17 de enero de 2022

Hungría (1616-1686)


• Resumen de lo publicado

Los húngaros se establecieron en el siglo IX en el territorio que luego fue llamado Hungría. Organizaron expediciones de saqueo a otros pueblos hasta su derrota ante el Sacro Imperio Romano Germánico (año 955). Adoptaron el cristianismo como religión oficial en el 985. En el siglo XI los húngaros usurparon territorios de Croacia y Dalmacia. En el siglo XII lucharon contra el Imperio Bizantino por esos territorios, pero todo terminó con una alianza. En 1301 comenzó un periodo conocido como la Edad de Oro del reino de Hungría, con una fuerte reorganización y empoderamiento del reino. Usurpó el territorio de Valaquia y perdió el de Zadar contra Venecia. A partir de 1370, el rey de Hungría fue también rey de Polonia. En el siglo XV hubo luchas internas y constantes cambios de reinado. Se conformó el Ejército Negro, batallón de mercenarios que se sostenía con altos impuestos al campesinado oprimido. En ese momento, el reino de Hungría englobaba Croacia, parte de Bohemia y parte de Austria. En el siglo XVI hubo dos grandes conflictos: el crecimiento de las religiones protestantes y las invasiones del Imperio Otomano, que derrotó a Hungría y la obligó a pagar un enorme tributo anual que empobreció aun más al campesinado. La principal función del rey húngaro era negociar con los otomanos las pautas de ese tributo. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (principal oposición al avance otomano) se convirtió también en rey de Hungría. Durante el reinado de Maximiliano II (1564-1572), una parte de Hungría dejó de pagar el tributo y la respuesta fue una brutal represión otomana. En 1568, el Sacro Imperio y los otomanos firmaron un acuerdo de paz. En 1591 estalló la Guerra de los Quince Años (1591-1606). El conflicto era ya entre tres partes: los húngaros y húngaras que habían quedado a salvo en otras regiones del reino; el Sacro Imperio Romano Germánico, que quería dominarlo todo; y el Imperio Otomano, que tenía casi toda Hungría y seguía avanzando. El territorio se convirtió en un caos de batallas y violencia. Entre 1604 y 1606, la parte de Hungría dominada por el Sacro Imperio (con centro de poder en Transilvania) consiguió su independencia. Y en 1606, los otomanos acordaron no cobrar tributo al reino de Hungría durante diez años, pero habría luchas internas en Transilvania. Las húngaras y húngaros no tenían paz.

• ¿Cómo sigue la historia?

La mayor parte del territorio húngaro estuvo bajo dominio del reino de Austria (que a su vez dependía del Sacro Imperio Romano Germánico) durante todo el siglo XVII. Solo se mantuvo relativamente independiente el principado de Transilvania, que debía responder ante el Imperio Otomano. 

En 1618 estalló en Europa la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), que trajo grandes perjuicios a les habitantes de Europa. Transilvania estuvo del lado de los protestantes (contra el Sacro Imperio, que lideraba al ejército católico), pero la guerra terminó sin ganadores. 

Hubo en Transilvania algunos intentos de independencia, pero la represión otomana fue brutal y en 1662, Hungría perdió sus últimos atisbos de independencia.

A partir de 1672 aumentó, en la otra parte del territorio, el descontento de las húngaras y húngaros oprimides contra el Sacro Imperio Romano Germánico, que disminuyó cuando la Liga Santa (el ejército católico) invadió a los otomanos y recuperó parte de Hungría, en una batalla conocida como Sitio de Buda (1686).

No hay comentarios:

Publicar un comentario