Ya me habían decepcionado los dos primeros números, pero es la Liga y seguiré dándole chances hasta llegar a épocas de gloria.
Este número arrancó bien porque tenía una premisa atractiva: todes acusando al nuevo compañero, Green Arrow, de traidor. Después empieza todo lo rebuscado e inverosímil que me fastidia: los acusadores cuentan sucesos pasados desde su perspectiva, Green Arrow da explicaciones y resulta que al final les salvó.
Sorprendentemente no hay un traidor pero sí un impostor: Green Lantern no es el verdadero, que fue apresado por el Doctor Destiny, villano que hace una pobre primera aparición pero en el futuro cobrará prestigio.
¿Me gustó la historia? No, no me gustó.
Una pavada argumental: cuando capturan al impostor que se hacía pasar por Green Lantern y no quería confesar dónde estaba el verdadero... ¡deciden llevarlo a la policía! ¿Qué demonios esperaban que hiciera la policía donde Superman o Batman no habían podido?
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