Por Josefina Cabrera, profesora de literatura
Don Cristalián de España, cuyo título original es Historia de los invitos y magnánimos cavalleros don Cristalián de España príncipe de Trapisonda y del infante Luzescanio su hermano, hijos del famosíssimo emperador Lindedel de Trapisonda, es una novela de caballería escrita por Beatriz Bernal (1504- c.1562) y publicada en 1545.
En la primera edición del Cristalián encontramos que la historia fue “corregida y emendada de los antiguos originales por una señora natural de la noble y más leal Valladolid”, pero no aparece el nombre de la autora. En 1587, algunos años después de la muerte de Bernal, su hija solicita un permiso para la reimpresión de la obra, agregándole el nombre de su madre.
La obra está dividida en cuatro partes y tiene alrededor de 600 páginas. En el prólogo, se cuenta que el manuscrito de la novela fue encontrado (recurso o tópico muy utilizado en las novelas de caballería):
“yendo un Viernes de la Cruz con otras dueñas a andar las estaciones (ya que la aurora traía el mensaje del venidero día), llegamos a una iglesia adonde estaba un muy antiguo sepulchro, en el qual vimos estar un defuncto embalsamado, y yo, siendo más curiosa que las que comigo ivan de ver y saber aquella antigüedad, lleguéme más cerca, y mirando todo lo que en el sepulchro avía, vi que a los pies del sepultado estava un libro de crecido volumen, el qual, aunque fuesse sacrilegio, para mí apliqué. Y acuciosa de saber sus secretos, dexada la compañía me vine a mi casa, y abriéndole hallé que estaba escripto en nuestro común lenguaje, de letra tan antigua que no parescía española, ni arábiga, ni griega, pero todavía cresciendo mi deseo y abraçandome con un poco de trabajo, vi en él muy diversas cosas escriptas, de las quales, como pude, traduxe y saqué esta historia, paresciéndome de más subtil estilo que ninguna otra cosa, donde se cuentan las hazañas y grandes hechos en armas que este valeroso príncipe don Cristalián de España y el infante Luzescanio, su hermano, hizieron”.
En otras palabras, tenemos una situación ficticia en la que una mujer curiosa, “persona de frágil sexu”, no duda en cometer el sacrilegio de chorear de la iglesia el libro que contiene las aventuras de Cristalián.
Esta novela presenta una gran cantidad de personajes femeninos, los cuales se destacan por alejarse de las convenciones. No ocupan un lugar pasivo en las historias de los caballeros, no son simples objetos de su amor sino mujeres libres e independientes. Membrina, que se convertirá en aliada de uno de los protagonistas, es “muy gran sabidora en las artes”. “Fue tanto el su saber que jamás quiso tomar marido, porque nadie tuviesse mando ni señorío sobre ella”. Lo mismo se dice de Danalia, gran enemiga de uno de los protagonistas. Muchos otros personajes femeninos viven grandes aventuras y demuestran sus virtudes heroicas.
Uno de los personajes más notables de la obra es Minerva, quien se dedica a tomar las armas simplemente porque tiene ganas de recorrer el mundo en busca de aventuras, como lo haría un caballero. Cuando conoce a Cristalián, lo apura de esta manera: “no he hallado cavallero que contra mí mucho en batalla pudiesse durar”. También le cuenta que cuando les preguntó a los dioses que caballero debía rescatar a la princesa Penamundi, estos le dijeron que a ella le encargarían tal empresa. Es así como Cristalián y Minerva se hacen amigues y van a rescatar a dicha princesa, batallando juntes contra los distintos enemigos que irán encontrando en el camino. Cristalián se enamorará de Penamundi y será Minerva quien interceda por él y propicie los encuentros entre los amantes.
Como en otras novelas del género las distintas historias de Cristalián de España giran en torno a las hazañas de los caballeros protagonistas, sus enfrentamientos con enemigos y monstruos, la superación de distintas pruebas y sus amores.
• Escritoras de novelas de caballería
Beatriz Bernal no es la única mujer que escribió libros de caballería. El Palmerín de Olivia (1511) y su continuación Primaleón (1512), publicados anónimamente, fueron escritos por “la señora de Augustóbrica”, de la que poco y nada se sabe. Algunxs estudiosxs sostienen que se llamaba Catalina Arias y que habría escrito las obras con su hijo, Francisco Vázquez.
A Teresa Cepeda, mejor conocida como Santa Teresa de Jesús, le encantaban las novelas de caballería y fue co-autora de una, de la que sólo quedan noticias y documentos sobre su composición. La fascinación de la joven Teresa por estas novelas peligrosas para las mujeres era tal que, a escondidas de su padre, se encerraba a devorarlas día y noche.
Se sospecha que Leonor Coutinho es la autora de una novela de caballería portuguesa llamada Cronica do Imperador Beliadro.
El primer libro de caballerías en inglés que apareció en Inglaterra, en 1578, está firmado por Margaret Tyler, quien lo tradujo del español por encargo.
• Selección de bibliografía disponible en internet:
- Bernal, Beatriz, Cristalián de España [digitalización de las obras originales. Acceso]
- Gagliardi, Donatella: "Quid puellae cum armis?": una aproximación a Doña Beatriz Bernal y a su "Cristalián de España".Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Barcelona (acá hay muchísimos fragmentos).
- Fragmentos de la obra para descargar en formato pdf
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