La mayoría de los que miremos esta película, sin aclaraciones previas, no entenderemos nada. A esto se le llama surrealismo.
El surrealismo es un movimiento artístico, una suma de ideas artísticas. Si queremos entender una obra de arte surreal (como Un perro andaluz) como cualquier obra tradicional, no la entenderemos. El surrealismo es una invitación a pensar la vida, por un rato, de otra forma.
Claro que el surrealismo es como la universidad del arte. Y la mayoría de las personas, por la estructura de la sociedad, estamos en la escuela primaria del arte, entendiendo sus formas primitivas: ¿qué es el cine?, ¿para qué sirve?, ¿nos pueden mentir en cine?, ¿el cine es bueno o malo?
El surrealismo lo disfrutarán quienes pensaron y entendieron esos pasos previos: los que cuando ven hormigas en una pantalla no piensan en hormigas, sino en que las hormigas pueden ser metáforas de la sociedad, o de la sangre, o de la maldad. Y que la sociedad, la sangre o la maldad, a su vez, pueden representar otra cosa. Y así.
Si este texto les pareció difícil de entender, entonces está bien, porque la película y el surrealismo no son ni buenos ni malos: son difíciles de entender.
Considero que la mayoría de nosotr@s todavía tiene que aprender que el arte, muchas veces, es un arma de la clase alta para someter a la clase trabajadora. Hasta que entendamos esto, bien clarito, conviene no mirar Un perro andaluz, a menos que alguien nos avise antes que no entenderemos nada, pero que igual está bueno intentarlo.
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