16 de julio de 2018

Ficciones (Jorge Luis Borges) [1944]

Ficciones es una recopilación de textos escritos por el argentino Jorge Luis Borges. Fue publicado en 1944. La edición que leí tiene 220 páginas.

Es en realidad una compilación (decidida por el escritor) de dos libros: El jardín de los senderos que se bifurcan (publicado por primera vez en 1941) y Artificios (1944).

Nota: en 2025 leí el libro como por quinta vez y decidí sumar un comentario a cada texto.

• Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Es el primer texto de Borges que leí en mi vida (tenía yo 13 años) y me partió la cabeza. Casualmente, es considerado de los más importantes que escribió. ¿Sobre qué habla? Sobre una misteriosa ciudad, Uqbar, cuya literatura sólo hace referencia a un mundo imaginario (Tlön), y que sólo aparece en una enciclopedia. Todo es una excusa para que Borges se desate y construya de la nada un planeta, o un bosquejo de planeta, con montones de teorías complejísimas resumidas a una línea, a unas pocas palabras, al comienzo de la idea. ¡Ay, qué texto del recontra carajo! ¡Qué bestia era el Jorge Luis! Uno de los mejores textos del mundo.
 
Lectura de 2025. Leí este texto varias veces en mi vida, por lo menos seis. Alguna vez un amigo llamado Maxi Goldschmidt me preguntó por qué me gustaba tanto. Yo volví a leerlo y le mandé un audio larguísimo, acaso más largo que la lectura misma del cuento. 

Cuando lo leí a los 13 años me impresionó mucho. Lo interesante es también que a medida que lo fui leyendo (o sea, aunque lo leo una y otra vez) siempre le encuentro algo nuevo. No es que lo busco: aparece. En esta última lectura logré disfrutarlo sin frenarme a entender cada palabra, como me sucedía antes. Es cierto que puedo hacerlo porque ya recuerdo la idea general del texto.

Borges hace como una imaginación de la imaginación de la imaginación. Imagina una historia en la que él está con Bioy Casares. Bioy le menciona un lugar llamado Uqbar, que cree haber visto mencionado en una enciclopedia. Revisan esa enciclopedia y el artículo que recordaba Bioy no está. Peeeeero, resulta que en la misma enciclopedia, cuya edición esta en una librería, sí aparece.

De a poco logran deducir que Uqbar es un lugar imaginado, inventado por quién sabe. Pero más interesante es aun que en ese imaginación llamada Uqbar existen personas que imaginaron otro mundo, llamado Tlön, el cual fue creado durante siglos por muchísimos autores.

Lo que hace Borges, con una casi total verosimilitud (nos hace creer que él no está inventando nada), es contarnos sobre Tlön, ese mundo imaginario creado por Uqbar, ese mundo imaginario creado en una enciclopedia, enciclopedia a la vez imaginada por Borges.

Dentro de este (bastante breve) texto hay montones de posibilidades, de postulados metafísicos, teóricos, literarios que existen en Tlön, pero que en realidad inventa Borges. Por ejemplo, una teoría en la que el tiempo no existe y en realidad el universo acaba de ser creado con falsos recuerdos de millones de años anteriores. Muchísimas ideas con esa complejidad. 

Otra: una cultura en la que no existe la idea causa-consecuencia en los sucesos. O sea que si yo estoy en la calle, justo empieza a llover y llego a mi casa mojado, simplemente son considerados sucesos diferentes: por un lado llueve, por otro estoy mojado en mi casa. Que esté mojado no es una consecuencia de que la lluvia me mojó: simplemente estoy mojado, es un hecho que no tiene vinculación con otro y se le otorga total "independencia". ¿Complicado, no?

Creo que Alejandro Dolina eligió este texto como el que más le gusta. O sea que ya me es difícil leerlo sin una carga especial, carga que fui sumándole durante más de 25 años después de mi primera lectura.

Por la complejidad del texto no se lo recomendaría a alguien que nunca leyó a Borges. Comenzaría con otros. Aunque yo mismo empecé a leer a Borges por ahí. Pero todavía hoy no termino de saber si la primera vez que lo leí me encantó o fueron mis ganas de que me encantara. Digo más: tampoco ahora sé si me encanta o quiero que me siga encantando.

Lo que sí sé es que, en la última lectura, las (creo que 30) páginas se me pasaron volando.

Ah: el texto trae una Postdata de 1947 (obviamente tengo una edición de Ficciones posterior a 1944) escrita por Borges que recomplejiza todo, porque inventa otra vez: Borges inventa que al publicar por primera vez el texto surgieron nuevos datos que decide compartir en esta reedición. Yo ahora sé que se trata de engaño tras engaño de Borges, pero imagino cómo sería leer el texto sin saberlo (como lo leí yo la primera vez) y, fua, qué difícil determinar qué parte es ficción (toda) y qué parte no. Incluso en el texto menciona varios filósofos, escritores, pensadores que reflexionan sobre Tlön. Obviamente, todas sus reflexiones son imaginación borgeana.

Borges construye este cuento poniendo ficciones sobre ficciones sobre ficciones sobre ficciones hasta marearnos lo suficiente como para dudar. Si quiero ponerme un poco filosófico yo también, puedo decir que este texto es también Tlön, porque es un mundo inventado adentro de un mundo inventado adentro de un mundo inventado adentro de...

Última recomendación: si vas a leerlo, leélo con muchas ganas de que te guste, porque, si no, puede que su complejidad te termine aplastando.

• Pierre Menard, autor del quijote. Ya en el segundo ensayo, Borges deja claro que está escribiendo uno de los mejores libros del siglo. Acá inventa con mucho disimulo a un escritor, inventa con mucha inteligencia toda su obra e inventa con muchísima creatividad una idea: la de un escritor que quiere volver a escribir (exactamente igual) parte de un libro clásico, pero sin copiarlo ni memorizarlo. ¿Que qué? Parece una locura, pero termina siendo genial.

Lectura de 2025. Borges inventa la biografía de un escritor imaginario. Menciona algunas de sus obras, que parecen bastante enroscadas, y dice que este autor tenía el imposible (o casi imposible) deseo de escribir algunos capítulos del Quijote. Atención a esto: no "reescribirlos" o hacer una versión con alguna diferencia: alcanzar el modo en que un autor del siglo XX pueda escribirlos tal cual sin fingir ser un escritor español del siglo XVII. ¡Una locurita!

Pero Borges desarrolla con mucha creatividad esa locurita: imagina el larguísimo proceso con distintos borradores que habrá atravesado Menard, la necesidad de no volver a leer los capítulos para no realizar una torpe transcripción de memoria, los modos de llegar a escribir en la actualidad como se escribía hace 400 años.

Al final, Menard lo consigue: escribe un capítulo idéntico al Quijote de Cervantes. Claro: no podemos dejar que simplemente lo copió y nos mintió a todos. Pero Borges se pone del lado de Menard, le cree, valora muchísimo su trabajo: determina que es muchísimo más difícil escribir el Quijote en el siglo XX que cuando lo escribió Cervantes. Queda maravillado con el complejísimo proceso que Menard logró atravesar con éxito.

Incluso dice que es muy distinto leer los dos capítulos, aunque son perfectamente idénticos: no es lo mismo leerlo sabiendo que lo escribió un español hace 400 años o Pierre Menard hace muy poco. Y sigue su hermoso delirio: dice que si leyéramos las obras clásicas de la Antigüedad pensando que son actuales o cambiando su orden (pensando que en realidad la Eneida es anterior a la Odisea) también estaríamos leyendo libros completamente distintos, pese a que cada palabra sea idéntica al "original".

Otra vez re complejo, sí. Y otra vez genial.

• Las ruinas circulares. Un misterioso hombre tiene uno de los deseos más difíciles del mundo: crear a otro hombre a través de sus sueños. Parece un texto exageradamente fantástico hasta que Borges le da un cierre majestuoso.

Lectura de 2025. Acá sí no hay dudas de que se trata de una ficción. Se trata de un hombre cuyo imposible deseo (¡cómo estamos con los deseos imposibles!) es crear en su mente un hombre al que poder darle vida. 

Todo el texto tiene un ambiente muy sobrenatural. El creador llega a unas ruinas que cree que son el lugar adecuado para su creación. Durante años intenta crear un hombre imaginándolo pero fracasa y vuelve a intentarlo, fracasa y vuelve a intentarlo. Hasta que, en medio de una especie de alucinación, se le aparece algo parecido a un Dios que le asegura que podrá lograrlo.

Impulsado por esa aparición, consigue trasladar la figura que creó en su mente a la realidad, y durante años le enseña qué es ser un hombre, sabiendo que finalmente tendrá que hacerle olvidar que en realidad fue creada para que pueda vivir "normalmente" entre el resto de los hombres.

Lo consigue, lo deja ir y tiene otra "alucinación" que le asegura que solo el fuego sabrá que él es un ser sobrenatural.

Cuando el joven creado descubre que el fuego no puede hacerle daño, logra una gran fama y su creador se preocupa por él, pero en medio de su preocupación se da cuenta de que el lugar en el que está se incendia y decide dejarse morir, ya que había logrado lo que tanto deseaba. Pero las llamas no le afectan.

Es entonces cuando el soñador de ese hombre se da cuenta que, si las llamas no lo afectan, que él no es el único que creó a un hombre en sus sueños: que él también fue soñado. El final es fenomenal, porque durante todo el texto nos fueron llevando para muchos otros lugares y ese último párrafo te deja diciendo: "¡Faaa, qué bien!".

• La lotería en Babilonia. Siempre lo digo, pero me gusta la ridiculez de resumir los textos de Borges en una pregunta. En este caso, ¿qué pasaría si permitiéramos que el azar interviniera en casi todo lo que nos pasa en la vida? Otro de mis ensayos favoritos. Glorioso.

Lectura de 2025. Si algún texto de Borges me hace acordar a los textos de Dolina, es a La lotería en Babilonia. Está narrado por una persona que vive en una Babilonia atemporal (no sabemos exactamente cuándo) en la que todo está digitado por el azar, por sorteos realizados a través de un ente llamado "la compañía". La vida de las personas es absolutamente azarosa y todos los hechos que ocurren están previamente sorteados, incluso la riqueza, la muerte, cada evento.

El narrador cuenta lo que sabe sobre "la compañía". Originalmente, el mundo era "normal" y la compañía comenzó a hacer pequeños sorteos en los que, además de ganar dinero, se podía perder dinero. Después se agregó la posibilidad de cambiar la pérdida de dinero por pasar un tiempo determinado en prisión. Luego, por falta de dinero, la prisión se convirtió en el único castigo. 

Se fueron agregando premios y castigos: felicidades, sorpresas, palizas. Los sorteos de la compañía invadieron el mundo hasta influir en cada detalle. Con el paso del tiempo las personas dejaron de discutir las decisiones de la compañía: se normalizó la idea de que todo sucede por un azar manejado por alguien desconocido (gran metáfora de Dios). La compañía es totalmente anónima y no se sabe quiénes forman parte de ella.

Los finales de Borges suelen ser muy buenos, como en este caso. Cuenta que algunas personas creen que la compañía ya desapareció y que en realidad la gente toma sus propias decisiones pensando que son resultado del azar. Hay otras personas en Babilonia que creen que la compañía existió desde los inicios del tiempo y que seguirá existiendo para siempre. Otras creen que jamás existió y que hacemos las cosas pensando que alguien decidió por nosotros cuando es falso.

La compañía, claro, tiene muchas similitudes con el capitalismo.

Para una persona que no está muy acostumbrada a leer textos muy complejos puede ser difícil de disfrutar, pero para quienes ya estamos medio fanatizados con la complejidad de Borges es de los mejores.

• Examen de la obra de Herbert Quain. Acá pareciera que Borges repite un poco la idea de Pierre Menard, ya que narra la historia de un escritor inventado por él. Pero es que el Jorge Luis tenía tantos libros inventados que no tenía tiempo para escribirlos, entonces necesitaba fingir que ya estaban escritos y atribuírselos a otro autor. El final, otra vez, es lo mejor.

Lectura de 2025. Una genialidad: inventa un escritor, inventa su muerte, inventa una biografía póstuma para homenajearlo, inventa resúmenes de sus muy originales libros y, para aumentar el "realismo" de su texto, dice que uno de sus cuentos más famosos (Las ruinas circulares) está basado en uno de Quaine.

• La biblioteca de Babel. Bueno, esto ya es la excelencia, de lo mejor que leí en la vida entera. ¿Cómo explicar estas 14 páginas? Borges juega a que el mundo es una inmensa pero no infinita biblioteca, en la que cada posibilidad es un libro. No, no, explicado así es malísimo: léanlo y van a ver cuánta genialidad junta.

Lectura de 2025. Uno de mis cuentos favoritos. Lo escribe un hombre que vive en un mundo ocupado casi por completo por una casi infinita biblioteca de casi infinitos libros de 410 páginas, en los que caben todas las posibilidades que permite el alfabeto: casi ningún libro tiene sentido, las letras aparecen caóticamente en cada uno, pero el hombre nos cuenta las creencias y certezas de ese mundo. 

Las creencias: que existe un libro perfecto, o un libro adecuado a cada persona, o un libro que explica por qué el mundo es así. Las certezas: que todo lo que podamos pensar o decir está ya en un libro, que efectivamente tiene que haber libros para todo, entonces también debe existir uno que explique la verdad de esa biblioteca, pero también muchísimos que tengan historias falsas de la biblioteca, o apenas distorsionadas. Es imposible saber cuál es verdad, y más imposible, por su número, siquiera llegar a leer un libro que tenga un sentido comprensible y no una mezcla caótica. 

No es imposible encontrar en esos libros, y en ese mundo, una metáfora de nuestro propio mundo. Y todo en apenas 14 páginas.

• El jardín de senderos que se bifurcan. Complejísimo texto ubicado en la Primera Guerra Mundial, en el que un agente chino que huye del enemigo descubre el laberinto más extraño, creado por un antepasado suyo, mientras cumple un inesperado plan.

Lectura de 2025. Se me ocurre marcar como curioso el inicio, donde el narrador hace una introducción sobre un libro de la Primera Guerra Mundial en el que figuraría esta historia. Es la historia de un espía (Yu Tsun) nacido en China cuyo poderoso antepasado había abandonado todo para construir un laberinto perfecto, sin lograrlo. 

Intentando escapar de sus enemigos, Yu va en busca de otro hombre llamado Albert, que le dice que su antepasado sí pudo construir el laberinto y él es el único que lo sabe: el laberinto es un libro circular e interminable. Albert lo comparte con Yu. Leen juntos. 

Pronto, sorpresivamente, Yu mata a Albert: el motivo por el que había ido a su encuentro era enviar un mensaje en clave a su ejército, y solo matando a alguien llamado Albert podía hacerlo. Aun así, Yu es atrapado y condenado a la horca. Es entonces cuando escribe esta historia.

• Funes el memorioso. Había leído este cuento a los 14 años, pero no le presté especial atención hasta que tuve 34 años y lo leí en un club de Remedios de Escalada en voz alta: una página mi amigo Leandro y una página yo. No me cambió la vida para siempre, pero me gustó. Se trata, por si no lo saben, de un tipo que sufre un golpe en la cabeza y a partir de ahí no puede olvidar nada de lo que le sucede.

Lectura de 2025. Imposible no tener en mi memoria (valga el simbolismo) que leímos este cuento con mi amigo Leandro, en voz alta, una partecita cada uno, una mañana después de jugar al pádel en el club Roca de Remedios de Escalada. 

La idea es interesantísima: un hombre sufre un golpe en su cabeza a partir del cual empieza a recordar con absoluto detalle todo aquello que ve, pero todo: la ubicación de cada nube en febrero, los ladridos del perro de al lado hace semanas, cada palabra de un libro que leyó hace años. Eso, claro, le hace un poco difícil vivir. La historia la cuenta un hombre que sabe poco de él, pero que comprobó su maravillosa condición.

• La forma de la espada. Parecía que iba a ser uno de esos cuentos de matones, compadritos, asesinos que tanto le gusta contar a Borges, pero el final es escandalosamente genial y lo convierte en algo mucho más complejo.

Lectura de 2025. Borges pasa una noche en una posada de Brasil administrada por un irlandés con una gran cicatriz en la cara. El irlandés le cuenta la historia de esa cicatriz, interesante y con un gran giro final.

• Tema del traidor y del héroe. Acá Borges hace otra vez una de esas cosas que tanto le gustan, que es contarnos el argumento de un libro que nunca fue escrito. ¿Puede un asesinato ser también una obra de teatro? es la pregunta que responde el gordo Jorge Luis.

Lectura de 2025. ¡Muy bueno! En solo 7 páginas, Borges hace una de las cosas que más me gustan de las que hacía: contar el argumento de una novela que le gustaría escribir pero le da fiaca. Se trata del nieto de un héroe irlandés del siglo XIX que, investigando la historia de su abuelo, descubre que no era tan héroe como parecía. ¡Leélo!

• La muerte y la brújula. Erik Lönnrot es un investigador que busca descifrar una cadena de asesinatos. Se encontrará con una resolución de lo más compleja y sensacional.

Lectura de 2025. Un cuento policial bien borgeano. Un detective investiga crímenes a los que les impone motivos míticos y religiosos, pero (ALERTA SPOILER) finalmente descubrimos que el responsable de los asesinatos fingió esos motivos míticos para atraer a la siguiente víctima: el detective. Esta muy bien.

• El milagro secreto. En 1939, el escritor Jaromir Hladík estaba a punto de ser ejecutado por el ejército nazi y pidió un deseo a Dios: que le otorgara un año para terminar de escribir su mejor obra. ¿A que no sabés qué pasó?

Lectura de 2025. En plena Segunda Guerra Mundial, un escritor inocente es secuestrado por los nazis y sentenciado a muerte. Ruega un año a Dios para terminar de escribir su libro más sincero (ALERTA SPOILER) y le es otorgado, pero de una manera muy extraña: el tiempo se detiene instantes antes de su ejecución, él tiene un año para terminar de escribir la obra en su mente, mientras permanece inmóvil frente a los fusiles. Termina la obra en su mente y, segundos después, es fusilado.

• Tres versiones de Judas. Nils Runeberg, teólogo inventado por Borges, postula que Judas no traicionó a Cristo por maldad o codicia, sino por otro motivo, que es el más grande y terrible secreto de la historia toda: la respuesta a ¿quién era Judas en realidad? Excelente.

Lectura de 2025. Borges inventa a Nils Runeberg, un teólogo que escribe tres libros sobre Judas. En los dos primeros postula que Jesús necesitaba un traidor y que Judas fue el más generoso de sus apóstoles, porque renunció al Paraíso para cumplir ese rol. Luego de duras críticas de otros teólogos, Runeberg fue reescribiendo su tesis hasta llegar a la conclusión de que en realidad Judas es el propio Dios, ya que al convertirse en hombre tenía que pecar como hombre. 

Nadie le da bolilla, y Runeberg tiene la certeza de que entonces es cierto, pero como nadie debe ver el rostro de Dios, Dios no permite la divulgación de ese secreto. Runeberg sabe que le espera el infierno, pero no lo sufre: sabe que lo compartirá con Judas, o sea con Dios.

Un detalle hermoso: en el texto se cita un libro creado por otro personaje de Borges en otro cuento de este libro.

• El fin. Borges inventa la historia de la muerte de uno de los personajes más importantes de la literatura argentina. ¿Querés saber cómo murió M...? No, mejor no les digo.

Lectura de 2025. Este cuento lo agregó en una reedición de 1956. En solo 6 páginas, de manera muy poética y también muy realista (valga el contrapunto), Borges imagina y nos cuenta la muerte de Martín Fierro. Eso sí: para quien no leyó el Martín Fierro se pierde el 90% del placer.

• La secta del Fénix. ¿Qué pasaría si una orden secreta fuera tan secreta que se extendiera a todas las personas pero nunca dejara de ser secreta? Borges propone una respuesta.

Lectura de 2025. Inventa una especie de culto muy extendido y con muy pocas particularidades, que profesan millones de personas desperdigadas por el planeta, cuyo único signo es la realización de un burdo ritual que se transmite secretamente de unos a otros. Mientras leía, imaginaba que iba a terminar en que todo el mundo pertenece a esa orden, pero como es secreta, es imposible saberlo. Pero no, el final fue medio final abierto.

• El Sur. Un hombre supera una dura enfermedad que lo mantuvo al borde de la muerte, pero, al final, la muerte vuelve a presentársele de cerca. ¿Es la muerte lo peor que puede pasarnos?

Lectura de 2025. Este cuento también lo agregó posteriormente a 1944: fue escrito en 1953. Lo leí con mucho peso porque en el prólogo Borges escribió "es acaso mi mejor cuento". No me pareció, aclaro. Se trata de un argentino de quien nos cuentan que tuvo dos abuelos con orígenes muy distintos: un alemán pastor evangélico y un argentino asesinado en combate con los pueblos originarios. Él tenía mayor apego por la historia "romántica" de su abuelo asesinado en lucha. 

Fortuitamente sufre un golpe que lo lleva a quedar internado largo tiempo y le recomiendan ir a reposar a un pueblo del Sur, al que él le atribuía características de la aventura y violencia que dio fin a su abuelo. Apenas llega al Sur, lo retan a duelo y él, aun sabiendo que va a morir sin motivo alguno, acepta feliz el reto y su destino. Creo que no terminé de entender su significado.

Nota posterior: la noche después de leerlo busqué información y vi un video en internet con una gran explicación del cuento que se me recontra escapó: es casi autobiográfico. La historia del protagonista es muy similar a la del propio Borges, incluso la parte del golpe que sufrió en la cabeza. Sabiendo eso, el cuento toma otro sentido y hasta nos permite preguntarnos si Borges no nos estará contando una alucinación que tuvo mientras estaba internado tras ese golpe (del que incluso hablé en este blog). 

Algunas frases que me gustaron especialmente:

• "Censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica"

• "Un hombre puede ser enemigo de otros hombres, de otros momentos de otros hombres, pero no de un país; no de luciérnagas, palabras, jardines, cursos de agua, ponientes".

• "Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres. Por eso no es injusto que una desobediencia en un jardín contamine al género humano; pero eso no es injusto que la crucifixión de un solo judío baste para salvarlo. Acaso Schopenhauer tenía razón: yo soy los otros, cualquier hombre es todos los hombres".

• "La realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo replico que la realidad puede prescindir de la obligación, pero no las hipótesis".

• "No hay hombre que, fuera de su especialidad, no sea crédulo".

• "Alguien observará que la conclusión precedió sin duda a las 'pruebas'. ¿Quién se resigna a buscar pruebas de algo no creído por él o cuya prédica no le importa?".

• "Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música".

1 comentario:

  1. Impresionante este blog! Ya estás entre los blogs amigos.
    Sigo recorriendo...

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