Pío II, un papa al que le gustaba mucho el sexo |
¿Cómo sigue la historia? Al finalizar el Cisma de Occidente, Martín V intentó poner fin al Cisma de Oriente para unificar a católicos y ortodoxos, pero fracasó.
El siguiente papa, Eugenio IV (1431-1447), se enfrentó al "movimiento conciliarista": religiosos que aseguraban que los concilios (reuniones periódicas de los líderes de la Iglesia) eran más importantes que el papa. Llegaron a designar a otro papa: Félix V (1439-1449); pero finalmente se impuso la figura del papa.
Nicolás V (1447-1455) utilizó las riquezas de la Iglesia para construir obras artísticas en Roma, incluyendo bibliotecas. Esa decisión forma parte del movimiento cultural y artístico conocido como "Renacimiento". Pero también le ordenó al rey de Portugal que transformara en esclavos a todas las personas que no se declararan cristianas. ¡Qué hijo de una gran puta!
En 1453 sucedió la caída de Constantinopla: la capital del cristianismo oriental (los ortodoxos) fue conquistada por musulmanes. Fue un duro golpe para todo el cristianismo, que utilizaba la región para comerciar y acumular riquezas mientras los campesinos morían de hambre.
Calixto III (1455-1458) gobernó poco tiempo, pero se le atribuye una gran tontería: excomulgar (echar de la "comunidad católica") ¡al cometa Halley!
Pío II (1458-1464) se dedicó a entregar cargos y riquezas a sus familiares y amigos (injusticia conocida como "nepotismo"). Antes de ser papa, tuvo sexo desenfrenado con varias mujeres y fue padre de dos hijos.
Paulo II (1464-1471) era tan soberbio que la Iglesia tuvo que impedirle ponerse Formoso ("hermoso") como sobrenombre. Habría muerto durante una relación sexual con su principal ayudante.
Sixto IV (1471-1484) siguió con el nepotismo: nombró como funcionarios de la Iglesia a por lo menos 25 familiares e impulsó una guerra contra la ciudad de Florencia. Además, a cambio de riquezas, otorgaba el perdón de la Iglesia por diferentes pecadas. Es considerado un sorete, término que en la Argentina significa excremento.
Inocencio VIII (1484-1492) afirmó que la Iglesia creía en la existencia de la brujería, aunque desde el año 906 la misma Iglesia había asesinado a muchas personas por creer en las brujerías. Se murió intentando pasar a su cuerpo la sangre de tres niños, para rejuvenecerse. Los tres chicos también se murieron. ¡Cuántos papas perversos e hijos de puta!
Alejandro VI (1492-1503) era sobrino de Calixto III. Promovió guerras entre las ciudades italianas para fortalecer y enriquecer a la Iglesia.
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