Alejo I Comneno, emperador |
¿Cómo sigue la historia? Durante el gobierno de Basilio II (976-1025) terminó el conflicto con los búlgaros al anexionarlos. Sus sucesores mostraron debilidad. El emperador se convirtió en un instrumento de la clase alta. En 1054 sucedió el Cisma de Oriente, en el que el cristianismo se dividió: por un lado, la Iglesia occidental; por el otro, la oriental.
El siglo XI fue un momento crucial para el imperio por el surgimiento de los turcos selyúcidas, que “reemplazaron” a los musulmanes como gran rival bizantino.
A mediados de siglo la situación era grave. Isaac I (1057-1059) fue un gran gobernante, pero como intentó quitarle poder a los poderosos, la Iglesia promovió un levantamiento y le quitó el trono. Constantino X, Eudoxia y Romano IV (1059-1071) fueron líderes intrascendentes. Miguel VII (1071-1078) sufrió varios desastres militares y pérdidas de territorio.
Hubo enfrentamientos entre Constantinopla y las otras provincias del Imperio hasta que asumió Alejo I (1081-1118), iniciador de la Dinastía Comneno, y restableció algo de orden. Durante su largo reinado, Juan II (1118-1143) defendió al imperio del ataque de los turcos, pero el apoyo que luego se le dio a la Segunda Cruzada cristiana (1147-1149) afectó negativamente a Bizancio.
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