No le tenía fe al libro, eh. Me le animé al PDF solo porque no tenía tantas páginas (118), pero incluso cuando la historia era de amorcito simpaticón me costaba dejar de leerla. ¡Eso es un montón en 2025! Casi siempre leer un libro me es mezcla de esfuerzo y deber, pero con Rosaura a las diez no me pasó. ¡Qué envolvente escribía el Marco Denevi, eh!
¿Qué más puedo decir sin arruinar nada? Que comienza con la dueña de una pensión contando todo lo que sabe sobre Camilo Canegato, silencioso hombre que ocupa de una de las habitaciones de esa pensión. Y que, si al principio, o por la mitad, o donde sea, el libro no les está gustando... ¡sigan! Es todo lo contrario a lo que aconsejo habitualmente, pero la magia del final merece incluso ratos de aburrimiento o de lo negativo que sientan.
Me encantó, me encantó, me encantó. Primer libro que leo de Marco Denevi, y ya no me hacen faltan más para, cada vez que escuche su nombre, decir: "¡Qué libro del carajo es Rosaura a las diez!".
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