el más rebuscado: más que entenderlo, hay que adivinarlo. En lugar de ser medianamente directo, como Tales de Mileto o Sócrates, Heráclito era una especie de adivino místico, de oráculo. Decía palabras, ideas sueltas, que se podían interpretar de distintas maneras. Por eso lo llamaban el oscuro.

En la cronología filosófica, Heráclito aparece inmediatamente después de los milesios (Tales, Anaximandro, Anaxímenes). Él, más que un filósofo, era un sabio. El mismísimo Aristóteles era un gran fan suyo.

El pensamiento de Heráclito, según me explicó Ernesto D’Amico cuando tuve filosofía en la Universidad de Lomas, puede dividirse en cuatro grandes temas.

1) El devenir. Heráclito afirmaba que todo cambia y nada permanece. Fue él quien dijo “nadie se baña dos veces en el mismo río”, explicando no sólo que el agua del río fluye, sino que las personas también se modifican de un momento a otro. Para Heráclito, sólo existen sensaciones subjetivas, o sea que no podemos conocer absolutamente nada de la realidad y estamos limitados a nosotros mismos. “El Sol mide lo mismo que un pie humano”, afirmó Heráclito, que no estaba drogado, sino acostado y comparando a su pie con el Sol.

2) El fuego. Los presocráticos (filósofos anteriores a Sócrates) buscaban el principio generador del mundo: el arjé. Tales de Mileto decía que esa sustancia clave era el agua; que todo había nacido del agua. Anaximandro inventó un concepto llamado ápeiron. Parménides aseguraba que era el aire. Heráclito, por su parte, creía que el arjé era el fuego; justamente porque el fuego es sinónimo de cambio. Nada que pase por el fuego permanece intacto.

3) Logos. Este concepto es más difícil de entender. Heráclito dice que, aunque todo cambia permanentemente, esos cambios no son caóticos, no son porque sí. Pueden predecirse, existe una especie de orden universal: el logos.

4) Los opuestos. Heráclito decía que los opuestos se complementan y forman parte de un todo. Traducción: lo bueno y lo malo, el día y la noche, el frío y el calor son sólo partes de algo más grande, llamado por Heráclito “la unidad” o “lo sabio”. Hablando sobre esto, Heráclito tira la frase que más me gusta de él: “La armonía oculta es mayor que la manifiesta”. Eso está muy bien, Heráclito: el caos es la falsa imagen de algo mucho más enorme que avanza escondido. Si Heráclito tuviera un programa en la tele seguro nos explicaría que los conflictos internacionales, la lucha obrera, el declive de Europa, el empobrecimiento de la mitad de la población mundial, todo-todo-todo es en realidad parte de algo mucho más grande: el momento en que el capitalismo ingresa en su lenta etapa de decadencia.

Ostracismo (487 a.C.)

Los griegos, tan correctitos ellos, tan filósofos, fueron precursores del algo habrá hecho: castigar a alguien por sospechar de él, creer que las decisiones de los más poderosos son siempre correctas, lavarse las manos cuando existe una injusticia. Esa mierda del algo habrá hecho significó la muerte de treinta mil personas en Argentina entre 1976 y 1983, y de millones en el planeta. Yo quería hablar sobre el ostracismo como una anécdota divertida, pero ahora que lo pienso me parece una porquería.

En el año 487 a.C., un político llamado Clístenes instauró en Grecia el ostracismo. Escuchen bien esto porque era una locura total: una vez por año, se hacía una votación para decidir quién era el ciudadano más sospechoso de representar un peligro para el estado. Una estupidez atómica. No importaba que ese año nadie hubiera hecho nada: se juntaban y votaban igual para condenar a alguno. Al pobre tipo cuya cara no les gustaba a los poderosos, lo obligaban a irse de la polis (ciudad) durante diez años. Sí: diez años. Estaban todos pirados.

Lo más curioso es que ser condenado al ostracismo no era para tanto: a la persona le cuidaban todas sus cosas hasta el retorno, y cuando volvía lo esperaban para darle un abrazo. Los griegos tenían tan metida en el cerebro la idea de que la polis estaba antes que las personas, que la mayoría de los condenados se la bancaba casi sin quejas. Ustedes me dirán que era otra época, que había que estar ahí para entenderlo. Y yo les digo que no, que no jodamos, que en el futuro van a explicar que nosotros trabajábamos de lunes a viernes como esclavos para que otros no hagan nada y se aprovechen de nuestro esfuerzo, y alguno va a decir "en ese momento estaba bien visto". No: no está bien visto un carajo. Ni el ostracismo antes, ni el capitalismo ahora. Perdón, pero hoy me levanté guerrillero.

Nota de noviembre de 2011. En uno de los comentarios, un lector anónimo aportó otra mirada sobre el Ostracismo. Me pareció valioso publicarla. Aquí va.

El ostracismo nació entre las reformas del precursor de la democracia, Clístenes, en el 508 a.C, y fue aplicado por primera vez en el año que mencionas. Su objetivo era servir como mecanismo para controlar la acumulación desmedida de poder en la Atenas democrática, y evitar el regreso de la Tiranía. Todos los ciudadanos atenienses participaban en la votación, sin importar su fortuna ni rol social.

Posteriormente, la práctica cayó en la especulación y se transformó en una herramienta política para generar hegemonía. Sin embargo, su aplicación regular sirvió para mantener un equilibrio y alternancia de poderes, y como salida de escape para renovar el destino político en momentos de crisis.

Que útil sería hoy en día que un político sea juzgado directamente por el pueblo, y poder renovar la conducción política, sin la necesidad de grandes revoluciones.

7 de mayo de 2011

Literatura griega (800 a.C. - 300 a.C.)

Siempre jugaba por abajo. Simónides, un lírico total.
Homero, con La IlíadaLa Odisea, fue la figura que dio comienzo a la literatura griega. Lo leían y estudiaban en todas las ciudades.

Después desarrolló su obra Hesíodo, que con su Teogonía explicó el origen del mundo y desarrolló la mitología griega.

Junto a los poemas de Hesíodo, en los siglos VII y VI a.C. nació y evolucionó la lírica griega: los versos cantados se acompañaban con música y danzas. En la lírica ya no se hablaba de los grandes héroes y batallas del pasado, sino del placer, de los sentimientos y de los placeres de la época.

Entre los principales autores líricos estuvieron Alceo, Anacreonte, Simónides de Ceos y la poetisa Safo. Con Píndaro, la lírica coral griega alcanzó su punto más alto.

Timoteo de Mileto (450-360 a.C.) realizó en su obra Los persas una descripción lírica de una batalla naval, la de Salamina.

Jenofonte de Atenas (430-354 a.C.) fue un autor polifacético (escribía con distintos estilos) que creó Apología de Sócrates, Recuerdos de Sócrates y El Banquete.

Los griegos eran machistas

Mucho blabla, mucha democracia, pero en la Grecia clásica los hombres eran machistas hasta el hartazgo. Las mujeres griegas no sólo estaban al margen de toda actividad política, sino que apenas podían salir de sus casas (bah, las casas de sus maridos).

¿Qué podía hacer una mujer además de limpiar o cuidar niños (si es que no tenía una esclava que hiciera eso también)? Podía ir sola a fiestas pequeñas o visitar a alguna amiga. Las reglas eran dos: que estuviera allì durante poco tiempo y que un esclavo la vigilara para evitar conversaciones con otros hombres.

O sea: es cierto que todavía hay discriminación de género, pero con respecto a la Edad Antigua vamos evolucionando. Saludos a todos los que me conocen.

6 de mayo de 2011

Confucio (551 - 479 a.C.)

Confucio y Lao-Tsé son las dos principales figuras de la filosofía china. De hecho, las principales religiones chinas, el confucianismo y el taoísmo, están inspiradas en ellos.

Confucio comenzó sus enseñanzas a los 50 años, luego de una vida bastante normalita en la que llegó a ser Ministro de Justicia. Él deseaba recuperar lo mejor de las filosofías anteriores para terminar con la decadencia moral que invadía a China. ¿Algún dato copado? Sí: le gustaba mucho la música y exigía una vida ejemplar a los gobernantes. ¡Vamo', Confucio!

Para él, las mayores virtudes que podía tener una persona eran la tolerancia, la bondad, el amor al prójimo y el respeto a los mayores. Nada demasiado original. Lo que sí era original era su plan: aseguraba que si el príncipe de alguna región le permitía tomar decisiones, en tres años su proyecto social se consumaba perfectamente. O no había mucho para arreglar o Confucio se tenía mucha fe. De todas maneras, nadie le dio la posibilidad de intentarlo. En 484 a.C., cansado de los rechazos, se dedicó a enseñar y a escribir.

Yo sé que es fácil creer en la igualdad entre las personas ahora, y que la Edad Antigua ni siquiera se tomaba en consideración una idea de ese tipo, pero Confucio me cae un poco mal porque basaba el éxito de las relaciones en la existencia de un superior y un inferior (gobernador/ministro; padre/hijo; marido/mujer), en las que el superior debía proteger y el superior, ser leal. Ojo: Séneca también vivió en la Edad Antigua y creía en esa igualdad, así que tampoco era imposible. Tomatelás, Confucio.

Reconozco, igual, que me gustó una frase suya que encontré: "Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable". De todos modos, no me cierra: el confucianismo no es lo mío. Seguiré buscando religión.

4 de mayo de 2011

Cronología universal (1-100)

Año 2. Ovidio, un romántico total.
1: La población de la Tierra alcanza los 252 millones de habitantes.

1: Tito Livio escribe Historia de Roma.

2: En China, finaliza un censo iniciado un año antes. Indica que existen 60 millones de habitantes en la región.

2: Ovidio escribe Los remedios al amor.

3: En China inventan la carretilla.

4: Se aprueba en Roma una ley que permite torturar a los esclavos y marcarles la cara con un hierro caliente. Tremendos hijos de puta.

5: Nace San Pablo.

6: El hambre azota Roma. Octavio Augusto dobla las raciones de grano que se distribuyen al pueblo.

7: Estrabón escribe Geografía, recopilando los conocimientos geográficos de los griegos.

8: Ovidio escribe El arte de amar.

14 a 37: Tiberio, emperador romano.

17: Muere Ovidio, poeta romano.

18: Fundación de la ciudad de Seúl, que actualmente pertenece a Corea del Sur.

27: Se derrumba un teatro en Fidenas, territorio que es parte del Imperio Romano. Mueren 20.000 de los 50.000 espectadores.

30: Jesús de Nazaret es crucificado por orden de las autoridades romanas.

Año 30. Tarde de crucifixión, clavan al hijo de Dios. 
31: Intento de destronar al emperador Tiberio por parte de su sobrina Livila y Sejano, amante de ella. Sejano es ejecutado y Livila es encerrada y muere ¡de hambre! bajo la satisfecha mirada de su madre, Antonia la Menor.

32: San Pedro es proclamado como el primer papa de la Iglesia católica.

37 a 41: Calígula, emperador romano.

41 a 54: Claudio, emperador romano.

43: Tropas romanas fundan la ciudad de Londres, bajo el nombre de Londinium.

46: En China se produce un terremoto de 6,5 grados en la escala Richter. El número de muertes se desconoce.

49: Séneca se convierte en tutor de Nerón.

50: Construcción de la Pirámide del Sol en Teotihuacán, México.

54 a 68: Nerón, emperador romano.

59: Nerón ordena el asesinato de su madre.

63: Flavio Vespasiano, gobernador de África.

64: Se produce un grave incendio en Roma. Nerón culpa a los cristianos e inicia una persecución contra ellos.

64: Séneca proclama la igualdad de todos los hombres, incluidos los esclavos.

65: Nerón ordena el asesinato de Séneca.

66 a 73: Guerra Judeo-Romana. El imperio reprime la revuelta.

68: Nerón deja de ser emperador romano y se suicida.

69: En Roma, se suceden cuatro emperadores en solamente un año.

69 a 79: Tito Flavio Vespasiano, emperador romano.

70: Comienza la construcción del Coliseo romano.

73: El Imperio Romano cerca la Masada. Los luchadores judíos, que resistían allí, deciden un suicidio colectivo. Fin de la Guerra Judeo-Romana.

79 a 81: Tito, emperador romano.

80: Inauguración del Coliseo romano.

81 a 96: Dominiciano, emperador romano.

91: Julia Flavia, hija del emperador Tito, muere a causa de un aborto clandestino.

96: San Juan escribe el Apocalipsis, texto fundamental de la Biblia.

96 a 98: Nerva, emperador romano.

98: Trajano, emperador romano. Gobernará hasta el año 117.

100: El ejército romano llega a los 300.000 soldados.

Año 41. Estatua de Claudio, emperador de Roma.