Si Marco Tulio Cicerón les explicara por qué merece
tener un texto en este blog, lo haría tan bien que casi todos estarían de
acuerdo. Y es justamente por eso que escribimos su texto: porque Cicerón fue
uno de los principales oradores de la historia. Conmover, defender a alguien o
divulgar una idea eran actos que realizaba con maestría.
Sus oficios tuvieron relación con su capacidad:
abogado, político, filósofo y escritor. Al momento de expresarse, Cicerón la
rompía. Algunos historiadores lo acusan de haber sido blando en su posición
política, de haber cambiado sus ideales guiado por impulsos o conveniencias. En
un rato les contamos por qué.
Nacido en Roma en el año 106 a .C., ganó popularidad
por denunciar las malas acciones de quienes estaban en el poder. Por sus
críticas al emperador Lucio Cornelio Sila, por ejemplo, tuvo que mudarse a
Grecia entre el 79 y el 77 a .C.
Se casó dos veces (con Terencia y Publilia) y tuvo un hijo y una hija.
Por su gran labor como abogado a partir del 70 a .C. fue electo cónsul (uno
de los principales cargos imperiales) en el año 63 a .C. Ese año denunció que un militar llamado Catilina planeaba un golpe de estado.
En el 60
a .C. se opuso abiertamente al triunvirato
César-Pompeyo-Craso. Dos años después, lo acusaron de haber ordenado asesinatos durante su
etapa como cónsul y lo obligaron a irse de Roma. Cuando volvió en 56 a .C., Pompeyo lo ayudó a
recuperar su antigua casa. A partir de eso, Cicerón dejó de criticar a Pompeyo;
es uno de los motivos por los que se lo acusa de blando políticamente, lo que
en la Argentina es también conocido como ser un “panqueque” o un “barrilete”.
En 51
a .C. fue nombrado procónsul de la ciudad de Cilicia, a
la que gobernó con notable inteligencia y sentido de justicia, pero un año
después volvió a Roma. Su hija Tulia murió en 45 a .C.
Cuando Marco Antonio tomó el poder, tras la muerte de
Julio César, Cicerón publica una serie de discursos llamada Las Filípicas, en
las que manifiesta su rechazo hacia el nuevo emperador. Incluso intentó
convencer a Octavio de realizar un golpe de estado, pero finalmente Octavio se
alió con Marco Antonio y Cicerón quedó desprotegido. Por eso, en 43 a .C. fue asesinado junto a
su hermano Quinto.
Cicerón fue uno de los primeros humanistas; defendía la existencia de una comunidad humana, de la unión de todas las
personas, sin distinguirlas por sus características espirituales o físicas. Era
ciclotímico, se alegraba y entristecía con mucha fuerza. Era tan pero tan genio
hablando, que aunque Julio César sabía que Cicerón no lo bancaba, igual lo
invitaba a cenar para debatir con él y escucharlo.
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