Estructura general
Se trata de una letra sencilla. El autor le cuenta a una mujer su historia con ella y lo que siente en la actualidad. Ellos eran amigos, pero la amistad no era la gran cosa hasta que pasó algo más. Luego volvieron a ser amigos, pero él sigue deseándola. El título es Destilando optimismo porque, aunque no tiene la certeza, el autor, Santiago Aysine, siente que ella también lo desea y quiere volver a estar con él de una forma más que amistosa.
Análisis de la letra
Un tedio sigiloso a raíz de una amistad
que tan pocas cosquillas me alcanzaba a generar.
(La canción comienza con una sensación de aburrimiento, de gris, de nada: tedio. Tedio generado por una amistad con otra persona, aunque ambos disimulaban ese aburrimiento, o al menos no lo reconocían frente al otro; a eso se refiere con sigiloso. Que le generara pocas cosquillas es otra forma de decir lo mismo: en esa amistad, que luego sabremos que es con una mujer, no pasaba nada. Era casi vacía.)
Un tonto se conforma con un pájaro a su merced.
Yo, faltándole a esa norma porque siempre quiero cien.
(Esta parte hace referencia al siguiente refrán: "Más vale pájaro en mano que cien volando". Santiago no está de acuerdo con eso, prefiere buscar más antes que quedarse con lo que ya tiene. En el contexto de la canción, sería: no me conformo con esta amistad tediosa, quiero algo más.)
Premio a la perseverancia: tus dotes me adjudiqué.
Sectario de tu elegancia, fui feliz aquella vez.
(Avanzamos en la historia. Acá, Santiago empieza a hablarle directamente a ella. Perseveró para conseguir algo más que su amistad, y lo consiguió. Muy probablemente mantuvo relaciones sexuales con ella, y lo disfrutó: fue feliz. "Sectario de tu elegancia" significa que le encantaba el estilo de ella, su estética.)
Y es que hay fuegos que no logran extinguirse;
y aquel no pudo, al menos, y será que yo no quise.
("Fuego" es metáfora de pasión en este caso. Y, después de ese encuentro sexual que tuvo con su amiga, siguió deseándola. Lo que no sabe es si no puede evitar desearla, o si simplemente le gusta ese deseo.)
Me convierto en represor de mis impulsos,
se me distorsiona el pulso
y se hace ausente por un rato mi respiración.
(Ahora, que la desea pero sigue siendo su amiga, Santiago reprime esos impulsos pasionales, sexuales. Vuelve a fingir ser sólo su amigo, pero cueando está con ella se pone nervioso [se le "distorsiona el pulso"] y se queda sin aire, se ausenta su respiración.)
Son efectos razonables por la falta
de lo que mi alma se jacta:
ser la dueña, para siempre, de tu perfección.
(Es lógico lo que me pasa, le dice Santiago, porque por dentro pienso que vos me amás, que sos mía y que vas a ser siempre mía, pero esa certeza me falta, no lo sé, podría estar equivocado. Y aparece el elogio desmedido, típico de él en sus primeras canciones: ella es perfecta. A excepción de la chica de ¿Quién dice?, que era histérica, el resto de las protagonistas parecen más diosas que seres humanos. Como ya dijimos, es algo normal en los géneros literarios.)
Una broma colectiva, y de vuelta a fantasear
con sacarte hasta el IVA en esta oportunidad.
(Los aburridos que dicen que las canciones no se pueden interpretar porque siempre hay cuestiones internas del autor, acá tienen otro argumento a su favor. Santiago habla de una "broma colectiva" y no tenemos idea de a qué se refiere. Lo único obvio es que en la historia se mezclaron otras personas. Podemos pensar en lo más ingenuo, como una reunión de amigos en la que se tiraron un poco los galgos, o en algo más fuerte, como una orgía en la que los dos estuvieron. La cuestión es que, aunque habían vuelto a ser sólo amigos, otra vez pasó algo que incentivó más sus ganas de acostarse con ella. Lindo el chiste de "sacarte hasta el IVA": para los que no lo saben, se trata del Impuesto al Valor Agregado que tienen los productos comercializados en la Argentina. Y ahí puede aparecer un dato de esa "broma colectiva": si ahora quiere "sacarle hasta el IVA", es porque algo le sacó en esa fiesta, al menos unas cuantas prendas de vestir.)
La nocividad del tiempo no conseguirá triunfar,
porque va a ser eterno nuestro idilio, en realidad.
(Santiago reconoce que el paso del tiempo muchas veces arruina relaciones, quita el entusiasmo, apaga fuegos; pero es optimista con esta relación en particular: este ida y vuelta, estas ganas de darse, de estar juntos, van a estar para siempre.)
Destilando optimismo, arraigado en mi seguridad
de saber que lo mismo sentís cuando me mirás.
(Para terminar esta canción, aunque la historia queda abierta, explica por qué cree que el idilio entre ellos va a seguir: porque está seguro de que ella también está loca por él. Ese es el optimismo que riega toda la canción, y que le da título.)
Y es que hay fuegos que no logran extinguirse;
y aquel no pudo, al menos, y será que yo no quise.
Me convierto en represor de mis impulsos,
se me distorsiona el pulso
y se hace ausente por un rato mi respiración.
Son efectos razonables por la falta
de lo que mi alma se jacta:
ser la dueña, para siempre, de tu perfección.
Más canciones de Salta La Banca:
Increíble ¿Quién dice?
El cuarto de al lado
Hay que saber ser
[Nota importantísima. Esta es apenas mi interpretación de la letra de la canción. De ninguna forma pretende ser la única interpretación posible, ni siquiera tiene por qué ser una interpretación correcta. Muchas veces, parte de las letras son chistes internos de los autores, por lo que resultan imposibles de interpretar sin determinados conocimientos].
No hay comentarios:
Publicar un comentario