Lo importante en Romeo y Julieta
Por Luz Panizzi, actriz
Antes de empezar, quisiera sincerarme y aclarar que no me acuerdo a la perfección todo lo sucedido en esta tragedia de William Shakespeare. Pero me gustó y eso hace que esté bien escribir un poco sobre ella.
Las tragedias son para sufrir. Es así. Si vamos ahora al teatro, se ven bastante poco, pero antes, la tragedia era la pieza teatral que la mayoría elegía. Y más si era una historia de amor. Esta es una historia de amor entre una chica y un chico que, como sus familias se odiaban, no se podían querer. Pero ellos se quisieron igual. No sólo eso: después, se enamoraron. Podría decir que, por suerte, ahora esas cosas ya no pasan, que dos familias sean enemigas quedó en el pasado, en la historia. Pero ya dije que iba a ser sincera y con tristeza digo lo que todos ya sabemos: que entre las personas a veces nos seguimos odiando, ignorando, pensando mal del otro. Salvo que, con la modernidad y todo eso, lo ocultamos. Hacemos que no pasa, pero pasa. En fin.
Acá lo que importa es que Romeo y Julieta se conocieron y se enamoraron. Y, a pesar de lo que sus familias pensaban, ellos querían casarse y ser felices por siempre. Hablo en pasado porque, como sucede en las tragedias, el final no fue feliz. Armaron todo un plan, un plan perfecto, pero se comunicaron mal y, cuando Romeo vio que Julieta parecía muerta (porque no estaba muerta, estaba dormida, así su familia creía que estaba muerta y se acababa el problema), se tomó un veneno y se murió al lado de ella. Claro que, cuando Julieta se despertó y vio que Romeo estaba muerto, agarró una espada, se la clavó y también se murió.
Triste e injusto, porque ellos se querían como hay que quererse, con simpleza, sin demasiadas pretensiones. Hay que quererse sin tantas vueltas. Y las personas que se animan a quererse así, se merecen algo más lindo que morirse tan tristes. Porque lo peor es que, después de eso, sus familias se amigaron. ¿Ahora tienen que
amigarse? Y sí, eso es bien de tragedia.
Léanla. Está escrita en verso y eso a veces es más difícil de leer. Pero intenten igual. Y si se aburren, también hay películas, más de una. Yo la leí y vi la película, y siempre quise escribir sobre la obra. Y, claro, ser Julieta alguna vez. Una parte ya la cumplí.
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