Argumento inicial: hay que operar al único hombre que conoce un secreto científico vital para los Estados Unidos. Como estamos en plena Guerra Fría, temen que la Unión Soviética quiera boicotear esa operación.
El centro de la historia es cómo se hará la operación: el gobierno hace algún tiempo ya experimentó con éxito la posibilidad de reducir el tamaño de objetos y seres vivos, y lo que harán, por lo imposible de la operación, será... ¡meter un submarino con médicos y agentes especiales dentro de las venas del tipo! Sí, es una fumata, pero no al estilo de los hermanos Lumiere, ya que intentan darle algún mínimo sustento científico a esta locurita.
La vi con una persona que quiero mucho, la mélani, y ella, medio fan de los procesos del cuerpo humano, me contagió su entusiasmo, y le peli me terminó resultando simpática. ¿Qué hubiera pasado si la veía sin ella? Qué sé yo.
"El concepto es muy interesante —me dice ella mientras le pregunto por qué le gustó—. Los efectos especiales y todo eso te llevan realmente a lo que te querían mostrar. La historia está buena. Hay momentos medio flasheros que para la época estaban bien. El final es medio inconcluso, dejan mucho para la imaginación. Bastante machista, sobre todo una escena en la que el protagonista acosa un poco a una doctora. Fuera de eso, está buena. Fue interesante ver cómo graficaban las partes de las diferentes células en esa época".
La película es alocada y a la vez, interesante.
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