Por Leandro Ramos, escritor y profesor de literatura
Como tengo los ligamentos de la rodilla rotos y no tengo idea de cuándo me voy a recuperar, me consuela leer historias de tipos que la pasaron peor que yo.
Éste es Antoine de Saint-Exupéry, un escritor y piloto francés que nació en 1900 y desapareció misteriosamente en 1944 de la forma más literaria que se le ocurrió. Ya estaba viejo y había sufrido varios accidentes cuando realizó su último vuelo de reconocimiento, del cual nunca regresó.
Aparte de la conmovedora obra El principito tuve la paciencia de leer Vuelo nocturno, una novela que presagia de alguna forma su propia muerte, ya que el protagonista, Fabien, se pierde en una tormenta en la Patagonia.
Antoine de Saint-Exupéry escribía siempre desde sus experiencias; y de su vida uno aprende que en la adversidad se forjan los espíritus más nobles.
Al final, qué bueno es haberme roto la rodilla: no sólo podré escribir la historia algún día sino que también me va a hacer mejor persona.
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