El asesinato de Calígula, pintura de Lawrence Alma-Tadema (1871) |
Sin embargo, ser emperador tenía
algo malo: casi siempre te mataban. Por luchas contra otros pueblos, por
revueltas internas, por traiciones de la nobleza, por lo que fuera, te
terminaban liquidando. Por ejemplo, de los treinta emperadores que gobernaron
el Imperio Romano entre los años 235 y 285, sólo uno tuvo una
muerte natural, de viejito, en paz. A los otros 29 los asesinaron.
Así que yo no sé qué hubiera
preferido. Si una vida rodeada de lujos y poder, pero con el temor permanente
de ser asesinado, con la traición en la espalda, viviendo y sobreviviendo; o existir como un campesino, sufriendo contra la opresión de los
poderosos, luchando contra esa opresión, a veces pasando hambre, pero morir
tranquilo y acariciado por los que me quieren a los 70 años.
Nada más que el que murió de muerte natural fue Hostiliano. No era ningún viejo, de hecho era adolescente, el último hijo del emperador Decio. Murió de peste. Además su gobierno fue de meses y no hizo nada rescatable...
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