Por Leandro Ramos, escritor y profesor de literatura
Demian es una de las obras más conocidas del escritor alemán Hermann Hesse, escrita en 1919 en el contexto de la Primera Guerra Mundial, lo cual es importante; no tanto para comprender la obra, sino para valorarla de algún modo.
La leí porque me gustó mucho una obra posterior de este mismo autor que yo había leído antes: Siddartha. Lo que dice wikipedia es que es una novela de formación (o aprendizaje), ya que nos relata la vida de una persona desde que es pequeña hasta su madurez. Agrego, por mi parte, que es una novela moralista, ya que intenta demostrar lo que está bien y lo que está mal, y testimonial, ya que resulta indudable que tiene mucho de autobiográfico.
Para ser sincero, la novela no me gustó ni un poco. Si la van a leer creyendo que van a encontrar algo de Siddartha, les aconsejo que no lo hagan.
Me parece que Hesse se encontraba en una etapa de búsqueda espiritual cuando la escribió, porque la base filosófico-religiosa es totalmente diferente en una novela y en otra.
No hay nada de la armonía y la paz budista que se encuentran en Siddartha. Por el contrario, en Demian, el personaje principal llamado Sinclair se va dando cuenta, mientras crece, de que hay una especie de casta “superior” de iluminados que entienden más que el resto y que creen en un dios llamado Abraxas. Este dios es una conjunción de lo bueno y lo malo; y comprenderlo te lleva a un conocimiento elevado de las cosas.
En Demian, el argumento es malo y el trasfondo ideológico es peor. Resulta evidente que, durante estos años, el terrible conflicto internacional impactó muy negativamente en el escritor alemán.
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