• Resumen de lo publicadoLos primeros habitantes conocidos del actual territorio de Italia fueron los etruscos (900 a.C). Luego de la conformación de una república (510 a.C.), Roma se convirtió en un inmenso imperio (siglo II a.C.), que se dividió en dos (395 d.C.). El imperio de occidente (con capital en Roma) llegó a su fin (año 493) y luego el territorio fue controlado por los ostrogodos, el Imperio Bizantino, los lombardos (568-754) y los francos (774). En el siglo X, los musulmanes gobernaban el sur; las ciudades independientes, el centro; la Iglesia, los alrededores de Roma; y el Sacro Imperio Romano Germánico, el norte. En el siglo XII, el norte consiguió la independencia y se dividió en ciudades: Florencia, Pisa, Génova, Venecia, Saboya, Milan, Estados pontificios, Nápoles y las Dos Sicilias. El desarrollo económico aumentó las diferencias entre quienes más y menos riqueza tenían. Luego de enfrentamientos para controlar el comercio, Florencia, Milan y Venecia firmaron el Tratado de Lodi (1454), que logró 40 años de paz. Eso y la positiva situación económica fueron clave para que la región italiana se convirtiera en centro artístico y cultural de Europa y punto de origen del movimiento conocido como Renacimiento. El crecimiento terminó por enfrentamientos conocidos como las “Guerras italianas” (1494-1559). El Imperio de España conquistó la mayoría del territorio; y el Sacro Imperio Romano Germánico comenzó a influir sobre Venecia y Florencia. Solo Génova era totalmente independiente. La opresión de España sobre los ciudadanos generó un fuerte rechazo hacia todo lo español, y se mantuvieron la mayor parte de las costumbres y rasgos culturales "italianas", aunque "Italia" como denominación nunca había existido y lo que unía a esas ciudades era el pasado común del Imperio Romano, la cercanía geográfica y el lenguaje.
• ¿Cómo sigue la historia?
En 1634, el actual territorio de Italia estaba dividido entre los dominios del Imperio de España (el sur y Milan), los Estados Pontificios y varias ciudades (Génova, Toscana, Saboya, Venecia) que, aunque tenía cierta autonomía, formaban parte del Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que no es posible hablar de una "historia de Italia", ya que cada región vivía situaciones diferentes, vinculadas a los estados que las dominaban.
Cambios importantes llegaron al finalizar la Guerra de los Treinta Años (1618-1648): el Sacro Imperio perdió mucho poder, por lo que Génova, Toscana, Saboya y Venecia lograron una total independencia.
Durante el resto del siglo XVII pasó (como siempre en todos lados) de todo, pero la situación político-geográfica se mantuvo sin grandes cambios. Tal vez el principal fue que el norte de la región estuvo fuertemente influida por el reino de Austria.
La Guerra de Sucesión Española (1701-1715) puso fin al dominio del Imperio de España y sus territorios (Nápoles, Cagliari, Milan) quedaron en poder de Austria. Los Estados Pontificios (con centro en Roma), Génova, Venecia, Saboya y Toscana mantuvieron su independencia.
En 1735, Nápoles se independizó y tomó control de otras posesiones que Austria tenía en el sur (como Palermo).
La historia de Italia la seguimos otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario