21 de diciembre de 2016

Historia universal de la infamia (Jorge Luis Borges) [1935]

Historia universal de la infamia es un libro que recopila cuentos del argentino Jorge Luis Borges. Fue publicado en 1935 y la edición que leí tiene 130 páginas.

Desde que descubrí que existía un libro de Borges con ese título (hace al menos quince años), supe que algún día lo leería. El título es hermoso, tal vez lo mejor de la obra. Y no es una ironía.

Dentro, Borges narra la historia de siete "infames", personas de siglos anteriores que actuaban por fuera de las leyes, en general responsables de algún asesinato.

Ahí, me parece, comienza el problema. Borges, en algún punto, adoraba a esos personajes, le fascinaban, hasta los admiraba. Supongo que hacían cosas que él nunca podría hacer. Pero a mí no. A mí me repugnan. Siempre que un corajudo asesina a alguien, nunca pienso en el corajudo, sino en el asesinado. En la víctima, muchas veces inocente, que pasa a ser nadie por culpa de un injusto.

Entiendo que se trata de literatura, eh. De hecho, las historias que cuenta Borges son ficticias, inventadas. Pero igual considero que engrandecer a tipos detestables es peligroso: nos invita a pensar que una vida escapando de la ley y tirando tiros es mejor que una vida de construcción social colectiva, de una vida en la que busquemos el bienestar de muchos, y no sólo el nuestro. Pero bueno, ya me fui por las ramas.

A favor, claro, hay mucho: Borges escribe siempre tan corto, tan austero, exagera tan poco con sus palabras, que es difícil enojarse con sus formas. Nos ahorra tiempo, y eso hay que agradecérselo. Podría haber escrito 500 páginas con los mismos temas, pero las redujo con maestría a 130.

De los cuatro libros suyos que comentamos en este blog, prefiero El idioma de los argentinos y Discusión. No se trata de que Borges escriba mal o aburra en este libro, es sólo una cuestión de gustos: los temas que trata en Historia universal de la infamia no me interesan.

Dos frases que me encantaron:

• En uno de los prólogos, Borges se define como "un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar ajenas historias".

• En Tom Castro, el impostor inverosimil: "El Destino (tal es el nombre que aplicamos a la infinita operación incesante de millares de causas entreveradas) no lo resolvió así".

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