16 de abril de 2021

Chile (1598-1656)


• Resumen de lo publicado

El actual territorio de Chile habría sido poblado hace alrededor de 15.000 años. El pueblo más relevante de la primera etapa fue la cultura Chinchorro, que habría sobrevivido entre los años 5000 y 1700 a.C. Se estima que en el siglo XV la población del actual Chile era de aproximadamente 1.200.000 personas. Los principales pueblos eran los aimaras, diaguitas, atacameños, incas, changos, mapuches, chonos, kawésqar, yaganes, aónikenk y selknam. El Imperio de España, que comenzó su genocidio en América en 1492, llegó a Chile en 1520. Desde 1535 los españoles tomaron el norte y no detuvieron sus intentos de exterminio. Pero mapuches, cuncos, huillches, pehuenches y picunches se unieron para enfrentarlos, dando inicio al enfrentamiento conocido como Guerra de Arauco, que duraría más de un siglo. En 1553, los genocidas planearon la masacre final: la batalla de Tucapel. El sur de Chile y de Argentina estaban poblados por personas libres y los españoles querían seguir sus asesinatos ahí. No puedo dejar de celebrar, anacrónicamente, el triunfo de mapuches, pehuenches y demás aliados. Porque significó, para miles de personas, una vida mucho mejor que la que hubieran tenido. En 1561 la situación empeoró para los pueblos originarios, porque un brote de viruela mató a cerca del 20% de las y los sobrevivientes. Las batallas eran permanentes y los españoles triunfaban pero conseguían ampliar sus fronteras pocos kilómetros, porque los pueblos originarios se reagrupaban y resistían, al punto que para 1570 habían detenido el avance español. La defensa indígena era cada vez más heroica y sofisticada. A los españoles les ofrecían riquezas para sumarse al ejército, pero pocos querían participar de una guerra interminable que consideraban similar al infierno. En 1598, en el suceso conocido como la batalla de Curalaba ("la victoria de Curalaba" para historiadores justes), las y los mapuches causaron una fuerte derrota a los genocidas, que perdieron más de la mitad de su ejército. Fue una gesta histórica, ya que permitió que aún hoy, 423 años después, muchos pueblos originarios sigan existiendo. 

• ¿Cómo sigue la historia?

El período ubicado entre los años 1598 y 1810 es conocido como el "periodo colonial": momento en el que quedaron relativamente establecidos los límites entre los pueblos originarios y los genocidas, que explotarán una parte del territorio sin escrúpulos.

Los territorios usurpados eran gobernados el gobernador de Chile, que respondía a su superior, el virrey del Perú, quien a su vez respondía al emperador de España. 

La sociedad estaba dominada por los españoles, que ocupaban los principales cargos públicos y militares, por sobre criollas y criollos; mestizas y mestizos; indígenas; y esclavas y esclavos secuestrados en África.

Se sucedieron cinco gobernadores (Martín García Óñez, Pedro de Viscarra, Francisco de Quiñónez, Alonso García Ramón, Alonso de Ribera) entre 1598 y 1601. La situación era caótica.

Alonso de Ribera (1601-1605) decidió pagarle a 1.500 soldados para que cuidaran la frontera de posibles avances indígenas. Luego volvió al cargo Alonso García Ramón (1605, hasta su muerte en 1610) y otra vez asumió Alonso de Ribera (1606-1611).

Casi todos los esfuerzos de los españoles se basaban en cómo someter a los pueblos originarios, específicamente los mapuches, que construyeron un gran ejército en la frontera que permitía al resto de la población vivir en paz y sostener su cultura.

Las historias de la época son espeluznantes, con gobernadores que duraban muy poco tiempo en el cargo, buscaban ciudades míticas, terminaban envenenados por otros españoles o inventaban estrategias al voleo para exterminar a los mapuches sin nunca conseguirlo.

En 1629, al inicio del gobierno de Francisco Laso de la Vega (1629-1639), se produjo la batalla de las Cangrejeras. Otra vez, el Imperio Español intentó dar el gran golpe final contra les mapuches. Cuenta Wikipedia que "la infantería española quedó destruida en pocos momentos. Setenta españoles quedaron muertos en el campo de batalla, y los mapuches se llevaron prisioneros a los 36 restantes".

Uno de los prisioneros, Francisco Núñez de Pineda, escribirá años después (en 1673) Cautiverio feliz, libro en el que cuenta el excelente trato recibido por parte de les mapuches, a diferencia que el que los españoles tenían con elles cuando eran prisioneres.

Francisco López de Zúñiga (1639-1646), que extrañamente sobrevivió a su etapa como gobernador, después de muchos años iba a volver con riquezas a España en 1656, pero durante el viaje fue asesinado por piratas ingleses, que saquearon sus barcos. El que roba a un ladrón... 

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