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9 de enero de 2024
24 de julio de 2020
Chile (hasta el año 1598)
El actual territorio de Chile habría sido poblado por seres humanos hace alrededor de 15.000 años. El pueblo más relevante de la primera etapa fue la cultura Chinchorro, que habría sobrevivido entre los años 5000 y 1700 a.C. Fue la primera cultura que momificaba a sus muertas y muertos.
Se estima que en el siglo XV la población del actual territorio de Chile era de aproximadamente 1.200.000 personas. Los principales pueblos eran los aimaras, diaguitas, atacameños, incas, changos, mapuches, chonos, kawésqar, yaganes, aónikenk y selknam.
El Imperio de España, que comenzó su genocidio en América en 1492, llegó a Chile en 1520. Desde 1535 los españoles tomaron el norte y no detuvieron sus intentos de exterminio. Pero los mapuches, cuncos, huillches, pehuenches y picunches se unieron para enfrentarlos en el centro del país, dando inicio al enfrentamiento conocido como Guerra de Arauco, que duraría más de un siglo.
Después de 18 años en los que no pudieron someter a los pueblos originarios, en 1553 los genocidas planearon la masacre final: la batalla de Tucapel. Todo el sur de Chile y de Argentina estaban poblados por personas libres y los españoles querían seguir sus asesinatos ahí.
Sé que esa batalla generó muchas muertes y dolor entre los pueblos originarios, pero no puedo dejar de celebrar, anacrónicamente, el triunfo de mapuches, pehuenches y demás aliados. Porque significó, para miles de personas, una vida entera mucho mejor que la que hubieran tenido. Liderados por el cacique Lautaro, causaron la muerte del líder español, Pedro de Valdivia.
Lautaro fue asesinado por los españoles, que seguían sus intentos de esclavización, en 1557. Entonces fue elegido Caupolicán para dirigir la resistencia de los pueblos originarios. Pero Caupolicán también fue cruelmente asesinado, clavándole una lanza en el ano hasta sus entrañas para generarle mayor dolor. El siguiente líder se destacaba por su función de "sabio" entre los pueblos, se llamaba Colo Colo y fue clave para la resistencia hasta su muerte en 1565.
Los genocidas dominaban del centro hacia el norte, y en 1561 la situación empeoró para los pueblos originarios, porque un brote de viruela mató a cerca del 20% de las y los sobrevivientes.
Las batallas eran prácticamente permanentes y los españoles triunfaban pero conseguían ampliar sus fronteras pocos kilómetros, porque los pueblos originarios se reagrupaban y resistían del centro hacia el sur, al punto que para el año 1570 prácticamente habían detenido el avance español.
Durante dos décadas, los intentos de someter a mapuches, araucanos, huillches y pehuenches fracasaron. La defensa indígena era cada vez más heroica y sofisticada. A los españoles les ofrecían riquezas para sumarse al ejército, pero pocos querían participar de una guerra interminable que consideraban similar al infierno.
En 1598, en el suceso conocido como "la victoria de Curalaba" por l@s historiador@s just@s, los mapuches causaron una fuerte derrota a los genocidas, que perdieron más de la mitad de su ejército. Fue una gesta histórica, ya que permitió que aún hoy, 422 años después, muchos pueblos originarios sigan existiendo y se hayan salvado del genocidio.
Se estima que en el siglo XV la población del actual territorio de Chile era de aproximadamente 1.200.000 personas. Los principales pueblos eran los aimaras, diaguitas, atacameños, incas, changos, mapuches, chonos, kawésqar, yaganes, aónikenk y selknam.
El Imperio de España, que comenzó su genocidio en América en 1492, llegó a Chile en 1520. Desde 1535 los españoles tomaron el norte y no detuvieron sus intentos de exterminio. Pero los mapuches, cuncos, huillches, pehuenches y picunches se unieron para enfrentarlos en el centro del país, dando inicio al enfrentamiento conocido como Guerra de Arauco, que duraría más de un siglo.
Después de 18 años en los que no pudieron someter a los pueblos originarios, en 1553 los genocidas planearon la masacre final: la batalla de Tucapel. Todo el sur de Chile y de Argentina estaban poblados por personas libres y los españoles querían seguir sus asesinatos ahí.
Sé que esa batalla generó muchas muertes y dolor entre los pueblos originarios, pero no puedo dejar de celebrar, anacrónicamente, el triunfo de mapuches, pehuenches y demás aliados. Porque significó, para miles de personas, una vida entera mucho mejor que la que hubieran tenido. Liderados por el cacique Lautaro, causaron la muerte del líder español, Pedro de Valdivia.
Lautaro fue asesinado por los españoles, que seguían sus intentos de esclavización, en 1557. Entonces fue elegido Caupolicán para dirigir la resistencia de los pueblos originarios. Pero Caupolicán también fue cruelmente asesinado, clavándole una lanza en el ano hasta sus entrañas para generarle mayor dolor. El siguiente líder se destacaba por su función de "sabio" entre los pueblos, se llamaba Colo Colo y fue clave para la resistencia hasta su muerte en 1565.
Los genocidas dominaban del centro hacia el norte, y en 1561 la situación empeoró para los pueblos originarios, porque un brote de viruela mató a cerca del 20% de las y los sobrevivientes.
Las batallas eran prácticamente permanentes y los españoles triunfaban pero conseguían ampliar sus fronteras pocos kilómetros, porque los pueblos originarios se reagrupaban y resistían del centro hacia el sur, al punto que para el año 1570 prácticamente habían detenido el avance español.
Durante dos décadas, los intentos de someter a mapuches, araucanos, huillches y pehuenches fracasaron. La defensa indígena era cada vez más heroica y sofisticada. A los españoles les ofrecían riquezas para sumarse al ejército, pero pocos querían participar de una guerra interminable que consideraban similar al infierno.
En 1598, en el suceso conocido como "la victoria de Curalaba" por l@s historiador@s just@s, los mapuches causaron una fuerte derrota a los genocidas, que perdieron más de la mitad de su ejército. Fue una gesta histórica, ya que permitió que aún hoy, 422 años después, muchos pueblos originarios sigan existiendo y se hayan salvado del genocidio.
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Estatua del cacique Lautaro |
28 de marzo de 2011
La cueva de las manos (7350 a.C.)
La cueva de las manos se encuentra en Santa Cruz, Argentina. Es una de las expresiones artísticas más antiguas del planeta: las pinturas rupestres que están ahí fueron hechas hace más de nueve mil años. Además de las manos de las fotos (los creadores apoyaban las manos sobre las rocas y pintaban alrededor) posee otros dibujos y figuras. Pocos, muy pocos datos más son los que existen sobre este lugar. De verdad que me gustaría estar ahí. Debe dar un poco de escalofríos.
16 de marzo de 2011
Stonehenge (2000 a.C.)
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Oooh, son los tirapiedras... Vista de Stonehenge, en Inglaterra. |
Además de las piedras, ubicadas de un modo geométricamente extraño, hay alrededor de ellas un foso circular de 110 metros de diámetro (sí, es muy grande).
Como verán, este supuesto monumento de Stonehenge no es algo que me apasione, pero estoy medio obligado a nombrarlo para que después no digan “¿cómo no escribiste nada de Stonehenge, ipnorante?”.
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Seguí vos, hijo. La construcción de Stonhenge habría tardado cerca de mil años. |
14 de marzo de 2011
La cueva de Altamira (15000 a.C.)
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Le falta una manito de pintura. Techo de la cueva de Altamira. |
En 1880, el Congreso de Antropología de Lisboa había dictaminado que las pinturas de Altamira eran un fraude.
En 1902, tras el descubrimiento de nuevas pinturas rupestres en otras regiones, tuvieron que rectificarse: dijeron que son auténticas.
¿Quién nos asegura, entonces, que las verdades que nos juran ahora sean verdad?
19 de octubre de 2010
Primeras personas en América
La frase "Colón descubrió América" no tiene gollete. Colón dio inicio a un genocidio, al asesinato sistemático de seres humanos. Antes, en este continente, ya vivían personas. Antes, América ya había sido descubierta.
Los primeros habitantes de América llegaron hace unos 25 mil años. ¿Por qué llegaron? Porque los animales se desplazaban por Asia en busca de mejores pastos y las personas los seguían en sus viajes para mantenerse cerca de su fuente de alimento.
Se supone que cruzaron a pie el actual Estrecho de Bering. En la imagen se puede ver el trayecto que habrían recorrido, desde Siberia hacia Alaska. ¿Cómo lo hicieron si es demasiado profundo? En la época de los grandes glaciares, el nivel del mar pudo haber quedado por debajo del actual, transformando al estrecho en un puente de tierras.
Las semejanzas físicas que existen entre los habitantes de Siberia y Asia con los del continente americano son una prueba del origen asiático de los primeros americanos. Sip: los "pueblos originarios" no llegaron desde Europa ni surgieron en América. Vinieron desde Asia.
Los primeros habitantes de América llegaron hace unos 25 mil años. ¿Por qué llegaron? Porque los animales se desplazaban por Asia en busca de mejores pastos y las personas los seguían en sus viajes para mantenerse cerca de su fuente de alimento.
Se supone que cruzaron a pie el actual Estrecho de Bering. En la imagen se puede ver el trayecto que habrían recorrido, desde Siberia hacia Alaska. ¿Cómo lo hicieron si es demasiado profundo? En la época de los grandes glaciares, el nivel del mar pudo haber quedado por debajo del actual, transformando al estrecho en un puente de tierras.
Las semejanzas físicas que existen entre los habitantes de Siberia y Asia con los del continente americano son una prueba del origen asiático de los primeros americanos. Sip: los "pueblos originarios" no llegaron desde Europa ni surgieron en América. Vinieron desde Asia.
7 de octubre de 2010
El período Paleolítico
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Siempre igual. Durante el 99% de nuestra historia dependimos de las piedras. |
Una vez que aparecen los seres humanos, elegimos dejar la Geología y seguir la historia a través de lo que les fue pasando a las personas desde su aparición.
Antes de hablar de la evolución de la especie, íbamos por la Edad de Piedra, y contábamos que se divide en dos períodos: Paleolítico y Neolítico. Hablaremos en este post del primero.
El período Paleolítico se caracteriza porque los seres humanos comienzan a tallar la piedra. Este dato, que parece poco importante, es gigante. Pensemos que antes no existían más objetos que los naturales: había plantas, árboles, animales y lluvias. Pero las personas no habían creado nada, porque no tenían con qué. ¿Qué hacían? Juntaban cosas que se pudieran comer (casi siempre sin saber si les haría bien o mal) y mataban a golpes (o con piedras) a animales para comérselos. Muchas veces, crudos.
Atentos a este dato: el Paleolítico ocupa el 99% del tiempo desde la aparición de los hombres. Comenzó hace unos 2,5 millones de años y terminó hace aproximadamente 10 mil años. Durante casi toda su existencia, las personas dependieron del uso de las piedras, mientras iban aprendiendo a usar otros materiales: hueso, madera y cuero.
Durante el período Paleolítico las personas fueron nómades, o sea que llegaban a un lugar cualquiera con agua y comida cerca, y se quedaban ahí hasta que ya no tuvieran comida o hasta que se sintieran en peligro por algún motivo. Cuando pasaba eso, caminaban durante días hasta encontrar un lugar mejor. ¿Mudanza? No, porque no se llevaban nada. Es difícil de imaginar, pero no tenían nada para llevar más que a ellos mismos.
Podríamos escribir un montón sobre este período larguísimo, pero yo no tengo tiempo para escribir y probablemente ustedes tampoco tengan tiempo para leer. De todos modos, los que quieran saber más pueden googlear paleolítico y ahí van a encontrar información mucho mejor que la que yo pueda generar.
Después del período Paleolítico, ya lo dijimos, viene el período Neolítico.
12 de septiembre de 2010
La evolución del ser humano (segunda parte)
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Homo Habilis. Así éramos hace 1,8 millón de años. |
Los seres denominados Homo surgieron hace unos 2,5 millones de años. Los primeros homos fueron los Homo Habilis, que vivieron hasta hace 1,8 millón de años. Su nombre significa hombre habilidoso y tiene que ver con que ya construía elementos, o sea que tenía habilidad en las manos para transformar la naturaleza. Su cerebro, además, era más grande que el de las especies que habían existido hasta entonces.
El Homo fue evolucionando y, ante cada cambio trascendente, la ciencia les da nuevos nombres: Homo Rudolfensis, Homo Ergaster, Homo Georgicus y Homo Cepranensis fueron los siguientes, pero para no aburrir tanto, vamos a dedicarnos a los que mostraron cambios más importantes.
El Homo Erectus surgió hace 1,9 millón de años y vivió hasta hace 50 mil. Es también conocido como Hombre de Java. ¿Por qué es tan importante? Porque ya era totalmente bípedo y su capacidad craneana tenía el doble de tamaño que la de los Australophitecus.
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Homo Erectus. Medía alrededor de 1,80 metro. |
El Homo Antecessor convivió con el Homo Erectus. Surgió hace un millón de años y es considerada la primera especie homínida de Europa. Eran altos, fuertes y con una cara de rasgos bastante parecidos a los nuestros, aunque con el cerebro más chico.
Mucho más cerca en el tiempo aparece el Hombre de Neanderthal (Homo Neanderthaliensis). Habitó Europa y partes de Asia entre 230 mil y 29 mil años en el pasado. Tenía brazos y piernas cortos, mandíbula sin mentón y vivía en grupos organizados (los Gens), formados por alrededor de treinta miembros.
La siguiente especie importante son los Homo Sapiens, o sea nosotros. ¿Ven que de a poco vamos avanzando?
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Homo Neanderthalensis. Vivió hasta hace 29 mil años. |
11 de septiembre de 2010
La evolución de los seres humanos (primera parte)
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Sahelantropus Tchadensis. Primer simio con rasgos humanos. |
Una vez que tengas claro eso, empecemos con la parte más técnica, más científica.
El primer paso en la evolución de los seres humanos lo conformaron los homínidos (monos que tenían características que luego fueron exclusivas del ser humano).
Los primeros homínidos conocidos fueron los llamados Sahelantropus Tchadensis, Orrorin Tugenensis, Ardipithecus Kadabba y Ardipithecus Ramidus. Vivieron entre 7 millones y 4 millones de años en el pasado. Sus cráneos eran como los de los monos, pero tenían la cara más corta y los dientes más chicos. Ésas fueron las primeras características humanas en los simios.
Luego se produjo la aparición de los Australopithecus (o Australopitecos). Surgieron en África hace 6 millones de años y se extinguieron hace 2 millones, conviviendo con otras especies de homínidos. Se los diferencia de los anteriores porque se desplazaban sobre dos piernas, lo que representó un importantísimo paso en la evolución.
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Australophitecus Anamensis. Machos y hembras eran totalmente distintos. |
Hace 2,6 millones de años vivieron los Paranthropus, caracterizados por una mandíbula y muelas bastante fuertes. Los Paranthropus se dividieron en tres especies: Aethiopicus, Boisei y Robustus. Dejaron de existir hace 1,1 millón de años. La evolución del ser humano continúa en otro post.
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Paranthropus Boisei. Hace 1,2 millones de años, ellos eran nosotros. |
6 de septiembre de 2010
¿Qué es la evolución de la especie?
¿Cuánto hace que existen personas? Si tomamos en cuenta el tiempo de existencia del Universo, o uno más corto, el de la Tierra, el ser humano surgió hace muy poco tiempo. Antes, existió una Tierra sin humanos.
Prepárense, porque este texto va a ser complejo. Hablaremos principalmente de especies y mutaciones. Entonces, necesitamos entender qué es cada cosa.
Una “especie” se separa de otra cuando la mayor parte de su conformación genética (la estructura de su cuerpo) es diferente. Para que se generen nuevas especies, debe existir una “mutación”.
Una mutación sucede cuando la conformación genética de un ser vivo no es la “esperada” o “lógica”. Por ejemplo, si de una relación sexual entre dos personas que tienen cinco dedos, nace una persona que tiene seis. Las mutaciones no son buenas ni malas: existieron, existen y existirán. De hecho, si no existieran, todos nosotros no seríamos más que seres unicelulares, invisibles y sin mayor capacidad que la de sobrevivir.
Las mutaciones pueden ser provocadas por el contexto (si una mujer embarazada se expone a rayos nocivos puede provocar mutaciones en su hijo) o, lo más usual, azarosas, porque sí: en algún momento de la conformación del nuevo ser vivo (persona, animal o vegetal) algún detalle modificó su crecimiento y le incorporó esa mutación, esa diferencia. Insistimos: nadie ha estado exento de las mutaciones. Nosotros somos producto de miles de mutaciones ocurridas durante millones de años, desde el primer ser vivo existente hasta los que nazcan en mayo de 2018.
Otro dato importante es que las mutaciones no siempre son hereditarias. Si la persona que nace con seis dedos tuviera relaciones sexuales con otra persona con seis dedos, podría ser que su hijo tuviera seis dedos… pero también podría ser que no. Como vemos, hay mucha influencia de la suerte, o de factores que todavía son imposibles de explicar para la ciencia.
Pensemos entonces que, por suerte, los primeros seres vivos fueron sufriendo mutaciones hasta volverse más complejos: en vez de una célula, apareció uno de dos células, después uno de tres, después uno de diez… Actualmente, el cuerpo humano está conformado por al menos 5.000 millones de células.
A medida que sucedieron esas mutaciones, surgieron distintas “especies”. Algunas podían vivir en el agua, otras eran inmensas, otras volaban, otras echaban raíces en la tierra… Dentro de las muchísimas especies que se fueron conformando, los seres humanos somos mutaciones de la especie de los monos.
Hasta hace poco tiempo, yo estaba muy equivocado sobre la “evolución”. Por ejemplo, pensaba que los monos, en un momento, necesitaron usar dos de sus patas para adaptarse mejor a algún lugar (agarrar bananas que estaban ubicadas en un árbol muy alto, o algo así), entonces generación a generación fueron aprendiendo a pararse en dos patas. Y que poco a poco, por estar parados, su cuerpo fue cambiando. Y que perdieron el pelo porque ya no lo necesitaban para protegerse del frío. Si vos también imaginás algo así, estás equivocado. Por suerte, mi amigo Andrey, que es biólogo, me explicó algo parecido a lo siguiente…
La conformación biológica de una especie sólo puede cambiar por una mutación, y no por “adaptarse al medio en el que vive”. Entonces, algún día, alguna vez, por mutación, algún mono nació con la capacidad de sostenerse sobre dos patas; y esa mutación se transfirió a sus crías. Y luego, alguna cría de sus crías sufrió una mutación que le permitió directamente caminar sobre dos patas, transformando las restantes en brazos. Y así, un larguísimo etcétera durante millones de años. Es complicado, pero con esfuerzo se puede entender.
Pongamos un ejemplo actual. A los seres humanos, para tener mayor posibilidad de supervivencia, nos convendría tener una piel resistente a los rayos ultravioletas del sol. Así, se evitarían muchos cánceres de piel, por ejemplo. La cuestión es que, aunque vivamos durante miles de años expuestos a esos rayos, no surgirá “naturalmente” una especie humana con piel resistente. La única forma de que eso se produzca es a través de una mutación. Que un día, por azar o algún factor externo, nazca una persona con piel resistente a los rayos. Y que, luego, sus hijos hereden esa mutación.
Entonces, se generarían dos “miniespecies”: seres humanos con resistencia a los rayos ultravioletas y seres humanos sin resistencia. ¿Les suena raro? Es más normal de lo que parece. Actualmente existen seres humanos con y sin muelas de juicio; con el lóbulo de la oreja pegado o despegado; con tolerancia e intolerencia a consumir glucosa, trigo o lactosa; seres humanos con o sin el Síndrome de Down; personas con más y con menos de un metro de estatura.
Lo horrible de este cúmulo de datos (conocido como Teoría de Darwin) es que, a lo largo de la historia, se ha aplicado bastante lo de la “supervivencia del más fuerte”. Esto es que, si un día nace una especie con piel resistente a los rayos ultravioletas, a la contaminación ambiental o a los accidentes cerebrovasculares, lo más probable es que, dentro de millones de años, esa “especie” sobreviva, mientras que la especie que no reciba la mutación, débil ante el sol, la contaminación y los infartos cerebrales, poco a poco se extinga.
Por suerte, es sólo “lo más probable”. Será nuestro trabajo, como seres humanos, conseguir que durante los próximos siglos no sobrevivan sólo “los más fuertes”, sino generar las condiciones necesarias para que todos podamos sobrevivir más allá de nuestra conformación genética.
La evolución del hombre continúa en otro post.
Prepárense, porque este texto va a ser complejo. Hablaremos principalmente de especies y mutaciones. Entonces, necesitamos entender qué es cada cosa.
Una “especie” se separa de otra cuando la mayor parte de su conformación genética (la estructura de su cuerpo) es diferente. Para que se generen nuevas especies, debe existir una “mutación”.
Una mutación sucede cuando la conformación genética de un ser vivo no es la “esperada” o “lógica”. Por ejemplo, si de una relación sexual entre dos personas que tienen cinco dedos, nace una persona que tiene seis. Las mutaciones no son buenas ni malas: existieron, existen y existirán. De hecho, si no existieran, todos nosotros no seríamos más que seres unicelulares, invisibles y sin mayor capacidad que la de sobrevivir.
Las mutaciones pueden ser provocadas por el contexto (si una mujer embarazada se expone a rayos nocivos puede provocar mutaciones en su hijo) o, lo más usual, azarosas, porque sí: en algún momento de la conformación del nuevo ser vivo (persona, animal o vegetal) algún detalle modificó su crecimiento y le incorporó esa mutación, esa diferencia. Insistimos: nadie ha estado exento de las mutaciones. Nosotros somos producto de miles de mutaciones ocurridas durante millones de años, desde el primer ser vivo existente hasta los que nazcan en mayo de 2018.
Otro dato importante es que las mutaciones no siempre son hereditarias. Si la persona que nace con seis dedos tuviera relaciones sexuales con otra persona con seis dedos, podría ser que su hijo tuviera seis dedos… pero también podría ser que no. Como vemos, hay mucha influencia de la suerte, o de factores que todavía son imposibles de explicar para la ciencia.
Pensemos entonces que, por suerte, los primeros seres vivos fueron sufriendo mutaciones hasta volverse más complejos: en vez de una célula, apareció uno de dos células, después uno de tres, después uno de diez… Actualmente, el cuerpo humano está conformado por al menos 5.000 millones de células.
A medida que sucedieron esas mutaciones, surgieron distintas “especies”. Algunas podían vivir en el agua, otras eran inmensas, otras volaban, otras echaban raíces en la tierra… Dentro de las muchísimas especies que se fueron conformando, los seres humanos somos mutaciones de la especie de los monos.
Hasta hace poco tiempo, yo estaba muy equivocado sobre la “evolución”. Por ejemplo, pensaba que los monos, en un momento, necesitaron usar dos de sus patas para adaptarse mejor a algún lugar (agarrar bananas que estaban ubicadas en un árbol muy alto, o algo así), entonces generación a generación fueron aprendiendo a pararse en dos patas. Y que poco a poco, por estar parados, su cuerpo fue cambiando. Y que perdieron el pelo porque ya no lo necesitaban para protegerse del frío. Si vos también imaginás algo así, estás equivocado. Por suerte, mi amigo Andrey, que es biólogo, me explicó algo parecido a lo siguiente…
La conformación biológica de una especie sólo puede cambiar por una mutación, y no por “adaptarse al medio en el que vive”. Entonces, algún día, alguna vez, por mutación, algún mono nació con la capacidad de sostenerse sobre dos patas; y esa mutación se transfirió a sus crías. Y luego, alguna cría de sus crías sufrió una mutación que le permitió directamente caminar sobre dos patas, transformando las restantes en brazos. Y así, un larguísimo etcétera durante millones de años. Es complicado, pero con esfuerzo se puede entender.
Pongamos un ejemplo actual. A los seres humanos, para tener mayor posibilidad de supervivencia, nos convendría tener una piel resistente a los rayos ultravioletas del sol. Así, se evitarían muchos cánceres de piel, por ejemplo. La cuestión es que, aunque vivamos durante miles de años expuestos a esos rayos, no surgirá “naturalmente” una especie humana con piel resistente. La única forma de que eso se produzca es a través de una mutación. Que un día, por azar o algún factor externo, nazca una persona con piel resistente a los rayos. Y que, luego, sus hijos hereden esa mutación.
Entonces, se generarían dos “miniespecies”: seres humanos con resistencia a los rayos ultravioletas y seres humanos sin resistencia. ¿Les suena raro? Es más normal de lo que parece. Actualmente existen seres humanos con y sin muelas de juicio; con el lóbulo de la oreja pegado o despegado; con tolerancia e intolerencia a consumir glucosa, trigo o lactosa; seres humanos con o sin el Síndrome de Down; personas con más y con menos de un metro de estatura.
Lo horrible de este cúmulo de datos (conocido como Teoría de Darwin) es que, a lo largo de la historia, se ha aplicado bastante lo de la “supervivencia del más fuerte”. Esto es que, si un día nace una especie con piel resistente a los rayos ultravioletas, a la contaminación ambiental o a los accidentes cerebrovasculares, lo más probable es que, dentro de millones de años, esa “especie” sobreviva, mientras que la especie que no reciba la mutación, débil ante el sol, la contaminación y los infartos cerebrales, poco a poco se extinga.
Por suerte, es sólo “lo más probable”. Será nuestro trabajo, como seres humanos, conseguir que durante los próximos siglos no sobrevivan sólo “los más fuertes”, sino generar las condiciones necesarias para que todos podamos sobrevivir más allá de nuestra conformación genética.
La evolución del hombre continúa en otro post.
4 de septiembre de 2010
La Edad de Piedra
La Edad de Piedra no sólo es la época en la que vivieron Los Picapiedras, sino el primero de los períodos que componen la Prehistoria. Antes, existió una Tierra Sin Humanos.
La Edad de Piedra comenzó hace unos 4.000.000 de años. Es el período en el cual los seres humanos crearon herramientas de piedra debido a la carencia de una tecnología más avanzada. No había elementos de metal, ni de madera, ni de plástico: todos eran de piedra.
La Edad de Piedra se compone de dos etapas que analizamos en otros textos: el Paleolítico y el Neolítico.
La Edad de Piedra comenzó hace unos 4.000.000 de años. Es el período en el cual los seres humanos crearon herramientas de piedra debido a la carencia de una tecnología más avanzada. No había elementos de metal, ni de madera, ni de plástico: todos eran de piedra.
La Edad de Piedra se compone de dos etapas que analizamos en otros textos: el Paleolítico y el Neolítico.
2 de septiembre de 2010
La Prehistoria
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Ardiphitecus Ramidus. Una de las especies 'humanas' que vivió en la Prehistoria. |
La Prehistoria es el comienzo de la vida del hombre (y de la mujer, no apoyemos la diferencia de género). Abarca desde la aparición del primer mono que evolucionaba hacia ser humano (homínido) hasta la aparición de la escritura. ¿Qué tiene que ver la escritura? Es que cuando comienza la escritura, comienza la Historia, porque la Historia es, antes que nada, letras, palabras, historias, justamente.
Entonces, ¿qué hubo antes de la Historia? La Prehistoria. Y si quieren saber qué hubo antes de la Prehistoria, lean los textos de La Tierra sin humanos.
Bueno, ¿arrancamos con la Prehistoria? No, porque la Prehistoria es una etapa larguísima que va a abarcar más que un texto. Entonces vamos a dividirla y a empezar de a poco, por el primer período de la Prehistoria: la Edad de Piedra.
31 de agosto de 2010
Período Neógeno
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Ardipithecus Ramidus. Antepasado de Brad Pitt, entre otros. |
El Período Neógeno empezó hace 23.000.000 de años, y terminó hace 2.500.000. Se divide en dos épocas: Mioceno y Plioceno.
El Mioceno tuvo origen hace 23.000.000 de años y finalizó hace 5.300.000. El clima era frío y se multiplicaron los mamíferos ungulados, que son los que caminan sobre la punta de sus patas y tienen pezuñas, como el ciervo o el burro.
Disminuyó la superficie de los bosques y América del Sur se dividió de la Antártida. Aparecieron el rinoceronte, el gato y el camello en sus formas primitivas. O sea, eran parecidos a rinocerontes, gatos y camellos de ahora, pero no exactamente iguales.
Lo importante durante el Mioceno, y agárrense fuerte, es que por fin aparece algo parecido a una persona. Monos ya existían, pero empezaron a evolucionar de a poco. En el Mioceno vivieron especies a las que los científicos llamaron Sahelanthropus Tchadensis y Ardipithecus. Atentos a las imágenes porque esos, aunque suene increíble, son nuestros tataratataratatara abuelos.
La segunda época del Neógeno, lo dijimos, es el Plioceno, que se extendió desde 5.300.000 a 1.800.000 años en el pasado. El clima continuó siendo frío y seco. Creció el número de peces, muchos similares a los peces actuales. También se multiplicaron los perros y los osos. Surgieron los simios antropoides, una especie de monos sin cola. Y también el primer homínido, cuyo gran avance era que caminaba sobre dos patas en lugar de cuatro: el Australopithecus.
A partir de aquí, de la aparición de simios que evolucionan a lo que luego serán personas, cambiaremos el camino. Abandonaremos las etapas geológicas (eones, eras, períodos) y pasaremos a la Prehistoria, que no toma como punto fundamental la evolución de la corteza terrestre, sino la evolución de los seres que viven sobre ella.
Para no dejar colgado este asunto de la geología, diremos que luego del Neógeno comienza el Cuaternario (período en el que vivimos nosotros), que se inició hace 2.500.000 millones de años. Pero, para seguir avanzando, sean invitados a la Prehistoria.
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Australopithecus Afarensis. No sé si me da miedo o ternura. |
25 de agosto de 2010
Big Bang: nace el universo
El origen del universo, como el universo mismo, es un misterio. La ciencia se encarga día a día de acercarse más a teorías que explican perfectamente las bases científicas. Lo misterioso es el porqué de la existencia de la ciencia. Por qué existe algo en lugar de nada.
Si la historia del universo durara un año, la historia de los seres humanos comenzaría el 31 de diciembre a las 23:50 hs. Este dato sirve mucho para comprender lo gigantesca que es la historia universal.
Durante más del 99,9% de la historia no hubo hombres ni mujeres: apenas partículas, también objetos inanimados, y más cerca en el tiempo, dinosaurios. Pero nosotros llegamos hace muy poco. La escritura, en esa escala, se hubiera inventado a las 23:59 con 50 segundos. Recién en el último segundo del año (¡en el último segundo del año!) los españoles invadirían América. La historia de la Argentina ocuparía apenitas dos décimas de segundo. Nada.
Hasta hace apenas un siglo, las personas no tenían la menor idea de cuándo había empezado el universo. Se suponía que hacía millones de años, pero nada más. Actualmente, es aceptada la teoría del Big Bang, según la cual el universo “actual” (lo que nosotros conocemos como universo) comenzó hace 15 mil millones de años, cuando una partícula muy pero muy pequeña (más chica que una hormiga) “explotó” y esparció una inmensa cantidad de energía. Esa energía se fue expandiendo, poco a poco, hasta generar los primeros gases y elementos químicos.
Rápidamente surge una pregunta: ¿qué había antes del Big Bang? ¿Había algo, no había nada? Eso es lo que todavía no tiene ninguna respuesta “aceptada” por la comunidad científica.
La teoría del Big Bang es complicadísima. Aquí simplemente la aceptaremos y, quien quiera entrar en detalles, puede buscar más información en internet. La cuestión es que la historia que se puede contar (o suponer) comenzó hace 15 mil millones de años. Sin embargo, de los primeros 10 mil millones poco podemos contar sin entrar en detalles que de ningún modo son “para principiantes”.
El primer dato importante luego del Big Bang es que, hace 5 mil millones de años comenzaron a unirse las partículas (en forma de “nebulosa”) que darían origen al Sol y a sus planetas, entre ellos la Tierra. ¿Vieron qué rápido avanzamos?
Si la historia del universo durara un año, la historia de los seres humanos comenzaría el 31 de diciembre a las 23:50 hs. Este dato sirve mucho para comprender lo gigantesca que es la historia universal.
Durante más del 99,9% de la historia no hubo hombres ni mujeres: apenas partículas, también objetos inanimados, y más cerca en el tiempo, dinosaurios. Pero nosotros llegamos hace muy poco. La escritura, en esa escala, se hubiera inventado a las 23:59 con 50 segundos. Recién en el último segundo del año (¡en el último segundo del año!) los españoles invadirían América. La historia de la Argentina ocuparía apenitas dos décimas de segundo. Nada.
Hasta hace apenas un siglo, las personas no tenían la menor idea de cuándo había empezado el universo. Se suponía que hacía millones de años, pero nada más. Actualmente, es aceptada la teoría del Big Bang, según la cual el universo “actual” (lo que nosotros conocemos como universo) comenzó hace 15 mil millones de años, cuando una partícula muy pero muy pequeña (más chica que una hormiga) “explotó” y esparció una inmensa cantidad de energía. Esa energía se fue expandiendo, poco a poco, hasta generar los primeros gases y elementos químicos.
Rápidamente surge una pregunta: ¿qué había antes del Big Bang? ¿Había algo, no había nada? Eso es lo que todavía no tiene ninguna respuesta “aceptada” por la comunidad científica.
La teoría del Big Bang es complicadísima. Aquí simplemente la aceptaremos y, quien quiera entrar en detalles, puede buscar más información en internet. La cuestión es que la historia que se puede contar (o suponer) comenzó hace 15 mil millones de años. Sin embargo, de los primeros 10 mil millones poco podemos contar sin entrar en detalles que de ningún modo son “para principiantes”.
El primer dato importante luego del Big Bang es que, hace 5 mil millones de años comenzaron a unirse las partículas (en forma de “nebulosa”) que darían origen al Sol y a sus planetas, entre ellos la Tierra. ¿Vieron qué rápido avanzamos?
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