Mapa del año 1530 |
¿Cómo sigue la historia? Un dato importante: a comienzos del siglo XVI, el Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana incluía territorios que hoy pertenecen a Alemania, Austria, República Checa, Italia, Suiza, Holanda, Bélgica y Eslovenia. Ahora sí, sigamos con su historia.
Carlos V (1519-1558) es recordado por haber sido el último rey europeo que intentó construir un único imperio universal y cristiano.
Gobernó un imperio que incluía territorios del Sacro Imperio más los que heredó de sus abuelos maternos (los reyes católicos) y su abuelo paterno (Maximiliano I). Afrontó continuos conflictos en todas esas tierras: en Castilla y Aragón hubo crisis social; en Italia, peleó contra el rey de Francia; el Imperio Otomano invadió las fronteras; y en el Sacro Imperio había demasiadas injusticias, que llevaron a un justo levantamiento de campesinos, del que hablo en otro texto de este blog.
Tantos conflictos generaron que Carlos V viviera 19 años en España y 14 en Alemania, y visitara 10 veces Flandes, seis veces Francia y cinco veces Italia.
"Los beneficios de la pujanza capitalista no alcanzaron a la inmensa mayoría de la población. En 1525, los campesinos alemanes, encabezados por Thomas Münzer, protagonizaron una revuelta que fue sofocada salvajemente" (Historia Universal, tomo 9, editorial Sol 90).
Carlos V se creó tantos enemigos que contra él se formó la liga de Cognac (1526), formada por los ejércitos de Francia, Venecia, Génova, Milan, Florencia y el de la Iglesia católica. Perdió el respeto general cuando sus tropas saquearon dos veces Roma y apresaron al papa. Sin embargo, sobrevivió y fue coronado rey de Italia en 1530.
Donde se vio debilitado fue en el aspecto religioso. No pudo encarcelar a Martín Lutero, líder de la Reforma Protestante, y se fundaron numerosas iglesias luteranas que no dependían del imperio. Recién en 1546, tras la guerra de Esmalcalda, detuvo por la fuerza su acumulación de poder.
Finalmente, Carlos V comenzó a perder. En 1552, los ejércitos de los príncipes germanos lo obligaron a huir de la ciudad donde vivía (Innsbruck); y en 1555 se firmó la Dieta de Augsburgo, en la que católicos y protestantes determinaron límites para convivir pacíficamente.
En 1556, Carlos cedió el poder a sus familiares pero tuvo poca paz: murió en 1558.
Fernando I (1558-1564), hermano menor de Carlos V, se quedó con el Sacro Imperio y dependió, para mantener su poder, de la ayuda de las ciudades de Austria y de pagar tributo al Imperio Otomano.
Maximiliano II (1564-1576) tuvo que legitimar el luteranismo ya que, si no lo hacía, perdía el apoyo de la nobleza de Austria, que era luterana. Y no sólo los austríacos: se estima que el 70% de la población del imperio era protestante.
La situación religiosa y política cambió durante el gobierno de Rodolfo II (1576-1612). Para aumentar el poder de los católicos y disminuir el de los protestantes, le dio lugar en la corte a las personas jesuitas e inició una serie de reformas en la Iglesia para limitar la difusión de las religiones protestantes, lo que generó que muchas personas tuvieran que huir del Sacro Imperio a otras regiones con mayor tolerancia.
¿Quiénes eran los jesuitas? Personas que se consideraban católicas y que eran una herramienta menos violenta para difundir el catolicismo que la Iglesia católica, cuyos métodos era cerrados, crueles y asesinos.
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