En la historia universal existen muchos casos de reyes, emperadores o gobernantes que recibieron su corona cuando tenían muy poca edad. Una de las situaciones más extremas sucedió en el año 628, cuando, en Persia, murió el rey Kavad II. Su único hijo era Ardacher III, que fue coronado como rey cuando tenía apenas 6 años.
Obviamente, las decisiones no las tomaba Ardacher, sino otros miembros de la corte. Sin embargo, en el año 630, sin culpa alguna y casi sin haber disfrutado la vida, Ardacher III fue asesinado por el militar Sharbaraz, que se convirtió en nuevo rey. Seres humanos de mierda hubo siempre, al parecer.
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