11 de agosto de 2014

Lo malo de ser emperador (235-285)

El asesinato de Calígula, pintura de Lawrence Alma-Tadema (1871)
Cuando pensamos en el Imperio Romano, y en los imperios en general, imaginamos que, si hubiéramos vivido en esa época, lo mejor hubiera sido ser emperador: lujos, poder de decisión, buena vida.

Sin embargo, ser emperador tenía algo malo: casi siempre te mataban. Por luchas contra otros pueblos, por revueltas internas, por traiciones de la nobleza, por lo que fuera, te terminaban liquidando. Por ejemplo, de los treinta emperadores que gobernaron el Imperio Romano entre los años 235 y 285, sólo uno tuvo una muerte natural, de viejito, en paz. A los otros 29 los asesinaron.

Así que yo no sé qué hubiera preferido. Si una vida rodeada de lujos y poder, pero con el temor permanente de ser asesinado, con la traición en la espalda, viviendo y sobreviviendo; o existir como un campesino, sufriendo contra la opresión de los poderosos, luchando contra esa opresión, a veces pasando hambre, pero morir tranquilo y acariciado por los que me quieren a los 70 años.

En realidad, sí sé lo que hubiera preferido.

1 comentario:

  1. Nada más que el que murió de muerte natural fue Hostiliano. No era ningún viejo, de hecho era adolescente, el último hijo del emperador Decio. Murió de peste. Además su gobierno fue de meses y no hizo nada rescatable...

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