Había leído El juguete rabioso a los 18 años, pero quise releerlo para comentarlo acá. El juguete rabioso, para los que no lo saben, es una novela escrita por el argentino Roberto Arlt, publicada en el año 1926.
La habré leído con ojos tan inocentes en ese momento, porque entre mis apuntes escribí:
"Una novela molesta. La incomodidad de un joven
llevada tan hasta el extremo que genera compasión".
Hoy, más de una década después, entiendo que la "incomodidad" era en realidad la opresión social, las injusticias del sistema.
La "compasión" que yo sentía era en realidad una naciente conciencia de clase: empezaba a entender que él podía haber sido yo. O mejor dicho: que él, un poco, era yo.
Y si la novela era "molesta" era porque yo no sabía qué hacer con la incomodidad y la compasión que me generaba.
Por suerte, ahora no me resulta incómoda: me resulta dolorosa y sincera, una denuncia sobre cómo funcionaban la Argentina de 1926 y la actual, y una gran manera de, en aquel momento, visibilizar, mostrar al travestismo (personas que se visten como habitualmente se visten los del sexo opuesto) desde un punto de vista que no era simplemente el de "perversidad" o "demencia".
La novela es ambigua, no termina de definir qué está bien y que está mal, permite varias lecturas y tienen un final que, incluso ahora mismo, me resulta "incómodo". Se ve que hay algo ahí, en ese final, que todavía tengo que resolver sobre mí mismo.
¿Conclusión? ¡Léanlo! Tiene unas 150 páginas. El principio es pesado, pero después se lee rápido y hasta con intriga. Superen el comienzo, donde el relato es lento, y después cuéntenme qué les pareció el final.
Abrazos al recuerdo de Roberto Arlt, que me cayó bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario