20 de febrero de 2023

Suecia (1632-1721)


• Resumen de lo publicado

Suecia es un país de Europa. Su territorio fue habitado hace al menos 14.000 años. En el siglo I, el Imperio Romano no pudo conquistar la región por la resistencia de sus habitantes (mal llamados "bárbaros"). Entre los siglos VIII y X, entre los pueblos “vikingos” se encontraban los suecos, que participaban de expediciones a distintas regiones y habrían fundado las ciudades de Novgorod y Kiev (actual Ucrania). Los suecos se separaron de los otros “vikingos” (daneses y noruegos) y se asentaron en lo que hoy es Suecia. Entre 995 y 1022, Suecia fue cristianizada; y entre 1060 y 1250, tres familias lucharon por reinar en Suecia. En el siglo XIV, los daneses conquistaron Suecia, que mediante la Unión de Kalmar pasó a formar parte del reino de Escandinavia, compuesto por Dinamarca, Noruega, Islas Feroe, Finlandia y Groenlandia. Las suecas y suecos fueron quienes más se opusieron a esa unión forzada y, cuando el rey Cristián II (1513-1523) asesinó a centenas de suecas y suecos, los reinos se separaron definitivamente y se miraron con desconfianza durante décadas. Gustavo I (1523-1560) fue el primer rey de Suecia. Rechazó el catolicismo e introdujo las ideas protestantes. Erico XIV (1560-1568) intentó expandir el territorio. Paranoico y cruel, fue derrocado por un medio hermano y encarcelado hasta su muerte en 1577. Juan III (1568-1592), católico, reanudó los enfrentamientos entre católicos y protestantes, y estableció una alianza con Polonia. Su hijo Segismundo I (1592-1599) era rey de Polonia desde 1587, por lo que tenía mayor poder. Como vivía en Polonia, en Suecia era impopular y tenía menor control; por eso permitió, aunque era católico, que los suecos fueran protestantes. En 1598, los suecos se rebelaron y Segismundo viajó junto para reprimirlos, pero fue derrotado. Con Carlos IX (1604-1611) el protestantismo tomó fuerza y volvieron los enfrentamientos contra Polonia. Las campesinas y campesinos sufrían la inestabilidad política, ya que cada enfrentamiento requería de impuestos más altos y de refuerzos para el ejército. Gustavo II (1611-1632) dio inicio a lo que se conoce como "Imperio Sueco": se metió en cuanta guerra pudo (derrotó a Rusia en 1617 y a Polonia en 1629), impuso reformas administrativas, robó territorios para Suecia y la dejó mal económicamente por tantos gastos para sostener el ejército.

• ¿Cómo sigue la historia?

Durante el reinado de Gustavo II y de Cristina (1632-1654), Suecia participó de la sanguinaria Guerra de los Treinta Años (1618-1648), de la cual salió muy bien parada. Aunque Gustavo II murió en combate (Lutzen, 1632), la guerra le permitió a Suecia quitarle poder y territorio a Dinamarca y convertirse en una de las dos grandes potencias de Europa, junto a quien fue su aliada, Francia.

El poderío le duró poco a Suecia. Intentó expandirse hacia otros continentes (dominaron parte del actual Estados Unidos en 1638; y del actual Ghana en 1650), intentando robar recursos y explotar salvajemente a esclavas y esclavos; pero en la segunda mitad del siglo XVII, por diversos motivos, iría perdiendo protagonismo y poderío militar y político.

La Segunda Guerra Nórdica (1655-1660) y nuevos enfrentamientos contra Rusia desgastaron económica y militarmente a Suecia. Además, su creciente poder generó que varios reinos se aliaran para detener su expansión. 

Ya en el siglo XVIII, Dinamarca, Noruega, Rusia, Polonia y Lituania conformaron la Coalición Antisueca y desataron la Gran Guerra del Norte (1700-1721), en la que Suecia fue derrotada, perdió parte de sus territorios y dejó de ser una potencia europea.

La historia de Suecia la seguimos otro día.
Retrato de la reina Cristina