Muchos de los que leímos el libro “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, recordamos que el soma es la droga que tomaban los protagonistas de la historia. Una especie de súper antidepresivo que siempre venía acompañado por una frase que da escalofríos: “Un gramo de soma cura diez pensamientos melancólicos”.
Lo que yo no sabía es que el soma en realidad existió y que sus consecuencias no eran del todo diferentes. Lo usaron tribus indias durante el primer milenio antes de Cristo. Nunca se supo de qué planta sacaban esa droga, pero la veneraban en himnos y tradiciones, su uso era permanente y los dejaba en estado de embriaguez, como borrachos felices, como inconscientes de la fatalidad de la vida.
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