Por Pablo Scoccia, periodista
¿Dios existe? Simplemente no lo sé, y pienso que nunca lo sabré. No creo en Dios, pero sí creo que, para aquellos que creen, Dios no puede ser más que una idea, un interrogante en donde se deposita todo aquello que no logra ser comprendido.
En mi caso, no es que todo lo comprenda, sino que no siento la necesidad de creer en algo superior porque puedo convivir con esta ignorancia que, por cierto, es grande. Tan grande que acepté escribir esta columna. Tan grande que no puedo más que aceptarla como tal. Y es esta aceptación la que me permite no creer en Dios.
Walter, dice: Mira, querido, no tienes que explicar un Dios. No tienes que inventar un Dios. No necesitas un Dios, a tu imagen. Ya existe uno que te creo en ¡Su imagen! (imagen moral, no física, porque Dios es Espíritu). Simplemente debes derribar la prueba (el hecho) histórico más grande de la historia: La resurrección de Jesucristo de entre los muertos. No hay otro hecho histórico más comprobado que este. Entonces, si Jesucristo resucitó, Jesucristo es Dios. Si Jesucristo es Dios, entonces, Dios existe. No lo puedes probar científicamente, ni lo puedes negar científicamente. Solo puedes probarlo, o negarlo, por la evidencia del método histórico legal, el mismo que se utiliza en las cortes judiciales, federales o no federales. Hasta que no derribes imparcialmente la evidencia y hecho histórico más grande de la historia, no tienes derecho de decir que no hay Dios. Si no crees que Jesucristo es Dios, el YO SOY, entonces, en tus pecados morirás. No lo digo, yo, lo dice ¡la Biblia!, y habla, el mismo Jesucristo. Que no te suceda. Dios es amor. No es que el amor es Dios. Dios es amor. Dios te ama no por lo que tú eres, ni por lo que tú haces. Dios te ama por lo que Él es. Él es amor, aunque tú lo odies.
ResponderEliminarChe, Pablo, estás al horno: en tus pecados morirás.
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