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Retrato de William Wallace |
Resumen de lo publicado. En el siglo VI, el territorio de Escocia estaba ocupado por los escotos, anglos, pictos y britones. En el siglo VIII, los vikingos colonizaron el norte y el noroeste. En el siglo IX se constituyó por primera vez el reino de Escocia, que se expandió en los siglos X, XI y XII. Malcolm III (1057-1093) asesinó a Mac Beth y fundó la dinastía Canmore, que perduró 200 años. Se casó con Margarita, hija del rey inglés Eduardo. En 1071 fue forzado a firmar el Tratado de Aberbethy y su hijo Duncan fue tomado rehén en Inglaterra. Realizó dos asaltos para rescatarlo, pero fue derrotado. Después de que los ingleses echaron a los escoceses de Cumbria, Malcolm encabezó una incursión final en 1093. Esto lo condujo a su muerte. En el siglo XII, el feudalismo (sistema económico en el que las tierras se dividen entre los más poderosos, que esclavizan a los trabajadores y pagan impuestos al rey) ingresó en Escocia.
¿Cómo sigue la historia? Escocia mantuvo su independencia en los siglos XII y XIII. Crecieron las ciudades en las que se comerciaba, y se creó una nueva clase económica, similar a lo que conocemos como burguesía: comerciantes que ganaban más dinero que el que necesitaban. Además, algunos caballeros franceses decidieron instalarse en Escocia.
En 1286 murió el rey Alejandro III. Heredó el trono su nieta Margarita, que también murió; y no había sucesor. Entonces, Inglaterra volvió a meterse en la política escocesa, que impuso como rey a Juan de Balliol (1292-1296) y pronto quiso anexionar el territorio: transformar a Escocia en parte de Inglaterra.
En ese momento se produjeron las llamadas Guerras de independencia, en las que William Wallace lideró al ejército escocés que evitó esa anexión. Escocia recuperó un rey local durante el gobierno de Roberto I (1306-1329).
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