19 de septiembre de 2020

La Iglesia católica (1572-1605)

Retrato del papa Gregorio XIII

• Resumen de lo publicado

En el siglo VII, los líderes del cristianismo (centro de poder de Europa) tenían cinco ciudades clave para sostener su dominio, pero el islamismo arrasó tres. Obispos y sacerdotes incluso gobernaban otras ciudades en la Edad Media, llamadas Estados Pontificios. A finales del siglo IX e inicios del X, los papas fueron dominados por la clase alta. La lucha de poder entre Roma y Constantinopla provocó, en 1054, el Gran Cisma, que dividió al cristianismo occidental (catolicismo) del oriental (ortodoxia). Entre 1095 y 1270 se produjeron las Cruzadas: invasiones en las que la Iglesia pretendió robar riquezas y territorios. Significaron muchas derrotas para el ejército cristiano, pero liberaron zonas de comercio controladas por musulmanes. El papa Inocencio III (1198-1216) convocó al IV Concilio de Letrán, en el que se fundó la asesina y sanguinaria Inquisición que mataría a millones de inocentes. Recién a fines del siglo XIII, la Iglesia católica comenzó a perder su poder casi absoluto. Durante al menos 800 años, la religión había sido la explicación a todo lo que sucedía, y los representantes de la Iglesia acumularon inmenso poder. Mucho tuvo que pasar para que la Iglesia se debilitara: las fracasadas Cruzadas, la corrupción de sus funcionarios, la aparición de nuevas visiones en el cristianismo y, especialmente, el avance en Europa de una clase social, la burguesía, para la cual lo más importante no era Dios, sino acumular riquezas. En el siglo XIV, la sede del catolicismo se trasladó de Roma a Francia. Durante cuarenta años (1378-1417), la Iglesia católica estuvo escindida: dos papas gobernaban a la vez, y hasta tres. Con  Martín V (1417-1431) volvió la unificación. En 1453 sucedió la caída de Constantinopla: la capital del cristianismo ortodoxo fue conquistada por musulmanes. El cristianismo utilizaba la región para acumular riquezas mientras campesinas y campesinos morían de hambre. El papa Pío II (1458-1464) entregó cargos y riquezas a familiares y amigos (injusticia conocida como "nepotismo"). Sixto IV (1471-1484) nombró como funcionarios a 25 familiares. A cambio de riquezas, otorgaba el perdón de la Iglesia por diferentes pecados. Inocencio VIII (1484-1492) afirmó que la Iglesia creía en las brujerías, aunque desde el año 906 la misma Iglesia había asesinado a muchas personas por creer en las brujerías. Murió intentando pasar a su cuerpo la sangre de tres niños, para rejuvenecerse. Los tres chicos también se murieron. León X (1513-1521) continuó con el nepotismo. Durante su papado surgió la Reforma Protestante, en la que del catolicismo se escindieron las religiones cristianas protestantes, como el luteranismo o el calvinismo, y comenzaron décadas de batallas armadas entre ambos grupos. La Iglesia realizó una "Contrarreforma" para no perder fieles, pero cambió bastante poco, en verdad. El papa Julio III (1550-1555) era pedófilo: obligaba a menores de edad a tener sexo con él. Pío V (1566-1572) le dio más poder a la genocida Inquisición.

• ¿Cómo sigue la historia? 

El papa Gregorio XIII (1572-1585) fue electo a los 70 años y formó una alianza con los jesuitas, otra organización cristiana que discutía las bases del cristianismo, y que era enviada a distintas regiones del mundo a propagar el catolicismo. Además, aumentó el listado de libros prohibidos.

El calendario actual se llama calendario gregoriano porque comenzó a usarse durante su papado. ¿Por qué se cambió el calendario? Porque antes se calculaba que el año solar (se supone que dura 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos) duraba 11 minutos y 14 segundos más, entonces se produjo un desfase cada vez mayor (se adelantaban las estaciones, por ejemplo).

Sixto V (1585-1590) habría intentado, con poco éxito, frenar el desorden orgiástico que reinaba entre los funcionarios católicos, abocados a "la inmoralidad sexual, los lujos y el juego".

Urbano VII (1590) murió 13 días después de asumir a causa de una enfermedad llamada malaria: fue el papado más breve de la historia.

Gregorio XIV (1590-1591) excomulgó (expulsó de la Iglesia) al rey de Francia por su alianza con los protestantes.

Inocencio IX (1591) murió dos meses después de ser designado papa.

Clemente VIII (1592-1605) impulsó nuevas reglas contra judías y judíos, que incluían prohibición para vivir en determinadas ciudades. Además apoyó que la Iglesia asesinara a Giordano Bruno, de quien ya hablamos en este blog.

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