11 de julio de 2022

Reglas para la dirección de la mente (René Descartes) [1629]

Reglas para la dirección de la mente es un libro escrito por René Descartes (nacido en Francia) en 1629. Aunque ya hablamos de Descartes en este blog, sus obras fueron tan trascendentes que algunas merecen su propio post.

¿Por qué es importante? Porque es un tratado en el que Descartes propone ideas sobre matemáticas, ciencia y filosofía que nadie había propuesto, y que durante más de 150 años (¡al menos hasta 1800!) fueron las ideas principales y dominantes en esos campos de estudio, que influyen fuertemente en la vida de las personas.

La obra nunca fue terminada: al principio dice que planteará 36 reglas y solo aparecen desarrolladas 21. ¿Qué tipos de reglas son? Les comparto las tres primeras, como ejemplo: 

1) El objetivo de nuestros estudios debe ser la dirección de nuestra mente para que pueda formar juicios sólidos y verdaderos sobre cualquier asunto que surja. 

2) Debemos ocuparnos solo de aquellos objetos que nuestras facultades intelectuales parecen competentes para saber de manera clara e indudable. 

3) Con respecto a cualquier tema que nos proponemos investigar, no debemos preguntar qué han pensado otras personas, o lo que nosotros mismos conjeturamos, sino lo que podemos percibir clara y manifiestamente por intuición o deducir con certeza. Porque no hay otra forma de adquirir conocimiento.

Es probable que, para entender mejor la idea general de la obra, las reglas más trascendentes sean la 4 y la 5: 

4) Se necesita un método para descubrir la verdad. 

5) El método consiste enteramente en el orden y la disposición de los objetos hacia los cuales debe dirigirse nuestra visión mental si queremos descubrir alguna verdad. Cumpliremos exactamente con esto si reducimos paso a paso las proposiciones involucradas y oscuras a aquellas que son más simples, y luego comenzando con la comprensión intuitiva de todos aquellos que son absolutamente simples, intentamos ascender al conocimiento de todos los demás siguiendo pasos similares.

Si ahora nos parecen medio "obvias" las reglas de Descartes es justamente porque tuvieron tanta fuerza que se impusieron como "verdades". Descartes avanza en esta y en el resto de sus obras en lo que hoy conocemos como "método científico": un acuerdo social para determinar qué cosas son "verdades" y qué cosas no lo son.

Así, tomar una aspirina para el dolor de cabeza es considerado un método "verdadero" porque cumple las reglas de Descartes (estudios previos, un objeto de estudio, comparaciones, hechos comprobables con elementos de observación, etcétera) pero que alguien nos "cure el mal de ojo" no es considerado un método "verdadero", ya que no cumple con las reglas planteadas por Descartes para ser considerado una "verdad".

Espero que se haya entendido.

De más está decir que Descartes no inventó todas estas ideas, sino que avanzó en ideas de decenas de mujeres y hombres que vivieron antes que él. 

Una cosa más: todo aquello que escuchemos como "cartesiano" (método cartesiano, ejes cartesianos) reciben su nombre por Descartes. ¿Por qué no les llaman entonces "descartesianos"? Porque el nombre en latín de Descartes es Cartesius.

Ahora sí, nada más. Nos vemos en el año 1630.

No hay comentarios:

Publicar un comentario