Resumen de lo publicado. El origen de Israel es una mezcla de leyendas y sucesos reales. Los reyes Saúl, David y Salomón son los más importantes de esa etapa (1210 a.C. - 932 a.C.). Luego, el actual territorio de Israel fue escenario de invasiones y enfrentamientos. El pueblo de Israel se dispersó por otras tierras, pero mantuvo costumbres y creencias. En el año 395, el territorio fue controlado por el Imperio Bizantino, y 636 por el Imperio Musulmán. Ese hecho sirvió como excusa para que, en el siglo XI, la Iglesia católica diera inicio a las Cruzadas cristianas. El dominio musulmán se sostuvo entre los siglos VII y XI. En el año 1071, el Imperio Selyúcida conquistó Israel. Entre 1095 y 1244 se realizaron las Cruzadas, injustas masacres en las tierras que el cristianismo consideraba propias. La Primera Cruzada finalizó con la conquista de Jerusalén y el establecimiento de cuatro Estados Cruzados en oriente medio, entre ellos el Reino de Jerusalén. En las décadas siguientes se produjo el asentamiento de europeos, sobre todo italianos y francos, y un notable incremento comercial. Jerusalén fue conquistada en 1187 por Saladino, sultán de Egipto y Siria, y fundador de la dinastía ayubí. La Tercera Cruzada permitió la supervivencia del Reino de Jerusalén, aunque quedó confinado a una estrecha franja de tierra próxima a la costa. La dinastía ayubí fue sustituida por la de los Mamelucos en 1250, quienes en 1291 acabaron con el Reino de Jerusalén. Entre los años 1250 y 1500, el territorio que actualmente pertenece a Israel fue parte del Imperio Musulmán de los Mamelucos. Por lo tanto, Israel no existía como Estado.
¿Cómo sigue la historia? En 1517, el actual territorio de Israel pasó a manos del Imperio Otomano, que desplazó a los Mamelucos. Su dominio se mantendría sin interrupciones durante los siglos XVI y XVII. Durante todo ese período, sin embargo, parte de la población profesó el judaísmo como religión.
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