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Mapa de 1535. Irlanda es la isla de la izquierda. |
Resumen de lo publicado. El territorio que actualmente conocemos como Irlanda mantuvo relativa independencia hasta el siglo V, cuando la población fue cristianizada y el antiguo reino de Hibernia desapareció. Del siglo VII al X,
los noruegos invadieron la región. Los ingleses se introdujeron en el
siglo XI, por lo que Irlanda pasó a ser parte de Bretaña. En el año 1169, un grupo de vikingos normandos que venía de Inglaterra se asentó en Irlanda. Tras años de conflictos, el Tratado de Windsor (1175) marcó el comienzo de ocho siglos de dominación inglesa. Hacia el año 1300, los normandos controlaban la mayor parte del territorio, pero no lograron conquistarlo debido a la ausencia de un gobierno central. Desde 1350, los irlandeses comenzaron a recuperar tierras. Para 1360, la mayoría de los normandos había aceptado las leyes irlandesas y adoptaron su cultura. Como Inglaterra perdía parte de su dominio sobre Irlanda, en 1366 se intensificaron leyes anti-irlandesas, como prohibir la existencia de parejas entre ingleses e irlandeses, y el uso del idioma de los irlandeses, el gaélico. En 1398, el rey Ricardo II tuvo que presentarse junto a un ejército para remarcar el dominio inglés, que no terminaba de notarse en el pueblo pese a la presión de las leyes. Sin embargo, Inglaterra no obtuvo resultados hasta 1449, cuando designó a Ricardo como virrey de Irlanda, con la consigna de pacificar el conflicto y conceder algunos derechos a los irlandeses. Ya en 1534, el rey Enrique VIII, enceguecido por el poder, se negó a reconocer la autoridad del Papa y exigió ser reconocido como el líder de la Iglesia en Inglaterra y todas sus posesiones, incluida Irlanda.
¿Cómo sigue la historia? Después de que Enrique VIII exigiera ser reconocido como líder de la Iglesia, se prohibió todo vínculo con Roma y con el papa, y fueron arrasados muchos monasterios que permanecieron siendo católicos. Pero el rey inglés no tenía poder real sobre todo el territorio de Irlanda, entonces muchos habitantes mantuvieron su antigua religión.
María I, hija de Enrique, le sucedió en el trono en 1553. Era ferviente católica y se esforzó por restaurar la vieja religión. En 1556 envió más ejércitos ingleses para aumentar el dominio sobre Irlanda.
Isabel I (1558-1603), hermana de María, adoptó una actitud más violenta, y muchos religiosos irlandeses fueron ejecutados. Esa persecución llevó a los irlandeses a unirse más. Creció un nuevo espíritu de nación, que era al mismo tiempo católico y anti-inglés.
En 1641 sucedió la
Rebelión irlandesa, en la que los irlandeses más poderosos le quitaron el poder a los ingleses, crearon la la
Confederación de irlandeses católicos y dominaron dos tercios de la isla hasta 1649.
Sin embargo, entre 1649 y 1653, en una serie de sanguinarios sucesos hoy recordados como la
Conquista de Irlanda, el ejército inglés ingresó en territorio irlandés y cometió una masacre que algunas personas consideran incluso un genocidio. El líder de esa masacre, Oliver Cromwell, es uno de los seres humanos más despreciados, odiados y repugnantes de la historia universal. Así, Inglaterra volvía a someter a Irlanda.
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