25 de mayo de 2011

"Señor, acuérdese de los atenienses"

Se calentó re mal. Darío I odiaba a los atenienses hasta con los dedos de los pies.
En el siglo V a.C., Darío I era rey del invencible ejército persa, que arrasaba sin gran oposición los territorios griegos más débiles. Aunque no habían sido atacados directamente, los atenienses decidieron ayudar a sus ciudades hermanas y lograron detener el avance persa.

A partir de esa primera e insultante derrota para los persas, Darío I, desbordado por el odio, ordenó a uno de sus soldados que cada mañana, durante el resto de su vida, le repitiera una frase: "Señor, acuérdese de los atenienses". Tanta insistencia sería uno de los motivos que desatarían las guerras médicas.

Ante esto, en vez de terminar este texto con dignidad, no puedo evitar pensar una pavada: ¿qué me haría repetir yo todos los días? ¿Cuál es la piedra fundante de mi humanidad, ya que no tengo atenienses para odiar? Supongo que sería algo como: "No, no pierdas tiempo con eso. Éste podría ser el último día".

2 comentarios:

  1. Debajo de la imágen pones ... Dario I, odiaba a los persas hasta con los dedos de los pies.
    Osea se odiaba asi mismo... entonces para que le ordenó a uno de sus soldados que cada mañana le repitiera... "Señor, acuérdese de los atenienses"

    UN POCO MAS DE CUIDADO, POR FAVOR... ASI CAMBIANDOLA... NO SE AYUDA A ENSEÑAR LA HISTORIA

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