Resumen de lo publicado. El actual territorio de Croacia fue ocupado por el Imperio Romano (siglo II a.C.), los ostrogodos (siglo V), el Imperio Bizantino (año 533) y el Imperio Franco (802). Los croatas eran un pueblo que ingresó durante el Imperio Bizantino y se quedó a vivir allí a cambio de sumarse al ejército. Durante el dominio bizantino y el franco, los croatas mantuvieron cierta independencia y respondían a líderes internos. En el año 845, el rey Trpimir independizó al ducado de Croacia. En el 879, el papa Juan VIII reconoció a Croacia como Estado. Tomislav (910-928) fue uno de los principales reyes de ese período. Durante el siglo X, Croacia expandió sus fronteras. Ya en el año 1018, el Imperio Bizantino aumentó su control sobre Croacia, no permitiéndole ningún tipo de independencia. La liberación llegó con el liderazgo de Kressimir IV (1068-1074), que fundó el reino de Croacia y Dalmacia.
¿Cómo sigue la historia? En 1091, el rey de Hungría, Ladislao I, intentó proclamarse rey de Croacia, y comenzó un conflicto que finalizó con la unión de ambos Estados en uno. Su principal punto en común era que tenían el mismo rey.
Claro que el rey se quedó en Hungría y envió a Croacia a una persona de su confianza (con un cargo llamado "ban") que dirigía a la región. La situación se mantuvo de ese modo hasta 1225, cuando una parte del territorio se convirtió en el "Banato de Eslavonia".
Por lo tanto, el rey de Hungría gobernó sobre su territorio, el de Croacia y el de Eslavonia hasta 1476.
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