Cuentos de la luna pálida de agosto es una película dirigida por el japonés Kenji Mizoguchi. Fue estrenada en 1953 y la protagonizan Masayuki Mori, Machiko Kio, Kinuyo Tanaka y Eitaro Ozawa. Su nombre original es Ugetsu monogatari y dura 94 minutos.
La vi en 2020, durante el aislamiento por el Covid-19, por recomendación del cineasta Fernando Caruso, que disfruta de historias en las que no es clara la línea entre las personas justas y las injustas, y casi todo es ambiguo y contradictorio. A mí, en cambio, eso me pone de los pelos.
¿De qué se trata? A grandes rasgos, es la historia de dos parejas durante la guerra civil que ensangrentó a Japón en el siglo XVI. Los hombres son ambiciosos: quieren dinero o prestigio. Las mujeres son mártires, casi santas, resisten opresiones con voluntad de hierro.
La historia no es para nada feliz y a cada minuto las complicaciones aumentan, especialmente por un contexto salvaje e inhumano. Sufrí viéndola. Lo peor es el final, que ideológicamente no me gustó.
Les diría que la vean, porque algo nuevo, lo que sea, seguro les va a generar.
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