En el año 1378, a la muerte del papa Gregorio IX, los cardenales de Roma eligieron como sucesor a Urbano VI. Pero hubo un grupo de cardenales que no estuvo de acuerdo y nombró a otro papa: Clemente VII. De esa manera, el catolicismo quedó dividido durante años.
A principios del siglo XV, incluso, llegó a haber tres papas simultáneos. En |1417 se convocó a un concilio donde los tres papas fueron depuestos y se designó uno nuevo: Martín V. Así finalizó el conflicto conocido como "Cisma de Occidente".
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